CAPÍTULO XXII

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Lista después de leer la contestación de David, miro a Elizabeth que estaba sonriendo de oreja a oreja mientras Chris regresaba a la cocina donde observo a la chica sentada en el taburete.

—¿Usted sabía señora? —la miro sorprendido.

—¿Qué? Que un buen hombre anda tras su caza, si, si lo sé —le sonrió a Lissa, la cual seguía con el teléfono en la mano.

Supongo que le has aceptado la invitación de hoy ¿No? Por eso tienes el móvil ahí —señalo sus manos.

—La guerra entre mi padre y David ya inicio con esto...

Elizabeth y Christian se miraron mientras Lissa temblaba en el taburete donde estaba sentada y con la mirada perdida. En su interior la preocupación la comenzaba a consumir.

★★★

David subió a su recámara, entró al baño a darse un baño y arreglarse para la cena.
Cuando termino, se peino como siempre, se puso un poco de fijador, saco del clóset una camisa azul pálido, un pantalón beige y unos zapatos cafes. Cuando se vistió tomó su colonia favorita "Dolce&Gabbana", bajo las escaleras y se encontró con Jordy.

—Gracias galán por dejarme ahí —señalo el sofá.

—Lo lamento. Pero como comprenderlas Lissa ahora es principal en este momento —su hermano asintió con la cabeza. David se despidió de él, subió al elevador para bajar hasta la planta baja, las puertas del elevador se abrieron y salió del edificio, encontrando su auto detenido en la entrada con su chofer abordó para llevarlo al restaurant.

Elizabeth se acercó a Lissa y le Quito en móvil de las manos

—Tu padre si te quiere tanto como él dice entenderá que estuvo vida y que tienes que vivirla, él no puede oponerse a la felicidad de su única hija, le va a costar aceptarlo pero nadie manda en un corazon, ten eso bien presente —sonrió y luego la abrazo.

—Esta bien...voy arreglarme —se puso de pie y salió de la cocina dejando a Christian y Eliza solos.

David llegó al restaurante, el hombre de la entrada lo guió hasta su mesa, tomó asiento a esperar a Lissa. Eran las 8:30 p.m., una mujer debe tomarse su tiempo para arreglarse, así que no había prisa.
Los minutos pasaron rápido y ya habia transcurrido una hora, y en ningún momento entraba por la puerta Lissa, quizá realmente no quería hablar lo de una relación, es más quizá ni siquiera quería una, quizá la presionó demasiado, no debió, no debió...

Le llamó al camarero y empezó a pedir tragos de Whisky, uno tras otro los consumía, si perdía la oportunidad con ella sería su propia culpa. Al pedir la octava ronda seguida de tragos; una mujer de cabello castaño, ondulado largo hasta pasada la mitad de la espalda, con un vestido color beige sin mangas, un fino cinturón negro en la cintura y unas zapatillas negras que la elevaban un poco más de su estatura normal, su cuerpo resaltaba demasiado bien su cintura y caderas eran perfectas. Era atractiva y demasiado más de uno en el restaurante dejó de cenar o conversar por mirarla discretamente.

«Y pensar que por un momento me paso por la mente el que no vendrías»

Se levantó de su asiento y abrió la silla para que tomara asiento a su lado izquierdo.

—Lissa... —susurro —Por un momento crei que ya no llegarías —su rostro mostraba estar algo triste.

—Lamento la tardanza tuve un contratiempo y no pude llamarte, el móvil se me ha quedado en casa —dijo nerviosa —¿Todo bien? —miro el vaso que tenía a lado de su mano derecha.

—Si por supuesto —sonrió ampliamente —Ordenemos.

—Si esta bien.

Cuando sus platillos llegaron a la mesa comenzaron a cenar y a conversar para conocerse más uno y otro, había mucho por decir, mucho por enterarse y mucho que aceptar siempre y cuando ella de verdad quisiera algo con él.

—Así que entonces tu y Dylan son los únicos hijos de Richard —dijo afirmando.

—Si. No tuve más hermanos por parte de mis padres. Tu y Jordy ¿Son los únicos también?

—Si, solo él y yo —se limpio los labios con la servilleta.

—Sus padres deben estar muy orgullosos de lo que él y de lo que tu eres —le sonrió, mientras tomaba la copa de vino tinto.

—Mis padres... —desvío la mirada de si acompañante y sus pensamientos se vieron invadidos por la imagen de su madre.

—¿Pasa algo?... —lo miro confundida.

—Mis padres...es difícil, ya que nadie conoce eso de nuestros padres...y me gustaría hablarte de eso por que te has ganado mi confianza...


★★★


Cuando el amigo de Jordy llegó a New York, saco su móvil y le llamó

—Mi amigo, ya estoy aqui, espero encontrarme al diamante pronto.

David y ella ahora están cenando, te recomiendo que esperes a mañana a ver si te le puedes acercar.

—Muy bien —cruzó la calle con su maleta en la mano, mientras la arrastraba.


★★★


—Por la manera en que lo dices me temo que algo malo paso u siento que el tema es delicado. Así que si te es muy difícil hablar de eso no hay por que hablarlo, ni mencionarlo yo entiendo.

—Lissa...de alguna manera no me siento incómodo al contarte algo que nadie sabe —dijo con seguridad.

—Gracias David, pero...¿Estás seguro?

—Si y para no alargar la historia y llevarnos la noche te lo diré ahora —respiro profundo y luego soltó el aire.










Continuará...

Límite De Amor Parte 1 #wattys2019Donde viven las historias. Descúbrelo ahora