Neptuno 26 | Caché

Soltarte

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Apenas dije mi última palabra mordí mi lengua con fuerza; había dicho lo que toda esa noche estuve meditando y me sentía culpable por haberlo aceptado.

No sabía si Daniela era el amor de mi vida y eso me mantenía confundida, y ahora la había confundido a ella.

—Ese no es problema mío —fruncí el ceño al escuchar su respuesta.

—¿Qué dices? —le pregunté mirándola alzar los hombros.

—Estoy cansada, Poché —suspiró, —Me cansé de esperar un poquito de amor.

—Pero si te quiero —la interrumpí impacientándome, no la había visto tan seria mientras platicábamos al respecto.

—Y está bien, yo también te quiero—rio un tanto irónica, —Y así va a ser siempre —tomó mis manos para sonreírme, —Pero me limitaré a qué lo que tengamos sea como al principio —mi ceja se volvió a enmarcar en espera de que siguiera hablando.

—¿A qué te refieres?

—Cuando nos tengamos ganas —me guiñó el ojo y luego mordió con ligereza su lengua, —En tanto eso no suceda tú vas a estar con quién quieras y yo también.

Sus palabras me tenían consternada, ella no era la Laura de los últimos meses.

—Y ahora quiero estar con Abi —soltó mis manos sujetando su cabello con ellas.

—¿Y por qué ahora sí quieres estar con ella? —ofendida me enojé sin poder controlar lo que estaba sintiendo. Me estaba dando a entender que le valía un carajo.

—No sé, solo lo quiero y ya —miró por detrás de mí quedándose observando en un punto fijo, —¿Vamos con ellas? —propuso dejándome en blanco.

¿Cómo era que de un momento a otro había cambiado de parecer?

—No —respondí retándola con la mirada.

—Yo si iré —avisó, —Viene Daniela —susurró pasando de mí, saludando con eso a la chica que rápidamente posó sus manos sobre mi cintura.

—¿Está todo en orden? —afirmé al sentir su aliento muy cerca de una de mis orejas.

Me giré estando entre sus brazos para quedar frente a ella y observarla a detalle. La amaba, de eso no tenía duda, pero aún sentía un poquito de dolor en mi corazón. Era como si aquello pequeño restará importancia a las demás cosas que ella me provocaba y eso me enojaba.

—¿Todo bien con Laura? —indagó después de algunos segundos.

—Es de la que menos tendrías que preocuparte —mencioné recordando el reciente cambio de la pelinegra.

—¿Y cómo estás tú?

—Bien —me límite a decir dando un pico en sus labios, —¿Vamos con ellas? —sin esperar su respuesta tomé una de sus manos hacía la terraza en la qué la Vale, Taylor, Abi y Laura seguían bebiendo.

—Volvieron —festejó Vale con una copa en mano.

—¿Les sirvo algo de beber? —nos enfocó Taylor, quién ya tenía un tanto alborotado el cabello de los movimientos que hacía con su cabeza mientras bailaba.

Mi vista se posó en Abi y Laura quienes se encontraban platicando entre si, sonriendo una con la otra.

—Sí —volví la mirada a Taylor, tomando la copa de Vale para beberla hasta el fondo luego de sentarme a su lado, dejando a Daniela de pie.

—¿Y tú Dani? —la chica asintió acomodándose en el sillón individual que se encontraba vacío.

—Si, por favor —respondió a Valentina quién sirvió rápidamente otra copa para dársela.