CAPÍTULO XXV

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No perdió detalle de todo, observo con atención a su alrededor, camino hasta la sala y una voz que venía de la cocina la saco de su admiración por el lugar

-¡Hey! Llegaste por fin -sonrió él.

-Si...aqui estoy -se rió nerviosa -Gracias por el gesto de la invitación.

-No hay nada que agradecer. Me permites -estiró la mano hacia ella, para que le entregará su mochila y unos libros que traía en el brazo.

-¡Oh! Gracias David.

-Adelante cometemos ahí -señalo la cocina donde a paso lento llegó Lissa mirando la enorme isla, la estufa, los muebles, el refrigerador dignos de un millonario.

David se acercó un se pasó detrás de la barra poniéndose frente a ella.

-¿Y qué comeremos? -curioseo ella.

-Lasaña, es algo que me sale bien, bueno eso dice mi hermano -soltó una carcajada.

-Entonces tu hermano tiene mucha razón -sonrió.

-Espero. Ya le falta poco -se dio la vuelta y camino a la estufa.

-Y...¿Tu hermano también trabajó contigo?

-No, él tiene sus negocios. Solo un par de veces hemos chocado en ese ámbito.

-Ah... -jugueteo con la servilleta en su regazo -¿Quieres que te ayude en algo?

-No, no, eres mi invitada ti quédate aquí.

Pasado un rato, ya estaba todo servido y sentados los dos degustando, hablaron de los negocios de él y las clases de ella, sus prácticas en el despacho.
Llegó Jordy al departamento se encamino a la cocina y miro a la pareja que de encontraba comiendo. David lo miro y se puso de pie.

-Pensé que no llegabas -le dijo David.

-Lo siento tuve un contratiempo. Lissa ¿Cómo estás? -se acercó a darle un beso en la mejilla y después tomó asiento a su lado.

-Bien gracias ¿A ti que tal te va? -se limpio los labios con la servilleta.

-Bien, demasiado trabajo aquí en New York... ¿No creen? -sonrió.

-Si definitivamente. Parece la ciudad de los esclavos al trabajo o algo así -admito David.

-Bueno Lissa, aquella noche de la fiesta no pudimos establecer una plática como se debe, pero mi hermano me contó que estudias aún ¿Para que te estas preparando? -pregunto Jordy, mientras David le servía un trozo de lasaña.

-Estoy estudiando para abogada en Derecho Penal -tomó la copa de vino.
-Vaya, en el momento inesperado puedes encerrar a quien sea y cuando quieras -soltó una risa.

-Jordy... -dijo David con una voz de advertencia.

-Te imaginas, a ti te metería a la cárcel por intento de seducción o acoso.

-Am...yo no haría eso. David ha sido muy amable conmigo -lo miro mientras él le sonreía con encanto.

-Esta bien entonces simplemente serás una reina del poder -en ese momento sonó el móvil de Jordy y David no pudo decirle lo que tenía planeado, le molesto demasiado que hiciera ese comentario.

-Será mejor que salgas de aquí... -tomó los platos y los puso en el fregadero -Ya...

Jordy se levantó del taburete y salió de la cocina subiendo las escaleras hacia su habitación.
David se paro enfrente de Lissa la cual miro hacia donde había ido Jordy hace unos segundos.

-¿Quieres ver mi recámara? -la miro con picardía y intensamente.

-Y-Yo...no...David -lo miro con el rostro llegó de vergüenza.

-Es una broma, no quiero hacerte sentir incómoda -le sonrió con simpatía -Lamento el mal rato con mi hermano -señalo con el pulgar las escaleras -Debo decir que Jordy cree que soy igual que él un Casanova, un mujeriego, no toma a ninguna en serio, y tampoco ninguna se le escapa.

-Tú y él son muy atractivos, así que todas deben morirse por estar con ustedes... -lo observo nerviosamente.
-¿Y tú? ¿Te mueres por estar conmigo? -le sonrió provocativamente.

-Eso se llama seducción -señalo su pregunta formulada.

-Estoy de acuerdo -afirmó -Bueno pues ya es un poco tarde, tengo que llevarte de regreso a tu casa sino a Richard le da algo -camino a la mesa de la entrada, tomó las llaves de su auto y tomó las cosas de Lissa.

-Gracias -estiró la mano hacia su mochila pero David no se la entregó.

-Tu mochila me la llevó yo, tengo años sin llevar una -movió las cejas de arriba abajo.

Caminaron al ascensor, las puertas se abrieron, entraron, David presionó el botón y bajaron hasta el estacionamiento, el ascensor se detuvo y se cruzó de brazos mirando a Lissa.

-¿Qué pasa? -pregunto.

-¿Estas segura que no te incómodo que Jordy hiciera el comentario? -lado la cabeza.

-No. Aunque nunca me había topado con alguien tan gracioso y con el apodo que me puso, pero no tengo problema.

-Bien, entonces vamos.

«No sé si esto vaya a estar bien, pero debo, debo intentarlo por una vez mas»


Poco a poco se fue acercando a ella, su respiración la sentía justo en el rostro, David puso su brazo en la pared, luego la tomó por la cintura con la otra mano, acercó su rostro más, hasta que ella cerro los ojos esperando el ansiado beso; David la miro y la anhelo tanto que le costaba mantener sus latidos de su corazón tranquilos, al fin puso sus labios en los de ella, el beso fue dulce, tierno, suave, sin prisa alguna, con amor...
Paso sus manos por sus hombros grandes y muy fuertes al tacto, hasta rodear su cuello con sus brazos, el colocó sus manos en sus caderas y la pego a él.

«Dios mío, que nos pasa, que me pasa a mí, porque siento todo esto por él...me siento completa. Como si hubiera encontrado el pedazo que buscaba»













Continuará...

Límite De Amor Parte 1 #wattys2019Donde viven las historias. Descúbrelo ahora