CAPITULO LIV

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La noche ya había caído, desde el aviso de la tarde hasta las 12 de la noche hora que marcaba el reloj del Hotel, todos había estado buscando lugares posibles, casas en abandono, terrenos lejos de aquí, parques pero ni señal y ni rastro de ninguna persona, la pregunta que todos se formulaban ¿A dónde llevárselas? Cada minuto era muy tenso el cual se hacía pesado por no encontrar nada que los hiciera avanzar.

Nadie durmió el resto de la "noche", no se podía conciliar el sueño sabiendo cómo estaban las cosas; a David le hubiera gustado saber cómo estos tipos se convirtieron en lo que son para ser un monstruo con las mujeres como su padre lo fue con su madre ¿Qué daño mental o emocional causa ese tipo de acciones con los demás? Subía y baja a la habitación de Owen que estaba en la ventana mirando las oscuras calles de Los Ángeles alumbradas con unas simples lámparas.

Un rato antes David había hablado con unos policías que había salido hacer las búsquedas, pero seguían sin darle esperanza de encontrarlas pronto, los minutos se comían la angustia, el miedo, el temor de que entre más pasara, mas daban crédito a que quizá les harían algo peor. Todo era desesperación no había más que hacer, decían los oficiales que los secuestradores se tendrían que comunicar de un momento a otro.

-David...de verdad que esto es lo peor –se dejó caer en una silla.

-Las van a encontrar –se recargo en la pared mirando hacia la ventana.

-Tendrá que cometer algún error y ahí es cuando daremos con ellos, terminaran encerrados por el resto de su vida –guardo silencio.

-Así será –soltó un suspiro.

En ese momento el detective al cargo del caso llego a la habitación donde ellos estaban y toco la puerta.

-Adelante –la puerta se abrió y entro el hombre.

-Señor Hoffman ¿Podemos hablar con usted?

-Si claro –Owen se puso de pie y se paró aun lado de David.

-Señores podrían responder algunas preguntas de rutina en estos casos –miro con interés a los dos hombres.

-Por supuesto –Owen miro a David y este asintió con la cabeza.

-¿Qué relación hay entre las dos mujeres y ustedes? –Owen miro a David de nuevo y este respondió.

-Lissandra es mi prometida

-Támara es mi novia.

-¿Ustedes sabe si estaban metidas en cosas ilegales? –David se sintió molesto por lo que insinuaba el detective.

-NO. Y es peligroso que insinué eso de una universitaria apunto de recibirse de abogada –dijo enojado.

-Támara está en peligro desde hace mucho, la tenían amenazada, hace unos meses la intentaron matar dejándola tirada en la nada, con graves heridas

-Una será abogada y la otra sufrió violencia a tal grado de casi morir –escribió en una hoja todo lo que le respondían –Caballeros entiendo que este procedimiento sea molesto, pero tenemos que descartar que lo que ha pasado, no haya sido un ajustes de cuentas

-Señor Hoffman ¿Tiene usted personas que le quieran hacer daño a usted y a Lissa?

-Puede que mi padre...

-¿Dónde está el?

-No tengo ni idea. Tengo años de no verlo.

-Señor Owen ¿Conoce el nombre de los tipos que intentaron matar a su novia?

-No, pero describe a los dos cerca de los 24 años, de piel blanca, de 1.80 o menos de estatura, uno de cabello castaño y el otro de color rubio.

-¿Existe alguna denuncia hecha por parte de ella?

-Si.

-Entonces manera esto a la oficina y que busquen a todos los sujetos con estas características que son pocas pero pueden ayudar.

-Gracias –salió el oficial de ahí, dejándolos solos.


*******


Lejos de ahí, en una casa grande estaban Lissa y Támara siendo sacadas de ahí, las llevaron hacia otro lugar donde un avión privado los estaría esperando para llevarlos lo que parecía ser un lugar lejano; Lissa recordó a su madre a David ¿Cómo estarán ahora? Lo enojado que debe estar porque paso esto.

Subieron todos los autos y condujeron lo más rápido para salir de ahí lo antes posible, ya tenían todo y su huida seria perfecta sin levantar sospechas de nada ni de nadie.

David comenzaba a pensar en quién demonios podría a ver visto lo que paso en el estacionamiento, o que tan zoo alguien pudiera identificar a los tipos, o cualquier cosa por que los hiciera avanzar ya.

En ese momento su móvil sonó era Tom Johnson el padre adoptivo de Jordy, que por cierto tenia rato que no sabía de él.

-Tom ¿Cómo estás?

-Bien David, te molesto para preguntarte por tu hermano, tengo semanas que no sé nada de él.

-¿No te ha llamado para nada?

-No

-Hace unos días lo vi pero ahora que lo dices ni yo sé dónde está, tengo unos problemas y debo decirte que no se nada

-¿Estaba en tu departamento?

-Sí, pero yo tuve que hacer un viaje a Los Ángeles y aquí estoy, cuando me fui lo deje ahí, pero hace unos 4 días lo vi en el hospital cuando fue a verme.

-¿Estas bien?

-Si nada grave, un accidente de tráfico, pero ya estoy bien

-Gracias al cielo que estas bien. Entonces si llegas a verlo dile que se comunique conmigo lo antes posible

-Si Tom  –colgó y se guardó el móvil, pensado en donde estaría su hermano, quizá en un trabajo de última hora y estará por ahí en algún lugar con alguien.












CONTINUARA...

Límite De Amor Parte 1 #wattys2019Donde viven las historias. Descúbrelo ahora