CAPITULO LXII

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Salieron todos hasta los autos, el abogado se despidió de la familia y de David.

-Yo vengo en mi auto –señalo el Mercedes Benz estacionado

-Entonces que Lissa se vaya contigo, tenían mucho que no se veían –Eve empujo a Lissa hasta acercar a David, haciendo que la tomara de la cintura rápidamente.

-Si me parece bien, los esperamos allá –siguieron caminado hasta la camioneta de Richard, dejándolos solos.

-Te eche de menos... -acaricio sus rizos de su cabello largo.

-Yo también, de verdad que me había entristecido que no fueras a estar aquí conmigo... -miro el ramo de flores que tenían colores muy vivos y un aroma perfecto.

-Eres lo más para mi Lissa... - puso sus dedos en su barbilla y le levanto un poco el rostro, se acercó a ella, hasta que planto sus labios, la beso con ternura, mientras ella lo acercaba más.

-Dav... -dijo entre besos, se separaron un poco y Lissa lo miro –¿Es hoy?

-¿Hoy? –pregunto confundido.

-Tendremos relaciones hoy –pregunto mirando los hermosos ojos azules que se dilataban poco a poco.

-No me esperaba eso en lo más mínimo ¿Es una propuesta indecorosa Abogada? Pero podría hacer una excepción... -paso sus dedos por el cuello de Lissa, provocando escalofríos en su cuerpo -...Pero tengo otra perspectiva al respecto.

-¿Cómo?

-Quiero que nos entreguemos, después de que nos casemos. Soy anticuado, recuerda cuanto tengo –sonrió

-Estas de broma, ¡¡Cuando nos casemos!! ¿De verdad? –pregunto sorprendida.

-No hay prisa, yo no la tengo –afirmo

-David...he pensado en eso durante estos últimos meses... -David la miro sorprendido por lo que oía.

-¿Me has estado imaginando sin ropa? –pregunto –Debo sentirme como un objeto sexual entonces... -dijo provocativamente.

-Ay David, mejor vámonos –camino hasta el auto de David, este la siguió le abrió la puerta y después se subió el, arrancando el auto.


Los invitados llegaban a la casa de Eve, todo estaba en el jardín, con mesas puestas donde ya algunas personas estaban sentadas; David se estaciono rápidamente, apago el auto, bajo y le abrió la puerta a Lissa, mientras la ayudaba a bajar, entraron a la casa, mientras familiares y amigos la felicitaban por su logro.

En letras grandes estaba la palabra FELICIDADES que había colgado su madre en la entrada al jardín con globos.

-Támara y Owen se disculpan por no poder estar aquí pero te felicitan por tu graduación.

-Gracias –apretó su mano –Ahora vengo voy a dejar esto en mi cuarto –salió del jardín y entro de nuevo a la casa.

David busco a Elizabeth y Eve, hasta que las encontró en la cocina destapando cosas que necesitaban para la comida, se acercó a ella discretamente.

-Las interrumpo

-No para nada –dijeron.

-Necesito pedirles un favor –sonrió maliciosamente.

-Por esa sonrisa será una maldad a Lissa -se rieron las dos.

-No. Es otra cosa, me ayudarían –Eve y Eliza se miraron y asintieron.

La gente comió, bebían y la música sonaba mientras parejas bailaban, la fiesta no iba a estar muy tarde ya que no estaba permitido y otra que la fiesta de graduación seria en un par de horas más, así que David tenía que empezar ya. Se acercó a tomar el micrófono mientras Eve y Elizabeth callaban a la gente, mientras otros sacaban sus móviles para grabar.

-Siento parar el buen ambiente de fiesta que hay aquí, pero me gustaría decirle unas palabras a Lissa –ella se giró para mirarlo mientras todos la miraban a ella –Hoy es un gran día para ti, tu familia, amigos y para mi...te has recibido en una gran profesión que en efecto serás la mejor rival en los tribunales, has terminado la etapa de estudios, para emprender el camino del éxito y triunfos en la vida –Lissa sonreía con emoción al escuchar sus palabras –Tus padres deben sentirse muy orgullosos de la hija que eres, de la bendición que tuvieron al tenerte –Eve limpio sus lágrimas mientras se ponía una mano en el corazón sonriéndole a David –Yo...también me siento afortunado porque hace un par de meses tuve la suerte de conocerte, de admitir que la belleza de una mujer lo podía todo, que tu amor es tan hermoso y perfecto como tú, que no puedo pedir más ahora –miro a todos que sonreían menos Richard –Por eso ahora quiero decirte que yo quiero estar contigo en cada decisión que hagas, quiero recorrer el camino largo que aguarda. Seré sincero estoy nervioso muy nervioso... –todos se rieron, mientras él se acercaba a Lissa, que lo miraba sin límite –Sé que quieres hacer muchas cosas ahora después de esto, quieres realizar tu carrera ante de lo demás, pero hay algo que me gustaría pedirte... -saco la rosa y se hinco frente a ella, casi todas las mujeres presentes estaban amenazando con ponerse a llorar - ¿Quieres casarte y pasar el resto de tus días con este desastre de hombre?

Límite De Amor Parte 1 #wattys2019Donde viven las historias. Descúbrelo ahora