- ¿Te reconciliaste con Cristian? - preguntó Dulce apenas las dos entraron en la habitación de esta última.
- No, a decir verdad no.
- ¿Entonces por qué estaban juntos?
- Estabamos preocupados por ti, no sabíamos donde te habías metido. Critian se sentía muy mal, pensó que te habían secuestrado porque él no había estado aquí. ¿Dónde pasate la noche, Dulce?
- Eso es precisamente de lo que te quiero hablar, de dónde pasé la noche.
- ¿Y bien? - preguntó Mai sentandose en la cama, mientras Dulce empezaba a recorrer el cuarto.
- Pasé la noche con Christopher.
- ¿Qué Christopher?
- Christopher, mi abogado - Mai no dijo nada -. Me acosté con él. - Su amiga siguió sin hablar. - ¿Qué? ¿No me vas a decir nada?
Mai juciosamente se quedó callada unos momentos bajo la penetrante mirada de Dulce, quien no dejaba de caminar por la habitación pero tampoco le quitaba los ojos de encima esperando que le dijera algo.
- Bien - dijo en tono neutro -, ya conseguiste lo que quería.
- No... Sí... Bueno, no... No se cómo sentirme - dijo con un suspiro y se sentó a un lado de su amiga.
- ¿Por qué?¿Pasó algo malo?
- Llegó su amigo, quizó saber con quien estaba él, pero Chris no le dijo. No sé si sentirme bien de que no me va a difamar, o sentirme mal porque me está ocultando.
- Yo me sentiría bien, hay cada beep... digo hombre que grita a los cuatro vientos cuando se ha acostado con una mujer, sabes eso de verdad puede llegar a ser humillante.
- Pero hay algo más - Mai se quedó en silencio nuevamente esperando a que su amiga siguiera -, hablaron de una mujer, Lorena. No puedo evitar pensar que tal vez solo me quiera para olvidarse de ella. - Su amiga siguió callada. - Mai, dime algo!
- Mira Dulce, no puedes esperar que el hombre haya sido un monje antes de conocerte, así que da por seguro que hubo mujeres antes que tu y que cuando termine su aventura habrá mujeres después de ti. - Dulce arrugó la frente ante la mención de Chris con otras mujeres -. ¿Quieres saber lo que haría yo? - Dulce asintió - Dale una buena razón para que se olvide de las demás mientras está contigo.
Horas más tarde, en el despacho de abogados. Chris estaba en su oficina meditando la situación. Lo que quería hacer y lo que debía hacer.
Lo que quería hacer era estar con Dulce. Como le hubiera gustado poder terminar lo que Alfonso interrumpió. Como le gustaría poder tenerla en su oficina en ese momento, sentada en su regazo y besándola. Eso es lo que le gustaría.
Pero lo que debía hacer era un poco más complicado. Sabía que Alfonso jamás iba a aceptar una relación con una clienta. Claro podía terminar con el caso de una vez y olvidarse de todo, pero no podía arriesgarse a que Dulce ya no lo quisiera ver una vez que ya no tuvieran ese vinculo.
Y siendo honestos, la verdad es que también le incomodaba tratar a Dulce como si fuera su amante, ocultándola. No sabía que camino tomar, si el del deber o el del querer. Pero de algo estaba seguro, necesitaba ver a Dulce otra vez, y hablar con ella, y cuanto mas pronto fuera, mejor.
Unos golpes en la puerta cortaron de golpe sus pensamientos, y él regresó a la realidad.
- Adelante - dijo. Alfonso entró, su amigo que en los últimos momentos se estaba convirtiendo en una persona desagradeblemente oportuna.
- ¿Y cómo te la pasaste el resto de la mañana? Esperó que bien - dijo sonriendole con complicidad.
- No me quejo - respondió encogiendose de hombros.
- ¿No te quejas? Vaya, entonces ella debe de ser muy mala en la cama.
Chris no contestó el comentario. - ¿Querías decirme algo?
- Ah, sí. Bueno, como nuestro queridísimo amigo Derrick sigue de vacaciones, pues tengo un caso a aquí que tal vez te interese. ¿Ya terminaste con la pintora?
- ¡No! Creo que su caso va a tomar más tiempo del que pensaba.
- Bueno, este nuevo cliente es hombre, si quieres yo me hago cargo de la pintora y tu puedes empezar con él. Como dijiste que no querías ver con mujeres, supuse que este caso si te podría interesar.
- No, te puedes quedar con él. Yo me quedo con la pintora - dijo con determinación. Aunque muy en su interior sabía que lo que había querido decir era: Me quedo con Dulce.
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Seduciendo A Un Caballero
Teen FictionPara todos Christopher tenía una vida perfecta, no le hacia falta nada. Tenía una exitosa carrera, una casa increible, un carro ultimo modelo y una novia hermosa. ¿Qué más podía pedir? En pocas palabras era un caballero perfecto. Hasta que un día an...