Bajé de la camioneta que había aparcado frente a Neptuno 26. Tomando solamente mi celular y pidiendo a Roi que me esperara caminé hacia la puerta de acceso.
En la entrada de encontraba Polo con un cigarrillo entre sus dedos.
—Hola —lo saludé con naturaleza.
—Señorita, buenas noches —rápidamente apago el cigarro y caminó a la puerta para abrirla, —La señorita Daniela acaba de llegar, informó permitiéndome el acceso.
Agradecí la atención notando las luces encendidas, era miércoles, se suponía que no debía existir ningún movimiento adentro.
Subí las escaleras necesarias para llegar a la planta estelar y encontrarme con Taylor, quién dirigía los movimiento de Neptuno, el planeta que yacía al centro de todo ese piso.
—Con eso es suficiente —daba la instrucción al hombre de las luces, quién se encontraba hasta el otro extremo del lugar.
La rubia al darse cuenta de mi presencia me sonrió e inmediatamente se acercó a saludarme.
—¿Cómo estás? —le pregunté atenta a su respuesta.
—Me estoy muriendo de hambre —tocó su estómago ligeramente, —Daniela no tarda en venir.
—¿No ya había llegado? —cuestioné para confirmar la información dada por Polo.
—Sí, pero fue a la oficina —contestó señalando el lugar en el que se encontraban los espacios de trabajo, —¿Tú ya cenaste?
Antes de que pudiera negar escuché como es que se aproximaban a nosotras.
—Volvimos Tay —anunció la persona que acompañaba a Daniela.
Esta última se me quedó viendo, sabía que no era un buen momento para que le preguntará sobre qué hacía con Abisambra, pero igual quería saberlo.
—¿Quién invitó a la nombre de huevo? —la idiota preguntó tal como el otro día, dando por hecho que yo no la escuchaba.
—¡Abi! —la reprendió Daniela sin dejar que le contestara, porque para ese momento la más alta sostuvo mi cintura con sus dos manos y me alejó de ellas. —Hola — cambió el tono de su voz al buscar mi mirada.
Suspiré colgándome de sus hombros para así abrazarla, quería ignorar la presencia de su ex y prestar atención en la llamada que minutos atrás habíamos tenido.
Recargué mi cabeza sobre su hombro sintiendo sus manos enrollar mi cintura, que bien se sentía.
Aunque pareciera extraño, después de la conversación que tuve con Laura y mi estancia en su casa la noche pasada había sido beneficiosa, me refería a que no tenía ganas de estar con nadie más que no fuera la mujer que me abrazaba.
Sintiendo la necesidad de hacerlo terminé ese abrazo en un suave beso sobre sus labios.
Daniela volvió a abrazarme con más fuerza que antes, como si tratara unir sus piezas que hoy habían quedado agrietadas. Entendiendo eso volví a sujetarla, quería ser esa persona que estuviera con ella cuando lo necesitara, además, también yo lo necesitaba.
—¿Cómo te sientes? —susurré tomando un poco de distancia para poder escucharla.
—Ansiaba mucho verte —pronunció sobre mi boca, de nuevo dejaba un beso corto sobre ella, —Lamentó el reproche de ayer.
Negué recordando nuestra pelea ridícula por la foto de Laura.
—Ya no debes preocuparte por Laura —le hice saber mirando una mueca de extrañeza en su rostro, —Hablé con ella sobre ti —nuevamente había fruncido su ceño, —Entendió, ¿De acuerdo? —no quería entrar en más detalles, no quería que esa noche nos disgustáramos.
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Neptuno 26 | Caché
FanfictionMaría José jamás pensó que esa noche su vida cambiaría de órbita y aunque comenzaba a girar en torno a ella, no estaba convencida de fomentar su espectáculo de exclusividad. Historia 100% original. Todos los derechos reservados® PROHIBIDAS COPIAS O...