Límite De Amor Parte 1 #wattys2019

CAPITULO LXVI

Después de toda la tarde ver, seleccionar y descartar mesas con arreglos, regreso a casa con Eve.

—Preparo la cena hija —dejo las llaves en la mesa de la entrada.

—Gracias —se dejó caer en el sofá, se quitó los zapatos y en ese momento le sonó el móvil; abrió su bolso y lo saco mirando en la pantalla el nombre de "Mi Prometido".

—Hola cariño

—Hola Dav...

—¿Te escuchas mal? Te pasa algo.

—No, no, estoy bien es solo que estoy cansada acabo de llegar con mi madre de ver lo restante de la boda.

—Vez es demasiado, debiste contratar a la organizadora.

—Dav son solo detalles mínimos, lo más grande e importante ya está listo, por cierto me han dicho que ya debes ir a las medidas de los trajes.

—Pero si faltan unas semanas.

—Si, 5 para ser exactos.

—Bueno...iré en estos días lo prometo. Sabes que te echo de menos verdad...

—Y yo igual Dav...

—Cuando ya estemos casados y regresemos del viaje ¿Dónde viviremos en New York o en Los Ángeles?

—Aun no lo he decidido.

—Podríamos comprar una casa aquí en New York, vendríamos cada que hubiera oportunidad o de vacaciones incluso, pero nuestra casa oficial seria en Los Ángeles.

—Conociéndote compras la casa más enorme que encuentres en el mercado.

—No, tú la elegirás, dejare eso en tus manos pero para eso tendrás que venir aquí.

—Está bien, pero estas seguro de vivir en Los Ángeles

—¿Por qué lo dices?

—La beneficencia está allá. Y...tú hermano está ahí también.

—Tengo muchos trabajos así que no debes preocuparte, en Los Ángeles también tengo un negocio. Y en cuanto a lo de Jordy... no te preocupes a él también lo seguiré viendo de vez en cuando...

—Está bien.

—Deseo ya casarme contigo —dijo en voz dulce y sincero.

—¡¡Pues yo quiero mi noche de bodas!!

—Lissa...Eve te escuchara pensara que soy un descarado.

—Vas a ser mi marido ¿no?

—Si...

—Entonces no hay por qué alarmarse. En fin te dejo, voy a cenar, te llamo luego.

—Te quiero Lissa. Buenas noches amor mío.

—Te quiero Dav. Buenas noches... —finalizaron la llamada y Lissa entro a la cocina para cenar junto a Eve.

Cada día paso más y más rápido hasta que estaban a tres días de la boda, las invitaciones estaban entregadas, el salón listo, la decoración, mesas y sillas listas, la iglesia preparada, solo el vestido de novia estaba por verse.

Lissa llego a su trabajo, cuando el director del despacho la esperaba en su oficina, ella entro, le preocupa que algo haya pasado para tenerlo ahí, dejo sus cosas y se sentó enfrente de él.