Sin preguntar algo al respecto me puse de pie mirando como dejaba los billetes sobre la mesa y dejando que pasara caminamos hacia la puerta.
Se despidió del hostess y en seguida pidió su auto.
Me subí en esa camioneta para ver el camino a la casa de Malibú en dónde me di cuenta que había decidido tomar otra ruta, la que nos llevaba a admirar la playa sobre la carretera, haciendo que imaginara un par de días a su lado disfrutando de el mar y de su compañía.
Tomé el teléfono entre mis manos al ver que me estaban llamando, era mi papá y seguramente quería confirmar mi presencia en la cena de esa noche.
Cancelé la llamada sin pensarlo, siendo observada de reojo por la castaña que conducía.
—¿Todos está bien? —indagó.
—Mi papá —respondí dejando el teléfono en el compartimiento que se encontraba en medio de los dos asientos.
—¿Cómo va la situación con eso? —pregunto haciendo que me recargara por completo en el respaldo.
—Cruella ya vive con él —suspiré poniendo mis manos sobre mi estómago.
—¡Vaya! —expresó dedicándome una mirada rápida.
—Y hoy hablando con Valentina confirmé que solo está con el por interés —recordar eso me ponía de malas, así que intenté disipar la tensión que comenzaba a generarse volviendo al tema que con anterioridad había quedado inconcluso, —¿A qué otro trabajo te referías antes de salir de Ivy?
—¿A qué se dedica tú papá? —contestó tratando de evadir mi pregunta.
—Yo pregunté primero, así que responde —la miré sonreír mientras negaba.
—No puedes saberlo —dijo tornándose sería.
—¿Por qué? —lancé de inmediato.
—Por que no es un trabajo normal —fruncí el ceño ante su suspenso.
—Puedo soportarlo, ¿A qué te dedicas aparte de Neptuno? —repetí mi pregunta dispuesta a que me la contestara.
—Soy narco —confesó con naturalidad haciendo que la mirara con sorpresa.
—¿Qué? —tragué en seco viendo como aparcaba en frente del departamento, —Repítelo —le pedí quitándome el cinturón.
Giró su cara en mi dirección y aguantándome la mirada por unos segundos comenzó a reír, muy fuerte.
—Es broma —su risa seguía resonando en el interior de la camioneta y mi asombro no disminuía, —Es broma —repitió acercándose a mí.
—Eres una tonta —me quejé relajando mi cuerpo después de saber que era mentira.
—Solo quería ver tu cara, y fue muy gracioso —le hice burla fungiendo estar molesta, —Si fuera narco vendería es cosa o me verías consumiéndola u ofreciéndola en mí antro, pero no es así, no tienes de que preocuparte —finalizó para seguir riendo de mí.
—Ya me había emocionado —comenté desviando mi visita de ella.
—¿Qué? Dices que te gustaría que lo fuera —asentí continuando su broma.
—¿De qué trabajas entonces?
—En una oficina —explicó tomando el volante para girarse en mi dirección.
—Que aburrida —dije volteado los ojos, —Si vendieras droga me sería más fácil conseguirla —fingí tristeza ante todo eso mirando como me veía atenta.
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Neptuno 26 | Caché
FanfictionMaría José jamás pensó que esa noche su vida cambiaría de órbita y aunque comenzaba a girar en torno a ella, no estaba convencida de fomentar su espectáculo de exclusividad. Historia 100% original. Todos los derechos reservados® PROHIBIDAS COPIAS O...