—Gatica, ¿Qué haces aquí? —le pregunté, sintiendo sus brazos enredar mi cuerpo.
—Pochi —pronunció con dificultad.
—¿Con quién vienes Villa? —la voz de Daniela se escuchó a nuestras espaldas.
—Sola, vine por ella —le respondió muy cerca de mí mientras me entregaba su celular.
—Polo, ayúdame —le pedí al muchacho que la mantuviera de pie mientras pedía su auto.
—¿A dónde vas? —Daniela me siguió hasta el valet en dónde segundos atrás nos encontrábamos.
—La llevaré a su casa —comenté evitando su mirada.
Estaba segura de que el le parecería la idea, pero tampoco podía dejar a Laura ahí tirada a la deriva.
—No, yo te llevaré a tu casa —intervino tomando mi rostro para hacer que la viera.
—Ve el estado en el que está, no puedo dejar que se vaya sola —le dije en mi defensa mirando que el auto no tardara, por supuesto su camioneta esperaba por ella.
—Deja que Polo la lleve —sugirió dándole la orden al chico.
—No es necesario, yo puedo hacerlo —la contradije volviendo a verla, —¿Qué te preocupa? —lancé viendo como giraba los ojos.
—Es obvio —habló poniendo una de sus manos sobre mi cintura.
—No planeó dormir con ella —le aclaré viendo como se aproximaba el auto.
—Poché —pronunció.
—Vamos la dos, la dejamos en su casa y después tú me llevas a la mía —le propuse viendo como el gesto de molestia que se encontraba en su rostro se esfumaba.
—Acepto, solo sí ella se va conmigo —pensé en su contraoferta, —O tú llévate la Jeep, pero no irás a solas con ella.
—Daniela... —interrumpió mi queja con un pico sobre mis labios.
Inmediatamente a eso se acercó a Polo y ayudó a que Laura ocupara el lugar del copiloto.
Rápidamente tomé las llaves del auto y me monté en el.
—¿Te veo en Beverly Hills? —pregunté encendiendo el motor.
—Este no era el trato —se quejó llegando a mi costado.
—Tú y tus tratos —me reí pidiendo que dejara de ser celosa y que se subiera a su camioneta para que nos fuéramos.
A regañadientes lo hizo y así conducimos por las calles de California hasta la morada de la chica que estaba a mi lado.
Me bajé del auto para rodearlo y ver la condición de Laura, quién aún estaba despierta.
—¿Hoy sí te quedarás conmigo? —preguntó sujetando mi mejilla.
—Hay que entrar a la casa —respondí tratando de hacer que saliera pero no podía.
—Duerme conmigo —en ese momento sentí sus labios sobre mi cuello.
—¿Ya? —Daniela a mis espaldas hizo que me sobresaltara.
—Ya voy —me quejé logrando por fin sacarla del auto, —¿Me ayudas? —le pedí caminando a la entrada de su casa.
—Lu está adentro —mencionó en mi dirección soltándose de Daniela.
—¿Quién es Lu? —preguntó esta última.
Ignorando su pregunta toqué el timbre de la puerta, en seguida, con ayuda de Laura se abrió y pudimos entrar.
Miré de reojo a Daniela quién visualizaba su entorno con detenimiento.
ESTÁS LEYENDO
Neptuno 26 | Caché
FanficMaría José jamás pensó que esa noche su vida cambiaría de órbita y aunque comenzaba a girar en torno a ella, no estaba convencida de fomentar su espectáculo de exclusividad. Historia 100% original. Todos los derechos reservados® PROHIBIDAS COPIAS O...