Límite De Amor Parte 1 #wattys2019

CAPÍTULO XII

Un hombre de 1.70 de estatura, con un cuerpo ejercitado pero nada exagerado, de piel blanca, cabello rubio, de unos ojos grises preciosos y con un traje color vino impecable. Entró a un bar cerca de unas oficinas en Houston; Texas. Su compañero y amigo se había ido a ver su hermano así que le habían tocado reunirse con otros allegados. Saco su móvil y le llamó:

-¡Hey! Que pasa

-Mi hermano ¿Ya llegaste a tu destino?

-Así es, llegue hace rato al departamento, pero el no está, anda ocupado ¿Como van las cosas por allá?

-Apenas llevas un día que te fuiste y ya preguntando por nuestro negocio -miro a dos mujeres sentadas a su derecha.

-Ya se pero es lo mejor que nos sale.

-Eso es verdad. Bueno tenemos a unas posibles candidatas pero todavía no están trabajadas.

-Aun queda pendiente la que esta desaparecida

-En esto así es. Y la desaparecida solo hay que confirmar que este en un lugar mejor, descansando.

-Bien, bien. Pero antes de eso, solo hable con ella por lo último y se acaba ¿Estamos?

-Claro, claro. Se me había olvidado si ves alguna por allá ya sabes que hacer.

-Si no te preocupes esto seguirá en pie. Te dejó porque tengo que ver algo y tengo que terminar de instalarme, te llamó después.

-Perfecto, nos vemos -colgó y guardo de nuevo su movil.

Una mujer muy atractiva de un cuerpo perfecto se me acercó y así empezó mi perfecta y selosa noche de placer que le aguardaba con esa mujer.

Los dos días se hicieron muy pesados para David, la beneficencia esta siendo muy bien apoyada por la gente y la cadena de Hoteles esta yendo muy bien, claro incluyendo el estudio de fotografía hacia las campañas de publicidad.

Él salió de darse una ducha, mis maletas ya estaban hechas y pasarían por mí a las 10:30 a.m. para regresar a New York de nuevo.

A la hora exacta llegaron por David, se fue directo al aeropuerto para irse. Se sentía ansioso por llegar sabiendo que Lissa iba a estar conmigo en la noche del domingo sería perfecto para acercarme más con ella.

« Deseo tanto con ella. Es la mujer perfecta para mí... ¿Dónde, dónde habías Estado todo este tiempo?... ¿Realmentete había Estado esperando? Realmente no sabía que estarías por aparecer si apuesto todo hacia ti también corro el peligro de perderlo, pero al menos lo abre intentado Lissa... » pensó.

Después de unas horas llegó David a New York y llegó directo a su departamento. Cuando las puertas del ascensor se abrieron, Madison la encargada de la limpieza del departamento lo esperaba para subir sus cosas a su habitación.

-Señor Hoffmann, bienvenido.

-Gracias Madison.

-Señor lo espera... -una voz detuvo sus palabras.

-Hey David -un hombre alto, de cabello castaño oscuro, piel blanca, de ojos azules como los de David y traje gris, salió de la cocina.

-Gracias Madison -sonrió y subió las escaleras, mientras su hermano Jordy se acercaba a él.

-Bien, bien ya sabes la agencia esta llenisima de trabajo -dijo mientras le daba un abrazo.

-Ya lo sé, yo estoy igual. Por cierto que bueno que estas aquí, este domingo habrá un evento de subastas de arte para la beneficencia me gustaría contar con tu presencia en el evento.

-Sin duda estaré ahí.

El sábado por la mañana Lissa se levantó, tomó su movil, le marco a una de sus amigas de la Universidad para pedirle que la acompañara a ir a comprar un vestido espectacular para el evento del día siguiente, y su amiga no se negó al contrario le grito por la bocina y casi la deja sorda.

Salto de la cama, corrió al baño a darse una ducha, bajo a desayunar con Elizabeth a la cual le platicó de la invitación al evento y omitió a David no querías decirle que él le había llamado para invitarla.

Al medio día salió de la casa con su amiga rumbo a las tiendas en donde encontrar un vestido digno del evento.

Entraban a infinidad es de lugares hasta que por fin parece que encontró lo que quería. Una de las trabajadoras las guió hasta los vestidores, le mostro el vestido largo color rojo con unos detalles negros, sin escote, ni mangas, con una abertura de la pierna derecha

«es perfecto» pensó mientras miraba emocionada el vestido.

Después de ponérselo, confirmó que era el que deseaba, así que lo pago y después pasaron a una tienda de zapatos a juego con el vestido y si se podía algún otro accesorio. El tiempo se les paso tan rápido que llegó demasiado tarde a su casa.

Al abrir la puerta y Elizabeth mirarla con las bolsas de compras corrió hasta ella, dejando a Dylan jugando en el suelo.

-Lissa ¿Se te ha ido el tiempo? Tu padre llegó preguntando por ti y he tenido que decirle que habías salido recién -dirigió una mirada rápida a las escaleras.

-Lo siento Elizabeth, me tomó más tiempo de lo que pensé, pero ya tengo lo que usaré mañana en la noche en el evento -le hizo señas de que la siguiera hasta su habitación.

-David...¿Estaras con él? -pregunto derrepente al entrar a la habitación.

-No y no creo que se me acerce, yo fui invitado por un invitado, un abogado -depósito las bolsas en la cama. Y comenzó a sacar las cosas de ahí.

-Pues yo pienso que si se te acercara mínimo a saludarte -sonrió.

-Quizá...

-Le vas a encantar. Él es guapo y tendrá buen gusto al fijarse en ti -le sonrió alegremente.

-¿Que me estas dando a entender? Sabes que...

-Solo digo que él es un hombre muy atractivo y tu una mujer muy guapa -levanto las manos, tratando de libra se de comentarios de Lissa.

-No... -pensó por un momento -No, eso no pasará el necesita una mujer hermosa no una estudiante a medio terminar...

-Sé que él se siente atraído por ti y a ti te gusta él, sino no hubieras ido a comprar un vestido que por cierto debe haber costado mucho

-¿Quieres ver el vestido? -lo saco de la bolsa dejándolo en la cama tendido. Saco las zapatillas y los accesorios.

-Y así cambias de tema para no responderme -señalo el precioso vestido -Aquí acabas de decirme más que en palabras. Con esto serás el ideal de su mujer perfecta.

-Elizabeth...

-Te veras muy bien

-Gracias.

Continuará...

Seguiré editando...espero les este gustando mucho y gracias por las personas que me siguen y dejan su voto.
Gracias por su apoyo.