Luna

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—¿Y qué es lo que quiere? —la chica que estaba a mi lado asomó su cabeza para ver mi teléfono, el cual bloqueé antes de pensar en qué contestaría.

—Nada Pau —me incorporé caminando a lo largo de la habitación.

—Si tú lo dices Garzón —se metió bajo las cobijas dispuesta a dormir.

Ignorándola volví a revisar el mensaje, habían pasado cinco minutos y yo sentía que ya era demasiado.

¿Qué haría? Llegar a Malibú mínimo me tomaría cuarenta minutos.

Suspiré pensando que lo mejor sería no responder nada y por la mañana contestar que me había quedado dormida, esperando que ella se fuera.

Era obvio que iba a enojarse.

Continué mi caminar por la habitación maldiciéndome el estar en Bel Air y no en Malibú, pero igual, ¿Quién pensaría que Daniela llegaría sin avisar?

—Me estas inquietando, ¿Puedes solo dejar de caminar? —se quejó Paulina desde la cama.

Haciéndole caso me quede quieta mirando el teléfono.

Daniela

Está bien si no quieres, entiendo que tuviste un mal día y tampoco te dije que vendría.

Recibido, 03:20 A.M.

Suspiré acomodando mi cabello, evalué nuevamente mi respuesta, pero nada era tan brillante, así que seguiría con mi idea inicial. Dejé el celular sobre el escritorio en el que se encontraba mi computadora y fui para la cama.

Me acomodé en mi lugar echándole un vistazo a Paulina, por fin se había dormido, y la envidiaba mucho por eso.

-

She worked her way through a cheap pack of cigarettes,
Hard liquor mixed with a bit of intellect,
And all the boys, they were saying they were into it,
Such a pretty face, on a pretty neck...

Escuché aun entre sueños, removiéndome sobre la cama

—She's driving me crazy —oí ahora que cantaron cerca de mí, abrí los ojos recibiendo la luz del día, aturdida por el sonido de la música, —But I'm into it, but I'm into it, —visualicé a Paulina terminando de abrir el ventanal, ya se había cambiado, —¡Buenos días! —dijo aún de espaldas, levantando la voz, —¿Descansaste? —se giró en mi dirección para tomar asiento en una de las esquinas de la cama.

—Bájale a la música —le pedí de la misma forma, en seguida se levantó y controló el volumen desde su celular.

En medio de un suspiro me volví a tirar a la cama.

—Ya pedí que fueran preparando el desayuno, para que te levantes —informó cepillando su cabello frente a uno de los espejos.

Ignorándola recordé la noche anterior, me levanté con prisa y fui hasta el mueble en que el había dejado el teléfono.

—¿Vamos? —se paro frente a mí, esperando mi respuesta.

—Me bañaré, en un momento te alcanzo —estructuré en dirección al baño.

Al cerrar la puerta me recargué sobre ella y prendí la pantalla del móvil.

Laura(2)

Buenos días.

Mientras más me sigas evitando, más me seguirás deseando.

Recibido 08:34 A.M.

Neptuno 26 | CachéDonde viven las historias. Descúbrelo ahora