Eran las once de la mañana y Dulce estaba fuera de la oficina esperando a que la secreteria saliera para ella poder entrar. Vio a una pareja a lo lejos. Bueno, no podía asegurar que tenían algo, pero como estaban tomados de las manos supuso que mantenían una relación.
Él era alto, esbelto y tenía el cabello ondulado y muy negro. Ella era rubia y... Se le hacía un poco familiar. En algún lugar la había vistó antes.
- Ya puede entrar señorita.... -dijo la secretaria, no sabía su apellido así no terminó la frase.
- Dulce - le respondió todavía mirando a la mujer rubia - solo Dulce - se giró - gracias - y entró a la oficina.
Al entrar se encontró con Christopher sentadó en la silla de espaldas a ella mirando por la ventana. Ella lo miró en silencio, evidentemente algo lo perturbaba.
Se aclaró la garganta.- Buenos días.
Al escuhar su voz, Chris se giró e inmediatamente se pusó de pie. - Buenos días, no te escuche entrar.
- Puedo ser muy discreta a veces - dijo encogiendose de hombros.
- Sientate, por favor. - Ella se sentó y él lo hizo después - ¿Quieres algo de tomar?
- No, gracias.
- Muy bien, en ese caso, podemos continuar con lo que ayer dejamos pendiente.
- Si, claro... mmmm... verás, tengo un inconveniente.
- ¿Qué ocurre?
Ella se puso de pie y empezó a caminar por la habitación como meditando.
- ¿Estás bien?
- Si, si. Es solo que....
- ¡Chris! - lo llamó una voz femenina desde la puerta abierta. Él se pusó de pie al instante en que la rubia mujer entraba y se acercaba a él.
- Annie, ¿cómo estás? - dijo cortesmente.
Ella rodeó el escritorio y le dio un sonoro beso en la mejilla.- Muy bien, y ¿tu, Chris?
Chris: yo, pues ahora estoy....
- Esta noche nos la vamos a pasar increible - dijo Annie interrumpiendolo - no tienes idea de todo lo que he preparado para que esta noche sea única e irrepetible.
- Claro, Annie, no me la voy a perder por nada del mundo, pero es que ahora estoy ocupado.
- ¿Ocupado? Yo no te veo haciendo algo. - dijo con completa indiferencia.
- Está ocupado conmigo - respondió Dulce detrás de Annie. Ella se giró y la miró un buen rato.
- Oh, disculpame. No te había visto. Perdón.
Dulce le sonrió. Una sonrisa más falsa que la que le dedicó era imposible. No le agradaba que la mujercita estuviera ahí-. No te preocupes-.
- Bueno, yo los dejó para que continues - se despidió pero antes de desaparcer por la puerta dijo: te espero en la noche, Chris. - Y la puerta se cerró.
- Perdón, disculpa la interrupción- dijo Chris solidariamente.
- No te preocupes, ella ya se disculpó bastante.
- Ella es... bueno, es especial.
- No deberías salir con ella.
- ¿Por qué? - preguntó curioso.
- Es la mujer con la que estaba coqueteando en el restaurante, pero dejame decirte que para desilución tuya ella ya tiene algo con otro hombre. Ella solo va a jugar contigo - su voz era tranquila, pero Dulce estaba furiosa.
Así que notó quien era ella, pensó Chris, al parecer la pintora tenía cierto interes en él; así que decidió saciar su curiosidad preguntando: Es mi imaginación ¿o estás celosa?
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Seduciendo A Un Caballero
Novela JuvenilPara todos Christopher tenía una vida perfecta, no le hacia falta nada. Tenía una exitosa carrera, una casa increible, un carro ultimo modelo y una novia hermosa. ¿Qué más podía pedir? En pocas palabras era un caballero perfecto. Hasta que un día an...