CAPÍTULO XVIII

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Cuando terminaron las clases. Lissa fue directa a casa, no tenía ganas de nada. Cuando llegó buscó a Elizabeth y la encontró en el jardín arreglando un rosal. 

Hola linda, ¿Cómo te ha ido? 

—Bien...aunque no término de entender por que le dijiste a David que me conquiste en todo el término de la palabra —la miro con un rostro confundido. 

Ya te lo dijo... —bajo la mirada y soltó las tijeras que tenía en la mano —Tú y él necesitan una razón más para estar juntos. Algo fluye entre ustedes dos. Y aunque lo niegues Lissa, un buen empujón no se le niega a nadie —sonrió.

Sabes que mi padres complica esto ¿Lo sabes verdad? —dijo con tristeza —Pero...he de admitir que hoy hemos dado un pasito en lo que promete ser algo —sonrió y dio un suspiro, su corazón latia deprisa ante la idea. 

Al menos ya son realistas de que un sentimiento crece el uno por el otro. Y de tú padre no te preocupes —se puso de pie y la abrazo fuertemente —Yo y Eve nos encargaremos de él, ya lo veras. 

—Y si no lo acepta, se va interponer... 

—Lo amarraremos de ser necesario. Para que vea que su única hija es feliz con su mejor amigo y que él cuidara bien del Gran tesoro de tú papá. 

★★★

Megan y David salieron al estacionamiento. David se recargo en la pared y la mujer se le acercó, comenzando acariciarlo. 

Sabes David te extraño demasiado. Este tiempo lejos de ti te he deseado más. 

—¿Cuánto tiempo? Si no mal recuerdo 4 años ¿No? —frunció el ceño. 

Si, pero un hombre como tú en la cama...es difícil de encontrar, es como buscar un diamante entre piedras —se acercó más a él, pegándose completamente a su cuerpo pero no hubo reacción de su parte —Me gustaría que nos viéramos esta noche mi vida. 

Esta bien. ¿Dime donde? —dijo sin prestarle atención. 

¿Y si pasas por mi? O yo voy a ti oficina —dijo y guardo silencio por un momento pensando —Si, si mejor voy a tú oficina. 

Como quieras —la miro a los ojos. 

Esperame a las 8 p.m. —levanto una pierna dejándola a la altura de las caderas de David —Me muero por estar desnuda para ti... —se pasó la lengua por los labios pintados de rojo cereza. 

No tienes por que esperar demasiado. A las 6 te espero. Así que aguanta tus ganas hasta en un rato —miro su reloj de la muñeca. Antony apareció en ese momento y miro a Megan luego a David. 

Listo ya hable con ellos y no van a cambiar el producto, quieren las fotos de ese y así se hará —al decirlo, Megan se enfureció rápidamente, camino apresuradamente hacia Antony, pero David la tomó del brazo y la jalo hacia atrás. 

A donde vas —dijo con dureza. 

Escuchaste lo que acaba de decir este —miro con reproche al hombre, mientras lo señalaba —No entiendo por qué putas esos tipos no quieren cambiarlo... 

Tú no vas hacer nada, por que las fotos ya se tomaron con otra modelo, se lo pedí a Antony por eso te saque de ahí —se zafó de su agarre y levanto el brazo para darle una bofetada pero le detuvo la mano en el aire —No se te ocurra. Y más te vale estar a las 6 en mi oficina —dijo estrictamente y se giro entrando al estudio dejando a la mujer con su enojo afuera. 

Cuando Lissa estaba en su habitación estudiando, miro la hora, el reloj marcaba las 20:24 p.m; las horas se le habían ido demasiado rápido. Su padre comentó un poco sobre el evento de David, pero por fortuna no había visto los periódicos donde estaban las fotos de él con ella. 

Tomo su laptop y el móvil, subió a la cama para seguir estudiando ahí cuando recordó la caja que le había llevado David a la Universidad; tomó su mochila del piso y saco una caja, regresando a su lugar la mochila. Abrió la caja y observo un portaretrato con una foto de cerca donde David y ella bailaban en el evento de la beneficencia; la foto había sido retocada un poco, una luz hizo resaltar sus ojos, se miraban con admiración, con...¿Amor? 

Colocó la fotografía y la guardo en su medita de noche y retomó su tarea, pero de vez en cuando no perdía la oportunidad de darle un vistazo a la imagen. 

★★★

Después de que David termino su trabajo, se fue directo a su departamento. Megan había llegado a la hora exacta, pero así como llegó se fue, no tenía mucho de que hablarle y ella no tenía muchas ganas de quedarse. 

Cuando llegó al departamento entró directo a la cocina y se sirvió un vaso de jugó de naranja cuando su hermano bajo de su habitación, entró a la cocina y se sentó en un taburete y lo miro

Pero mira nada más quien va llegando —lo miro curioso. 

¿Y tú? Yo pensé que estabas ya en la 6ta galaxia de Jordyworld —tomó el vaso y se sentó a su lado. 

No me digas. Mal día ¿No? —recargo el brazo en la barra. 

—Si definitivamente...tu amiga Megan se ha puesto insoportable con unas fotos de un perfume...pero ya lo he solucionado —le dio un sorbo al jugó —Y tú, dime como te has sentido aquí. Recuerdo que hace unos años dijiste que no querías volver estar aquí en la ciudad por lo de... —sacudió la cabeza. 

—Lo sé David, eso fue una época muy dura pero ahora ya estamos grandes y hay que afrontar las cosas. Y en cuanto a lo de Megan, esa mujer esta deseosa nada más, solo acuestate con ella y veras como mejora —sonrió.

—Así es. Y por lo de Megan paso, yo con ella no me vuelvo a meter. Y ahora...¿Tu tienes negocios aquí o algo así? 

Digamos que si, de hecho seré socio con una empresa de cosméticos y quieren la publicidad para unos cuantos productos...A parte desde que mamá ya no está es diferente el ambiente aquí en Nueva York. 

—Si tienes razón, mamá tenía la alegría que le daba a todo sin importar lo que fuera y el tamaño que fuera y como fuera... —término de decir mientras imaginaba a su madre recibiendolos en casa después de la escuela o su madre felicitandolo en su boda... 

 







Continuará...

Límite De Amor Parte 1 #wattys2019Donde viven las historias. Descúbrelo ahora