CAPITULO LXXXII

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Después de una hora más, la alarma sonó, Lissa la apago se bajó de la cama y se encamino a la habitación del bebe, pero cuando se acercó a la cuna se percató de que no estaba. Su corazón se acelero, el terror comenzó a inundarla, hasta que llamo a David.

¡¡DAVID VEN!! —grito desesperada. David se despertó y de un brinco salió de la cama hasta el cuarto.

¡¿Qué pasa?! —miro a Lissa llorando.

MI HIJO NO ESTA DAVID, NO ESTA...  —se dejó caer de rodillas, el miro en la cuna y en efecto no estaba él bebe.

Quédate aquí —salió rápidamente de la habitación, tomo el teléfono y llamo a la policía. La cual no tardo demasiado en llegar, unos oficiales preguntaron en las casas cercanas pero nadie sabía nada, nadie había visto nada sospechosos y menos a esa hora.

Otros policías hablaban con David mientras en la sala estaba Lissa en un mar de lágrimas aferrada a las mantas de su bebe. Oficiales subían y bajaban investigando las puertas y ventanas, pero no había un indicio de que hubiera sido algo forzado o roto para entrar. David estaba furioso porque nadie sabía que más hacer, no había una seña o algo que le ayudara a la policía a saber más; David se acercó a Lissa y la miro, si para el como padre era mala la situación para ella como su madre era peor.

Lo vamos a encontrar, pero necesito meterme en esto y no puedo dejarte sola. Le llamare a Eve para que venga a estar contigo, también Támara y Owen vienen

¿Porque nuestro hijo?, ¿Qué pretenden? es tan pequeñito...como, como lo van alimentar... —su mirada era tan hiriente para cualquiera que la mirara a los ojos, a David se le formaba un nudo en la garganta y su enojo crecía cada vez más.

¿Revisaste la habitación? ¿Viste si se llevaron algo que nos dé una idea?  —en ese momento un policía se acercó a ellos interrumpiéndolos.

Señores Hoffmann pueden subir por favor —David asintió tomo a Lissa y subieron a la habitación del bebe, un policía salió de adentro.

Señor David nos percatamos de que falta ropa del bebe, cobijas, mantas, pañales e incluso sus biberones —giro la cabeza a mirar de nuevo la habitación —Parece que quien se lo haya llevado, sabía que es mucha responsabilidad el tener un bebe secuestrado...Señora lo siento pero me percaté de que a su bebe le colocaron una cámara en la cuna, podría decirnos en donde vemos el video.

David soltó a Lissa y camino a la habitación, tomo la Tablet de la mesita de noche y se encamino de regreso a la habitación.

Aquí esta —se la entregó al policía y empezó a checarlo.

Vaya aquí están los sujetos —pauso el video y giro la pantalla hacia ellos para que la miraran, dos tipos de negro tenían al bebe y las cosas que faltaban, no se reconocía el rostro pero solo se taparon la mitad de la cara.

¿Con eso creen poder encontrarlos ? —David miro desesperado a los policías.

Haremos que funcione si o si Señor Hoffmann —el oficial entrego la Tablet a su compañero que saco una USB para pasar el video y llevarlo al edificio de seguridad —Necesitamos que vayan con nosotros.

Iré yo con ustedes, mi esposa no necesita más por ahora.

Bien lo esperamos para que nos acompañe —salieron todos dejando a la pareja en el pasillo.

Ven —la tomo de la mano y la llevo hasta la cama, donde la recostó y la arropo —Quédate aquí, sé que pedirte ahora que descanses no es cosa fácil, pero te prometo que lo encontrare, haga lo que haga —ella solo lo escucho, pero no le respondió, David salió de la habitación y cuando bajaba las escaleras Owen, Támara, Eve y Robert la pareja actual de Eve entraban a la casa.

¿David que pasa? Porque hay policías en donde quiera ¿Mi hija y tu están bien? —Eve miro preocupada a su yerno.

Nosotros no estamos bien, hace 2 horas entraron unos tipos a la casa y se llevaron a nuestro hijo.

¡¿Cómo?! —dijeron en coro.

¿Lissa tuvo un bebe y no nos dijeron nada? —pregunto Támara asombrada.

Creo que no es el momento para explicarles bien, solo les pido que se queden con ella, no está siendo fácil esto, yo me tengo que ir a ver que más se investiga  —miro a Eve —Tu eres su madre y enteras su dolor por favor te la encargo.

¿Listo Señor Hoffmann? —dijo un policía detrás del grupo.

Si ya voy —se despidió y salió detrás del oficial.

Todos subieron a la habitación donde esta Lissa, abrieron la puerta y ahí estaba ella, llorando sin consuelo aferrada una manta azul. Eve se acercó a la cama y se subió, tomando a su hija para acunarla entre sus brazos mientras los demás estaban de pie frente a la enorme cama.

Mi pequeña —susurro Eve.

Mi hijo mama, se llevaron a mi bebe  —logro decir entre sollozos.

Lo vamos a encontrar, mi nieto estará bien, su papa hará lo que sea por traértelo de nuevo...

Límite De Amor Parte 1 #wattys2019Donde viven las historias. Descúbrelo ahora