Westwood

29.5K 1.9K 1.8K
                                    

Laura era bonita en todos los aspectos, sus curvas pronunciadas me enloquecían, y sí, había ido a ese lugar solo por mí.

Después de un rato de bailar y convivir con mis amigos y la chica que me acompañaba le pedí a Pau que me acompañara al baño.

—Necesito que te encargues del auto, quizá me vaya con Laura —le informé mientras caminábamos.

—¿Te irás con ella porque hoy tampoco vino Daniela? —volteé los ojos después de que la mencionó.

—No, me iré con ella porque quiero —contradije, —Además ya no quiero conducir, —pronuncié dando por finalizada esa conversación antes de entrar a uno de los cubos del baño.

Al salir me dirigí al espejo, en dónde me encontré con Taylor, quién me miraba con sorpresa, ignorándola lavé mis manos y esperé a que saliera Pau, para mi asombro la chica que salió fue por quién de forma involuntaria había estado yendo a ese lugar las noches anteriores.

Su cabello parecía estar un tanto más largo, su reflejo en el espejo relucía su rostro, ¡Maldita sea! de nuevo estaba pensado en ella.

Paulina salió sorprendida también por la presencia de esas dos mujeres e inmediatamente se acercó a mí.

Salimos de aquel cuarto, pero me detuve a esperar que saliera, no me iría sin antes hablar con ella.

—Considero que es mejor que nos vayamos —dijo recargándose sobre una de las paredes del sitio. Las luces me habían deslumbrado por completo, un ligero mareo estaba jugando en mi contra, debía mantenerme bien en cuanto la viera.

La puerta se abrió dejando salir a ambas chicas por las que esperaba.

—¡Daniela! —La llamé caminando cerca de ella, levantó las cejas y sin mirarme contestó.

—¿Qué necesitas?

—¿Cómo que qué necesito? —la detuve sujetando su brazo para que se girará a verme, —Habíamos quedado de vernos.

—No estoy segura, quizá me estás confundiendo —se hizo la desentendida volviendo a tomar paso entre la gente.

—Tú sabes que no es así —volví a detenerla.

—Escúchame —se acercó más de lo normal para hablar cerca de mí oído, —No sé de qué estás hablando y por favor deja de molestarme —aquello hizo que dejara de sentir ganas por hablar con ella.

—Perfecto —mencioné antes de alejarme.

Mi enojo era palpable, había sido ilusa de pensar que en algún momento se podría culminar lo que empezamos noches atrás, pero si quería fingir demencia, ambas la tendríamos. No me volvería a parar en ese sitio y retomaría la vida que llevaba antes de ella.

Al llegar a la mesa rodee la cintura de Laura, quién al sentirme se recargó sobre mi cuerpo dejando un beso en mi mejilla. Tomé su rostro y acerqué sus labios a los míos, en dónde pude besarla. De un momento a otro ella se giró sobre el banco en el que estaba para sujetar con fuerza mi cadera.

El alcohol se había apoderado de mí y no pretendía controlarlo, profundicé aquel beso con la actriz sintiendo como sostenía con fuerza mi trasero.

—Vamos a mí casa —propuso separándose un poco de mí, moví la cabeza de arriba abajo hipnotizada por sus besos. Sostuvo mi mano y avisando a mis amigos caminamos a la salida del lugar.

—Creo que se me subió poquito —confesé a la chica que tenía a mi lado.

—Yo te cuido —dijo ella volviendo a besar mi mejilla, —Espérame un segundo.

Neptuno 26 | CachéDonde viven las historias. Descúbrelo ahora