Neptuno 26 | Caché

Halloween

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—Ya estamos saliendo —dijo mi novia al intercomunicador que estaba en esa pieza.

Al colgar salimos de la habitación con los accesorios y las máscaras en mano, bajamos las escaleras siguiéndola hasta el recibidor. La puerta cumplía el mismo patrón que las anteriores, su color era café y al parecer pesaba más de lo que se veía.

Bajando un par de escalones cruzamos el sendero que llevaba al portón de entrada, Taylor se había rehusado a entrar.

En espera de que Daniela sacará una bolsa de su auto aguardé cerca de la entrada peatonal hasta que volvió a mi lado, encargándose de abrir antes de pedirme que detuviera su máscara.

Al salir quedé alucinada con el auto en el que venía Taylor, un Ferrari negro cubierto en su totalidad con luces de led blancas, básicamente igual a los autos que salían en la película a la que se haría referencia con todos nuestros disfraces.

—Suban —gritó al abrir la puerta, se había puesto la máscara del personaje que eligió haciéndome reír de lo graciosa que era con esa voz tan frágil, pero con un rostro de payaso asesino.

Caminamos al auto observándola bajar luciendo su falda verde neón y su blusa blanca con un par de botones rojos con azul en la parte de en frente, solo para darme un abrazo, al acercarse a Daniela mi castaña salió huyendo mientras le exigía que se sacara máscara.

—Es horrenda —comentó haciéndonos reír.

—Amargadita, esta noche debes estar preparada para todo —le advirtió su amiga al volver a subir al auto para seguir conduciendo.

—Lo sé, pero ese payaso especialmente no me gusta —la ternura de mi novia me hizo querer besarla. No estaba segura de como sobreviviría a la noche si con el simple disfraz de su amiga se había asustado.

—Bueno, al rato me disfrazó de tu payaso personal y te regalo globos en las fiestas —aquel comentario me hizo reír por el hecho de imaginar a Taylor como payaso, —¿También quieres un globo Poché? —preguntó mirándome por el espejo.

—Seguro, que tenga forma de corazón para regalárselo a alguien —dije sin escuchar lo cursi que podría haber sonado eso mientas miraba a Daniela, —Estas hermosa —me distraje atrayendo su cuerpo a mí hasta que nuestras bocas se juntaron y nos besamos.

—Muy lindo y todo, pero recuerden que vengo con ustedes —la risa que provocó Taylor en ambas cerró ese beso en sonrisas, Daniela era lo mejor que me estaba pasando.

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Nuestro llegar a Neptuno fue muy interesante, Taylor había aparcado frente a la entrada y con ellos las personas que tenían intenciones de entrar nos abrieron paso.

—Es momento, amigas —alardeó Taylor volviéndose a poner la máscara de payaso, esperando por nosotras.

Mi mirada se fue a Daniela quién traía un shock interno por los disfrazados de afuera, estaba un poco preocupada por su expresión.

—¿Estás bien mi amor? —asintió permitiéndome darle un pico para después dejarme ayudarla con su máscara, que llegaba al toldo por la corona en picos que tenía; sin olvidarme de encender las mangueras verdes neón en los taches de los ojos y la ilusión de tener cosida la boca di mi consentimiento de que había elegido el disfraz perfecto para ella.

Por mi parte, sujeté la máscara blanca con el letrero de "Kiss Me" en la frente y una boca después de haber estado cosida, al igual que los ojos. Era sencilla, pero a mí gustaba.

Estando afuera nos miramos solo para asegurarnos que estuviera completo el disfraz y lo estaba. Reacomodé el tutú del vestido que traía junto con los tirantes y luego mi vista se volvió a Taylor quién me ofreció un M4A1 dorada, cortesía de la misma tienda de disfraces.