Límite De Amor Parte 1 #wattys2019

CAPITULO LXXXIV

Mas días pasaron hasta que Richard y Elizabeth llegaron a la casa de la pareja para ver en que podían ayudar o necesitar, Lissa les comento a todos la llamada que había recibido, ahora todos estaban seguros que era una venganza para el matrimonio. A David lo consumía el odio por que estuviera jugando con ellos.

—Tranquilos, la policía aún sigue buscando esto no ha terminado, ese desgraciado caerá por que caerá.

—Confiamos en que daremos con él  —aseguro David.

—¡¡Y TU QUE ESTAS HACIENDO POR TU HIJO HOFFMANN!! —dijo Richard bruscamente.

—Richard...deja a David en paz, el también busca y hacen los dos lo más que pueden, sin una seña de los tipos es como encontrar un objeto sin conocerlo —sonrio Eliza a la pareja.

—¡¡CON UN CARAJO ELIZABETH. ESTE TIPO TIENE QUE HACER MAS ES SU FAMILIA. O QUISA SE RINDE ASI COMO ASI!!

—Papá...  —dijo con desgane Lissa.

—Hija —Richard miraba a David con odio.

—Quieres dejar a mi esposo en paz, tenemos bastante con lo que está pasando como para que llegues a complicar las cosas... —se puso de pie y se paró enfrente de la ventana.

—Tu padre es así ya lo sé.

El domingo por la mañana la casa estaba llena de gente, David y Lissa estaban en su habitación, Lissa se estaba peinando y David estaba en el baño dándose una ducha, cuando su móvil sonó, salió del baño y contesto.

—Si —lo que escucho, lo hizo enojar rápidamente, apretaba el puño, no respondía solo escuchaba atento, hasta que despego el móvil de su oído.

—¿Quién era? —lo miro por el reflejo del espejo.

—Un problema con la beneficencia tengo que salir. Si llega la policía de nuevo, diles que tuve una emergencia y que te digan a ti lo que llevan  —se quitó la toalla y se vistió rápidamente.

—Está bien, me llamas cuando termines.

—Si —le dio un beso en la cabeza y salió de la habitación.

David no podía decirle a Lissa que el desgraciado ahora le había llamado a él para hacer un trato con el directamente ahora. Salió de la casa, entro a la cochera, tomo las llaves del primer auto, se subió y arranco lo más rápido que puso hasta el lugar donde le había pedido el tipo, ahora daría lo que tiene por su familia y nadie va destruir eso y menos un imbécil como ese. Después de un largo trayecto llego a lo que parecía un bosque, la carretera pegada a este era muy transitada así que no entendía por qué el lugar, antes de bajarse, saco un arma del asiento, si era necesario matarlo lo haría, se bajó, cerró la puerta y camino unos pasos hasta que un hombre de entre los arboles salió, le hizo unas señas y lo siguió hasta entrar a los árboles.

El tipo se detuvo, miro a su alrededor todo era un campo de golf, pero seguía sin entender por qué en lugares donde hay gente.

—¿David?  —dijo una voz riéndose, un tipo tapado por otros tres hablaba.

—Muéstrate no hago tratos así  &señalo a los 3 sujetos. El hombre salió detrás de ellos, David se enfureció rápidamente.

—No te da gusto ver quien era.

—Siempre supe que eras tú desgraciado, también sabía que tu apellido no era Boulder sino Friedman y sabes por qué lo supe, porque recuerdo perfectamente tu cara cuando arrestaron a tu padre hace algunos años —le dirigió una mirada fría.

—Si...no mal recuerdo por tu culpa. Yo tenía que ser el que se quedara con Lissa no tú.

—Te pesa de verdad que sea mi mujer y mi familia. Pero acabemos con esto ¿Dime que quieres? Y te lo daré a cambio de que me entregues a mi hijo.

—Tu fortuna Hoffmann. Eso fue lo que le quitaste a mi padre y lo quiero de vuelta.

—Por eso has hecho esto ¿Quieres mi dinero? Pues bien —saco su móvil toco la pantalla y se pegó el móvil al oído —Melissa quiero que deposites todo lo que te indique hace 2 días a la siguiente cuenta —tapo la bocina del móvil y miro a Johan —Quiero ver a mi hijo antes de la transferencia.

—Está bien —trono los dedos y un tipo se acercó con un portabebés, con un bebe dormido adentro —Aquí está vivo y sano, transfiere todo ya.

—Melissa te doy la cuenta —estiro el brazo para que Johan tomara el móvil, este le entrego al bebe y lo dejo en el suelo, saco el arma y jalo al gatillo varias veces hiriendo a los 3 tipos y a Johan le dio un tiro en la costilla izquierda haciéndolo caer al suelo.

—¡¡¡ERES UN MALDITO!!! —Johan se tomó el costado que sangraba, sin percatarse David, Johan saco también un arma y disparo dándole en el estómago, David cayó al suelo, soltó un quejido y se arrastró un poco hasta tomar de nuevo el arma y acabar de una buena vez. Cuando la alcanzo apunto y disparo dándoles un tiro en la cabeza.