Seduciendo A Un Caballero

Capitulo 18

Apenas cerró la puerta detrás de ella, Dulce sonrió. Iba a matar a Cristian por arrunarle la tarde, pero definitivamente iba a terminar la noche muy bien.

Se tomó su tiempo para cambiarse, y todavía espero un poquito más. Quería que Chris estuviera espectante para cuando saliera en bata, así que no había prisa.

Y Chris tenía emociones confusas. No sabía si lo que quería era ver a Dulce usando una de sus batas; o si no quería verla para evitar tomarla en sus brazos y llevársela a la cama.

Sacudió la cabeza para alejar las imágenes eróticas de su mente, y decidió pensar en otra cosa. Se dirigió a la cocina y se puso a cocinar, distracción, eso era lo que necesitaba.

Para cuando Dulce terminó de cambiarse no encontró a Chris en la sala, pero los ruidos en la cocina le advirtieron donde estaba. Pero se quedó estática en la puerta de la cocina cuando lo vio.

Se veía tan bien. Se había quitado el saco y la corbata. Se había desabrochado dos botones de la camisa y el pantalón le sentaba de maravilla. Pero sin duda lo que mas le gusto fue verlo con el pelo ligeramente despeinado.

- ¿Tienes hambre? - la voz de Chris interrumpió sus pensamientos.

- Pues... yo...

- Si quieres puedes llamarle a tu novio para que venga por ti.

- ¿Qué novio? - preguntó sin entender que hablaba.

- El hombre que fue hoy a tu casa - hizo un movimiento con las manos como si eso lo explicara todo -, tu novio.

- El hombre que... - su voz fue desapareciendo -. Aaaaaaah, para que llamarlo, seguramente está muy ocupado con Maite - Chris se le quedó viendo incrédulo, así que Dulce le explicó -. Él no es mi novio, es mi hermano. Hace seis meses se casó con Mai, se fueron a la India, se pelearon y creo que esta noche es el momento de la reconciliación.

El cerebro de Chris tardó unos segundos en procesar esa información porque Dulce pudo ver claramente como su cuerpo se relajaba.

- ¿Cenamos? - le preguntó con una encantadora sonrisa.

 Lo siguiente que supo Dulce es que esa había sido la mejor cena que había compartido con un hombre. Habían hablado sobre mil y un cosas, se habían reido, y habían guardo momentos de silencio que simplemente no necesitaban ser llenados.

Y dio un largo y profundo suspiro...

... y abrió los ojos de golpe. ¿Por qué suspiraba? El plan no era enamorarse de él, sino tener una venturilla.

- Creo que tu vestido ya debe de estar seco, porque no vamos a verlo.

- Claro, vamos a verlo.

Fueron al cuarto donde Dulce se había cambiado y había dejado el vestido.

- Bueno, ya está seco - declaró Dulce -, sin embargo no creo que se me vea muy bien con esa gran mancha.

- Yo creo que se te vería muy bien, aunque usarás un vestido roto, se te vería muy bien - bromeó.

- ¿Tú crees? Yo pienso que tu bata se me ve mejor que cualquier vestido.

- Bueno, eso si no puedo negarlo. Esa bata se te ve mejor a ti, que a mi.

- Entonces me la quedaré - dijo Dulce.

- No puedes, tienes que pagar por ella.

- ¿Y cuál es el precio? - preguntó Dulce. Y lo siguiente que supo es que Chris ya la tenía atrapada contra la pared.

Chris la miró profundamente y susurró: Un beso. Después su brazos se cerraron al rededor de la cintura de Dulce,  bajo sus labios hacia los de ella y la  beso con  todo el deseo, pasión  y necesidad que sentía.