Capitulo 51

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Dulce sentía que se rendía por completo a su beso, pero no podía hacerlo, se suponía que estaba enojada con él. Así que le pusó las manos sobre el pecho y lo empujó para cortar con el beso.

- No, Chris, así no. Se te olvida que nos podemos meter en problemas - le dijo con un deje de cínismo, y sin decir más se volvió y se fue caminando hacia donde la fiesta continuaba.

Chris la miró alejarse, podía percibir que tenía la espalda tensa: estaba enojada con él.

- ¿Hola? ¿Hay alguien? ¡Dulce, hola! - le dijo Annie quien estaba a su lado.

- Ah... hola, Annie. Te ves muy bonita.

- Gracias - le dijo con una sonrisa -. Tu también te ves linda... Oye, me acompañarías al tocador, creo que tengo que darme un retoque.

Y Dulce la acompañó. El tocador de damas tenía un sala y un gran espejo para ver hasta el último detalle. Annie decidió empezar una sencilla conversación con Dulce mientras fingía que se arreglaba la tiara.

- ¿Te gustaron los jardínes? - la miraba muy disimuladamente.

- ¿Cómo sabías que no estaba en la fiesta? - preguntó ella sorprendida.

- Intuición. ¿Te gustaron?

- Claro que sí. Son preciosos, no hay nada igual.

Al parecer Dulce no había captado la indirecta. No quería saber si le gustaba el paisaje, quería saber que había pasado con ella y Chris en ese paisaje. Mejor ir directo al grano.

- ¿Ya hablaste con Chris?

- Sí - fue todo lo que ella contestó.

- ¿Y por qué no estás con él?

- Él ya tiene compañía, ¿para qué importunarlo?

- ¿Compañía? ¿A quién te... - se interrumpió al ver la puerta del tocador abrirse, pero de inmedito sonrió al ver quien era. - ¡Vico! - Fue hasta ella y la abrazó, Victoria le devolvió el saludo. - ¿Cómo has estado? Hace tanto tiempo que no te veo.

Mientras las amigas hablaban olvidandose completamente de Dulce, ésta las observaba y pensaba. Era obvio que Annie ya no iba a querer que ella estuviera en medio en cuanto supiera que Victoria, o Vico como ella acaba de llamarla, era quien estaba con Chris.

- Vico, te presento a una nueva amiga mia. Ella es Dulce.

- Ah, sí. Derrick ya nos presentó.

- Sí, ya nos presentaron.

La puerta se volvió a abrir y una señora mayor apareció. - Annie - dijo la señora -, será mejor que regreses con los invitados. Alfonso te está buscando.

Annie sonrió. - Si me disulpan, chicas, voy con mi esposo. - Y acompañada de la mujer mayor Annie salió del tocador dejando a Dulce sola con Victoria.

- ¿Te sientes bien? Parece como si quisieras vómitar - aunque Victoria lo decía en serio, Dulce sintió como si quisiera burlarse de

ella.

Dulce decidió llevar una conversación fácil y superficial así no terminaría haciendo algo indebido.

- Me gusta tu vestido.

Ese comentario recibió una sonrisa automática por parte de Victoria. - Gracias. A Chris no le gustó. Sabes, me dijo: "Todos los hombres van a voltear a verte", y yo le dije: "Esa es la idea". Aveces es... demasiado protector conmigo, pero aun así lo quiero.

- Así son los hombres - le contestó Dulce, ese no era lo que esperaba oir cuando le habló del vestido.

- Sí, tienes razón. Ni que yo le estuviera reclamando cuando él ve a otras mujeres.

¿Dónde se había metido Dulce? Chris lo lograba encontrarla. Sabía que el jardín era un lugar grande pero tampoco era infinito. Las pocas veces que lograba verla alguien le llamaba y la perdía de nuevo, al menos tenía el consuelo de que todavía no se había ido.

Y pasó otro rato buscándola antes de poder ir junto a ella. Cuando por fin lo hizo, le preguntó:

- ¿Estás tratando de evitarme?

Pero Dulce no pudo contestar porque en ese momento una tercera persona se agregó a la conversación: Alfonso.

- Senorita Dulce - dijo éste -, es un placer y una sorpresa tenerla aquí.

- Sí, vine con Derrick. Aún no lo he felicitado. Le deseo lo mejor al lado de una mujer tan maravillosa como Annie.

- Gracias. - Después se volvió a Chris. - Pensé que ibas a traer a tu chica misteriosa y no a Vico.

- Ella me pidió que viniera con ella, y ya sabes que nunca he podido negarle algo. Pero ahora, tomando en cuenta que nuestro querido Derrick y Vico no están aquí, acabo de aprovechar la ocasión para invitar a bailar a la señorita Dulce.

- En ese caso los dejo. Disfuten el baile. - dicho esto Alfonso se alejó.

Dulce tomó la mano que Chris le ofrecía y se dirigieron hasta la pista de baile al momento en que empezaba a sonar una canción muy lenta. Chris colocó su mano en la cintura de Dulce, y ella hizo lo propio pero en el hombro de Chris.

- ¿Ya me vas a decir por qué estás enojada conmigo?

- No quería interrumpir el tiempo que compartías con Victoria.

Seduciendo A Un CaballeroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora