Capítulo XXX

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En el Perla Negra llegando a la Isla del Naufragio
Gibbs estaba dando órdenes para que todos estuvieran bien despiertos al llegar a la Isla del Naufragio y luego se puso a conversar un rato con Jack. Mientras ellos conversaban, Barbossa conversaba con Tía Dalma, sabiendo que era Calypso.

Barbossa: Nunca reniego de un pacto ya hecho. El fin quedó acordado. Los medios los puedo decidir.
Tía Dalma: (Agarra de la muñeca a Barbossa) Cuidado, Barbossa! No te olvides que debido a mi poder estas vivo ahora! (Comienza a convertir la mano de Barbossa en la mano de un cadáver) Ni lo que te pasará si me fallas!

Ruby se acercó a Barbossa por su espalda con una llama de fuego prendida en su mano y el pudo sentir las altas temperaturas del fuego cerca de su nuca.

Barbossa: Y que tiene qué ver Flama en nuestro pacto?
Tía Dalma: Lo único que te puedo decir es que no estoy sola en esto, Barbossa. (Suelta la mano de manera brusca y se aleja)
Barbossa: (Agarra a Tía Dalma por el brazo) No olvides por qué me reviviste! Por qué rescaté a Jack de su merecido destino! Nueve señores piratas antes te aprisionaron, Calypso! Y ahora necesitas diez para liberarte! (Llama a Pintel y a Ragetti) Maestres Pintel y Ragetti!
Pintel y Ragetti: (Se acercan)
Barbossa: Escolten a este esperpento a la prisión!
Pintel: (Agarra del brazo a Tía Dalma) Por aquí, esperpento!
Ragetti: (Refiriéndose a Ruby) A ella también?
Barbossa: A ella no. No quiero que me queme el barco. Además, ella tiene algo que necesito.

Ragetti ayudó a Pintel a agarrar a Tía Dalma para llevarla a las celdas del barco.

Ruby: (A Barbossa) Veo que todo lo haces por interés, Héctor. Nunca haces favores, solo cuando te conviene.
Barbossa: Y eso es malo? Soy un pirata, lo olvidas?
Ruby: Eso es lo que te hace ser quien realmente eres.
Barbossa: Osea que me apoyas?
Ruby: No exactamente.

Ruby se alejó de Barbossa y se acercó a la proa con la intención de ver con mayor facilidad los barcos al entrar a la Bahía del Naufragio e intentar reconocer el Flor de Loto.

Entrando a la Bahía del Naufragio
Al llegar a la Bahía del Naufragio, todos los piratas que no conocían el lugar, se sorprendieron por la cantidad de barcos que habían naufragado en la zona.

Pintel: (Asombrado) Son cientos.
Barbossa: No ha habido una reunión así en nuestro tiempo.
Jack: (Asustado) Y a todos les debo.
Ruby: Por eso no querías venir?
Jack: (Asiente y le pasa la mano por detrás del hombro)
Ruby: Te echo de menos, Jack.
Jack: Aquí estoy, Manzanita. A tu lado.
Ragetti: Literalmente. (Arrepentido por interrumpir) Lo siento.
Ruby: (A Jack) Sé que estás acá. Te puedo ver. Pero extraño al Jack Sparrow que vi por primera vez en Port Royal. Ese que me llevó a la libertad y me alentó a mostrar quien era yo realmente. Ese que me dijo que me amaba justo antes de morir.
Jack: Tanto he cambiado?
Ruby: Siento que el Jack Sparrow que conocí se quedó en los Doldrums y nos trajimos al Jack equivocado.
Jack: Yo solo trataba de hacer lo correcto para poder estar contigo.
Ruby: Hacer lo correcto no va contigo. Eres un pirata.
Jack: Estás segura?
Ruby: Tú fuiste quien me enseñó a ser quien realmente soy y no cambiar por los demás. Y fue tu forma de ser la que me enamoró. (Riendo) Y tus ojos. Tus profundos ojos oscuros.
Jack: Me perdonas, Manzanita?
Ruby: (Asiente) Te quiero Jack... (Mira a sus ojos) Jackie. (Lo abraza)
Barbossa: (Interrumpiendo) Basta de tanta muestra de cariño, par de tortolitos. La Cuarta Corte de la Hermandad debe comenzar. Vamos a la fortaleza!

Piratas Del Caribe /// Las Llaves Del InfiernoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora