DFW

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Abrí los ojos viendo con detenimiento la habitación en la que me encontraba, aquel cuarto rosa palo era uno en los que solía despertar seguido.

Me estiré tratando de incorporarme, siendo detenida por la chica que estaba a mi lado.

—No pienses en irte —habló aún con los ojos cerrados, —Ya pedí el desayuno.

Después de escucharla me volví a tirar sobre la cama.

—Te extrañaba —habló acercándose a mí, —Digo, hace mucho tiempo no nos teníamos de esa forma.

—Estuvo rico —admití sintiendo como comenzaba a acariciar mi pecho, —¿Despertaste muy temprano? —Negó aterrizando su mirada en mis ojos.

—El equipo de tu papá me llamó, hoy es la lectura del guión —Sonreí con sorpresa, había pasado muy rápido el tiempo desde que hizo el casting para ser la protagonista de esa película.

Laura era actriz, una muy buena; su trayectoria era corta, pero su trabajo siempre era auténtico. La había conocido en el medio un par de años atrás, jamás habría imaginado que trabajara para mí papá hasta ahora que estaba sucediendo.

—¿Te veré durante las grabaciones? —preguntó dejando un beso corto sobre mis labios.

—Tengo entendido que grabarán en México —asintió cambiado su semblante.

—¿No irás? —negué recordándole que yo no me metía en ese trabajo de mi papá, —Nada cambiará entre nosotras, ¿Verdad?

—No tiene por qué —regresé su beso poniéndome de pie en dirección al baño, en dónde me di una ducha, lavé mis dientes y cepillé mi cabello.

Al salir de nuevo a la habitación noté que la comida había llegado. La pequeña mesa que Laura tenía en su habitación fue ocupada por tres platillos.

Desayunamos y en seguida a eso contacté a mí chófer para que fuera por mí, después de veinte minutos me esperaba en la entrada.

-

—Anoche salí pero ya no estabas —habló Pau mientras se acomodaba frente a mí, estaba en una de las mesas que teníamos en el patio trasero, el pastizal verde relucía de la amplitud que tenía.

—Dijiste que esperarías otro rato —contesté metiendo la mitad de otra fresa a mi boca.

—Era obvio que no me quedaría —suspiré mirándola por fin.

—¿Quieres que vayamos hoy? —negué, sabiendo a lo que se refería, pero no quería ir, ya no quería pensar en Daniela, —¿Decidiste pasar la página?

—Algo así —me miró con el ceño fruncido.

—¿Quieres que me quedé contigo? Los chicos volverán al club.

—No es necesario, ve con ellos —la animé mientras seguía en proceso de acabarme las fresas del tazón que tenía frente a mí.

—Ven con nosotros, podrás encontrar a alguien más —insistió comenzando a irritarme.

—Quedé con Laura de ir por la noche —comenté y era cierto, tenía plan con ella.

—Ya entendí —fue lo último que dijo antes de entrar a la casa. Suspiré pensando en que esa chica nunca había sido del agrado de Paulina.

Cuando me quedé a solas dirigí mi mirada a una pequeña fuente de luces, algunas flores; sin querer vinieron mi mente algunos recuerdo que tenía de cuando era más pequeña.

Quise borrar aquello de mi memoria al sentirme débil; así que me levanté de la silla y caminé a mi habitación, en dónde abrí el ventanal que daba directo a la alberca.

Neptuno 26 | CachéDonde viven las historias. Descúbrelo ahora