CAPITULO LIII

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Salieron de la casa rápido y un auto paso por ellos para llevarlos hasta el lugar donde se las había llevado.

Mientras lejos de ahí, Támara abría los ojos, los sentía muy pesados, no podía moverse estaba sentada y amarrada a una silla, enfrente de ella estaba Lissa de la misma manera solo que seguía dormida.

"Esos desgraciados se mueven rápido, malditos lo planearon muy bien..."

-Lissa –susurro.

-mm... -movía la cabeza.

-Lissa por favor despierta –susurro de nuevo.

-¿Q-Que pasa...?

-Nos tienen secuestradas –jalaba las manos para tratar de libere.

-Ta-Tamara que nos van hacer –lloro sin más.

-No-No-No, no llores, todo saldrá bien, deben ya estarnos buscando y saldremos de aquí ya lo veras –jalo otra vez las cuerdas cuando la puerta se abrió de golpe.

-Vaya ya despertaron mis preciosos y hermosos "Diamantes" –sonrió con maldad.

-ERES UN MALDITO –grito y el tipo de le dio una abofeteada dejándole la mejilla irritada.

-CALLATE ESTUPIDA, NO PUEDO CREER QUE HALLAN FALLADO MIS HOMBRES PARA MATARTE –grito.

-PUES PIENSALO BIEN CABRON, NADIE SABE HACER TU PUTO TRABAJO. SON UNA BOLA DE INUTILES COMO TU –escupió las palabras, mientras Lissa miraba al hombre que no terminaba de creer.


Eve y David llegaron al hospital, se bajón del auto encontrándose con la gente de seguridad, escucho con atención lo que le decían los guardaespaldas, los policías hacían preguntas a todo mundo y David les contaba lo que sabía de Támara.

En donde Támara y Lissa estaban era un cuarto horrible, con las paredes mancadas, las sillas donde ellas estaban sentadas y nada más. Un hombre medio gordo entro y dejo dos platos en el suelo, cerró la puerta y se acercó a ellas para desamarrarlas. Mientras ellas comían los dos sujetos hablaban en una sala.

-Y ahora que –jugaba con el vaso de whisky que traía en la mano.

-Nos vamos –camino hasta el sofá donde estaba el hombre rubio.

-¿A dónde?

-A México ya está el avión esperándonos, allá será muy difícil que las encuentren.

-BUENO YA ESCUCHARON LOS DEMAS, NO VAMOS, TRAIGAN A LAS DOS MUJERES Y LAS COSAS PRONTO –salieron todos hacia diferentes lados.

Richard ya había sido avisado de lo que pasaba y de lo que paso, así que tan rápido como pudo llego al Hotel donde Owen con Támara se hospedaban.

-David estoy preocupado –miro a los policías que entraban y salían.

-Tranquilo los van encontrar –puso su mano en su hombro. En ese momento entro Richard furioso mirando a David desde la entrada del Hotel –No puede ser esto va a empeorar.

-SE LLEVARON A MI HIJA POR TU CULPA. QUE DEMONIOS FUE LO QUE HICISTE DESGRACIADO –paso de largo de Eve.

-Richard no grites. Y no estamos para peleas, todos tenemos cosas que hacer mientras aparece Támara y Lissa –miro a los policías y guardaespaldas.

-¡NO! LA POLICIA HARA ESE TRABAJO, PERO TU...TE LARGAS DE AQUÍ –lo tomo del brazo y lo jalo, provocando de nuevo el dolor. Eve al mirar esto camino hasta ellos y tomo del brazo a Richard

-Suéltalo –lo miro furiosa

-COMO DEFIENDES AL TIPO QUE PROVOCO EL SECUESTRO DE TU HIJA –grito

-Te he dicho que lo sueltes –levanto su mano y le dio una bofetada a Richard –NO FUE CULPA DE EL LAS ENGAÑARON Y ELLAS CAYERON, POR ESO PASO LO QUE PASO, ENTIENDELO DE UNA MALDITA VEZ Y DEJA AL POBRE DE DAVID –grito eufórica, David la tomo del brazo y se la entregó a Owen para que la sacara de ahí, Richard miro a Eve irse mientras David se acercó a él.

-No me importa el enojo que tengas, no me importa lo que me hagas, pero si te lo voy advertir la próxima vez que escuche tu maldita voz te daré la golpiza de tu vida. No eres el único preocupado, angustiado, no nada más es tu hija, también es de Eve.

-Y también es la prometida del señor Hoffman –dijo un oficial que estaba detrás de él.

-¡¡¡QUE CARAJOS A DICHO!!! –miro con enojo a David mientras que este hubiera preferido que nadie soltara nada de eso ahora.

-Te calmas o mejor te largas tú decides –Eve lo fulmino con la mirada.

-Por qué mejor no ser larga este –señalo a David que o miraba impaciente al saber que no se callaría.

-David hará lo que sea por traerla de regreso, bien junto con la otra chica, confió en el demasiado –lo miro con amabilidad reflejada.

-Gracias Eve.

Límite De Amor Parte 1 #wattys2019Donde viven las historias. Descúbrelo ahora