CAPITULO LVI

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Lissa abría los ojos con dificultad, la luz de la lámpara era muy intensa así que le molestaba un poco, en un momento vio una sombra oscura, alta y borrosa que se acercó a su lado y la miraba (o eso sentía ella) y la sombra le susurro:

"Tienes que ponerte bien, estoy haciendo todo lo posible por sacarlas de este infierno que están pasando...recupérate te necesito con bien y a mi lado..."

"Esa voz... ¿David?..."

Se levantó de la camilla y siguió la sombra que caminaba hasta el pasillo donde Támara choco con ella.

-Lissa, Lissa ¿A dónde vas?

-Támara es, es David, tenemos que ir con el... -señalaba desesperaba otro pasillo.

-Pero aquí no hay nadie más que tú y yo, quizá son alucinaciones, ven  –la tomo de los brazos y la subió de nuevo a la camilla.

-Era el Támara, era David  –miro de nuevo a la puerta  –dijo que tenía que ponerme bien que está haciendo todo por sacarnos de aquí...  -comenzó a llorar  - ...dijo que me necesita a su lado...

-Ay...Lissa...  -la miro con tristeza –quizá sea el de verdad tu amor verdadero...David no está aquí  –miro como Lissa se limpiaba con la mano las lágrimas –pero...estará por aquí y vendrá ayudarnos. Mientras ¿Crees tener fuerzas para caminar y escapar?

-Es nuestra oportunidad entonces sí, hare lo que sea para salir de aquí.

-Veré como estará la situación para nosotras y solo cuando haya oportunidad vendré y nos iremos ¿Esta bien?

-Si –afirmo decidida.


Owen y David estaban casi por llegar, pero estaban desesperados, si por ellos hubiera sido se lanzarían del avión, pero eso sería mala elección, y esto los tenia jodidos a los dos.

David parecía que escuchaba en ratos la voz de Lissa pidiéndole que la sacara de donde estaba, que ya no quería estar ahí, y el terror se apoderaba de el en pensar como estaría en ese momento.


Mientras en el hospital Támara caminaba de un lado a otro mirando y descartando posibles huidas por ciertos rincones o puertas, la noche cayo, planeaban irse esa misma tarde, pero ninguno de los tipos se iba, estaban sentados en la sala, pero en algún momento se tendrían que descuidar. Uno de ellos se levantó y sacón un móvil para hacer una llamada

-¿Si?

-¿Cómo vas? Ya estás aquí en México

-Voy bajando de el

-Bien, escucha, te dejare una cosa en un lugar para que estés tranquilo de que no hemos hecho nada con tu novia y con la otra mujer. Te mandare la ubicación para que vayas

-Está bien. Pero déjame hablar con alguna.

-Solo debo decirte que una ahora no puede responder, y la otra no está aquí cerca, nos vemos

-Pero... -colgó la llamada, dejándolo con la palabra en la boca.

Tal y como había dicho, el sujeto le dejo una grabación, afuera del lugar más conocido en México, la Basílica de Guadalupe, David cuando se bajó del Uber en el que iban, camino hasta la iglesia enorme con iluminación a la redonda, camino más hasta encontrase con una caja fuera de la puerta de la iglesia, levanto el objeto y se regresó:

"Qué tipo de hombre es para haber dejado esto fuera de una iglesia y a esta hora..."

Subió de nuevo al Uber y mientras el conductor los llevaba hasta el Hotel donde pasarían la noche, abrió la caja y miro que era un móvil

-¿Tendrá algo adentro? O llamaran ahí

-No lo sé –tomo el móvil lo prendió y comenzó a buscar en él, hasta que encontró un video grabado a las 20:40 p.m.

-Eso fue hace casi unos 10 minutos –Owen miro a David, este reprodujo el video y comenzaron a mirarlo


A la mañana siguiente como a las 9:00 el sujeto le llamo a David pero este no respondía la llamada, decía que el número estaba fuera del área de servicio:

"Vaya hombre, sí que te importa mucho tu Lissa"

El tipo les llamo a los demás hombres que trabajan para él, para decirles que buscaran a David, y que cuando los encontraran se los llevaran.

Esa misma mañana David y Owen salían del Hotel, a seguir buscando mas pero el D.F era grande por dónde empezar, el video no les decían mucho, solo era Lissa con Támara aun lado durmiendo en lo que parecía ser el avión cuando las llevaron a México. En ese momento subían al Uber cuando unos hombres altos se acercaron a ellos y los detuvieron.

-Ustedes son David Hoffman y Owen Pearce

-Si –dijeron a coro.

-Vengan –cerraron la puerta del vehículo y siguieron a los hombres hasta una camioneta negra que los aguardaba.










CONTINUARA...

Límite De Amor Parte 1 #wattys2019Donde viven las historias. Descúbrelo ahora