CAPÍTULO II

271 12 0
                                    

Se levantó saliendo casi de un brinco, comenzó a ordenar su cama cuando termino, camino al armario saco una blusa negra de mangas cortas, unos jeans azul y un par de tenis blancos, entró al cuarto de baño casi arrastrando los pies, su energía estaba por los suelos, para ser las 8 de la mañana; abrió el grifo de la regadera, se despojo de su pijama y entró a la lluvia que brotaba, se terminó de duchar lo más pronto, salió se sentó enfrente del tocador tomó la secadora y un cepillo redondo, lo peino fracción por fracción cuando termino tomó su ropa vistiéndose rápido.

Luego termino por despojar su armario completamente, dos maletas enormes estaban tapando el paso al segundo piso, antes de cerrar su habitación, se giró y miró por última vez el espacio su espacio. Aquí se quedaban sus mejores amigos, una parte de su vida de un año como siempre, cerró la puerta y su madre volvió a llamarla.

¡¡HIJA!! Baja ya. Tu padre esta poniéndose histérico porque es tarde... —grito Eve mirando a su ex marido de reojo, mientras este entornaba los ojos con fastidio.

Sí, sí, ya estoy aquí —bajo las escaleras con las dos maletas, le dio un vistazo a su padre que estaba de pie en el marco de la puerta esperándola —Hola papá.

¿Cómo estás hija? —sonrió tomando sus cosas para subirlas al taxi.

Bien, gracias —miro a Richard salir de la casa, mientras se giró y miró a su madre que estaba con los ojos un poco rojos los cuales apuntaban a que comenzaría a llorar —¡Oh! No mamá...no hagas eso... —dijo con suma tristeza.

Cada año que llega el momento de que partas se me encoje el corazón y lo sabes bien, me duele tanto verte ir a otro lugar que no sea aquí conmigo... —se limpio las lágrimas con un pañuelo desechable.

Solo será un año, esta bien regresaré. No es como que me vaya a ir toda la vida y jamás volver —sonrió ante su ironía.

Está bien, prométeme que te cuidarás y que me llamaras... —miró con tristeza a su hija.

Sí, llegando te llamó y llamaré cada día ¿Esta bien? —tomó sus manos y la jalo hacia ella para darle un fuerte abrazo de despedida. Le sonaba que sería un año muy duro para ella misma, de nuevo, tener que afrontar esto sin más disposición.

Camino hacia el auto, abrió la puerta y antes de entrar giro y le grito a Eve.

¡¡SE QUE UN AÑO ES MUCHO MAMÁ, PERO VOLVERÉ AQUÍ!! —levanto la mano y la movió de un lado a otro despidiéndose.

TE QUIERO HIJA. SUERTE. TE ESTARÉ ESPERANDO.








Continuará...

Límite De Amor Parte 1 #wattys2019Donde viven las historias. Descúbrelo ahora