CAPÍTULO XXXIV

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Lissa giro su cabeza a la salida del jardín y ahí estaba David de pie mirándola, ella trago saliva así que tomo la otra maleta y la saco fuera de la casa para llevarse al chofer; David la siguió hasta afuera, y se acercó a ella.

-¿Te vas?  –miro la camioneta, al chofer.

-Que te importa  –se hizo a un lado y paso de largo hasta su padre que estaba saliendo.

-Hija que te vaya muy bien, espero puedas regresar pronto  –la abrazo fuertemente.

-Si...  -sonrió, aunque en el fondo tenia ganas de contestar "no".

-Lissa te deseamos lo mejor y mucha suerte, solo estas a meses de lograr tu objetivo  –se acercó a ella y la abrazo, en el oído le susurro:  -Esta cajita es un regalo de David, acéptalo  –metió la cajita a su bolso de mano. Se separaron y la miro, solo sonrió dio media vuelta y camino hasta el chofer que le abrió la puerta para subir.

-Vamos Richard los invitados esperan  –dijo Elizabeth para darles un momento.

-Ten no quiero nada tuyo  –extendió el brazo con la caja hacia el.

-Quédatelo es un detalle... ¿A dónde te vas?

-Te dije que, que te importa y lo siento pero no quiero nada que venga de ti.

-Lissa por favor...  –le tomo la mano pero esta se zafo del agarre.

Miro a los lados hasta que miro el auto de él, camino hasta ahí y dejo la caja arriba, se regresó y paso de largo junto a David, subió a la camioneta y el chofer arranco, dejándolo ahí parado mirando el cómo se iba la mujer que ya lo tenía para ella sola. Ella miro hacia atrás y lo miro, comenzó a llorar, pero no por mucho tenía que entender que si él había dado su veredicto ella también podía cerrar ese ciclo con él (si a eso se le llama ciclo).

David entro a la casa y busco a Elizabeth para preguntarle por Lissa.

-Elizabeth.

-Mande  –se giró  –¿Se despidieron?.

-No, ni siquiera me dijo a donde se va.

-¿Por qué?

-Luego te lo cuento, ahora dime a donde se va y por que  -pregunto con tristeza.

-Se va por trabajo del despacho y la necesitan en Los Ángeles, va estar con su mama en lo que se soluciona los problemas que hay allá.

-¿Va a estar mucho tiempo?

-No lo sé, pero tengo entendido que si siguen teniendo mucho trabajo lo más probable es que la dejen allá, le den un puesto y que se gradué también ahí.

-Ya no volverá...  -dijo cabizbajo.

-Probablemente no.

-Bien me voy, despídeme de Richard por favor  –salió de la casa y subió a su auto.

A David le atormentaba la idea pero si era mejor que estuviera lejos de los problemas de ahí, mucho que mejor. Llamo al Hotel y les pidió a Owen y Tamara que se fueran a Los Ángeles, el los alcanzaría para hablar con Lissa.

Y tal como fue el pedido, Tamara y Owen en la noche hicieron sus maletas para irse, David les había dicho que un chofer pasaría por ellos a las 20:00 p.m. para llevarlos al avión privado de David.

David llego a su departamento y dejo las llaves en la mesa de la entrada, entro al despacho y abrió los cajones para sacar sus papeles, salió cuando de repente miro alguien de pie en la ventana y como estaba oscuro no lo diferenciaba, camino hasta la sombra.

-¿Quién eres?

-...

-Eh preguntado ¿Quién eres?  –subió más la voz. Se acercó más y más hasta que le puso una mano en el hombro y lo giro.

-¡¡AHHH!! JODER. DAVID ME HAS PEGADO UN SUSTO  –se quitó los auriculares.

-Maldita sea Jordy...  -dejo en la mesa el jarrón que había agarrado  -¿Qué haces aquí? No que llegabas hasta mañana  –se sentó en el sillón.

-Ah...  -miro con nerviosismo a David  –Si, sí, pero había un vuelo disponible así que llegue rápido...

-¿Qué hacías ahí parado?

-Pensaba ¿Tu como sabias que estaba aquí?  –lo miro con curiosidad.

-Yo no lo sabía, entre a buscar mis papeles, tengo hacer un viaje.

-De trabajo igual no.

-Sí, y no sé cuándo regresare, pero lo hare  –se puso de pie y camino hacia la puerta – Te llamare al regresar.

-Bien.

Salió del despacho y subió las escaleras lo más rápido posible, saco todas sus cosas, no dejando absolutamente nada, excepto por la foto que estaba colgada, esa no se la llevo. Cuando termino le hablo a Owen para decirle que los vería en un rato, había cambiado de opinión y se iría con ellos esa misma noche.



<<En Los Ángeles>>


El avión en el que se había ido Lissa era privado del despacho y en algunas ocasiones lo utilizaban los abogados cuando llevaban casos fuera de NY. A las 21:55 p.m. llego a Los Ángeles bajo del avión y una camioneta la esperaba para llevarla hasta la casa de su madre Eve que la estaría esperando ya que le llamo en la mañana para informarle de su llegada, subió al vehículo y se fue.

Unas cuantas calles más de viaje llegaron por fin a la casa, el chofer bajo saco las maletas y las dejo en el suelo, después le abrió la puerta a Lissa, bajo, tomo las maletas se acercó a la puerta y toco, su madre abrió la puerta rápidamente, la recibió con los brazos extendidos, el chofer de nuevo subió y se fue.

Eve tomo una de las maletas y entraron en la casa, dejándolas en la entrada después de haber cerrado la puerta.

-Me dijiste todo tan pronto hoy en la mañana que no entiendo que haces aquí.

-Recuerdas que te dije que estaba en un despacho haciendo las practicas, bueno el director del despacho me había dicho que aquí en Los Ángeles había otro despacho y que aquí hay mucho trabajo y el personal no abarca así que me envió a mí, mañana por la mañana notificaran a la universidad para que trasladen mis documentos aquí.

-O sea que te vas a graduar aquí  –sonrió.

-Sí, y quizá me den un trabajo fijo  -también le sonrió.

Platicaron un rato más, claro omitiendo el tema de David Hoffman. Después Lissa subió a su habitación y dejo las maletas mientras se lanzaron a la cama, como extrañaba esa sensación de paz y borrón de que no pasó nada, aunque sabe muy bien que no fue así.












Continuará...

Límite De Amor Parte 1 #wattys2019Donde viven las historias. Descúbrelo ahora