DJ

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Los siguientes días fueron por mucho los peores que me vi obligada a vivir.

El yate de mi padre se había extraviado del radar de rescate y desafortunadamente estaba confirmado por las brigadas que se había hundido.

La esperanza que se generó al pensar que ellos tal vez podían haber sobrevivido creció al solo encontrar el barco, pero se esfumó en el momento que especialistas hablaron del tipo de especies marinas existentes en los kilómetros a la redonda del sitio, contando también que sin necesidad de una tragedia así podrían haber muerto ahogados, por el hecho de que no existía tierra firme o islas cercanas, no para que una persona llegara nadando.

La noticia me había caído de peso y aunque mi cabeza no lograba entenderlo trataba de manejarlo de forma tranquila, hasta que después de varias noches me vi envuelta en insomnio que me llevó a enfrentarme a lo sucedido.

Esa noche lloré al no entender porque había sucedido de esa forma, lloré tanto de saber que no había manera de devolver el tiempo para evitar que viajaran. Tenía sentimientos encontrados con mi mamá en específico, jamás habíamos podido tener una buena relación y ya no había manera de remediarlo, se había ido para no volver al igual que Juli.

La impotencia y el incendio que quemó mi alma al recordarme una y mil veces las ganas que mi hermana tenía de comerse al mundo me botaron al suelo.

Ni mi papá ni ellas dos se merecían eso, no, no, no, no.

Los brazos de Mariana rodearon mi cuerpo y con cariño estuvo ahí conmigo hasta que logré tranquilizarme, me consintió, me cuidó, me procuro y fue muy paciente durante las noches que lo necesité.

-

Los días trascurrieron tan lento que no tuve de otra más que llenarme de trabajo, y no solo mi trabajo; al haber transcurrido un mes de la desaparición de mi familia el abogado me citó para informarme sobre el testamento de mi padre.

—¿Estas nerviosa? —miré a la mujer que tomaba mi mano y luego negué, —Si tu papá dejó todo a nuestro nombre debemos ver la manera de cubrir la falta de administración que tendremos por su ausencia, cada una tiene ya sus trabajos en los que debe enfocarse, y luego la constructora de Juli...

—¿Qué? —La detuve antes de que siguiera hablando.

—Sobre los bienes que dejaron, cielo —descarada repitió haciendo que me irritara.

—Creo que en eso es en lo que menos deberíamos pensar —comenté soltándola para dirigir mi vista a la ventana, ella conducía.

—No te molestes, lo digo porque es una realidad que debemos afrontar —trató de justificarlo y volví a negar para que se callara, la cabeza me estaba matando.

Bajamos del auto apenas llegamos a las oficinas en las que se haría la lectura del testamento, mi esposa volvió a tomar mi mano y luego sin hacer más entré al edificio con ella.

...

El mal humor de Mariana no se hizo esperar al conocer el veredicto de la voluntad de mi papá, mi nombre era el único que se encontraba en el papel al que se dio lectura, su molestia se vio tan grande que salió del edificio y se fue dejándome adentro mientras firmaba algunos papeles.

Suspiré por su desplante leyendo en el mensaje que me había enviado.

Mariana

Viajaré a Colombia para atender el asunto que dejé pendiente por lo de la lectura del testamento, nos vemos en unos días por la casa.

Neptuno 26 | CachéDonde viven las historias. Descúbrelo ahora