Límite De Amor Parte 1 #wattys2019

CAPITULO XXXIX

Jordy subió las escaleras mientras la mujer le seguía evitando el paso. Pero ella no sabía que Jordy no era tonto y que sabía perfectamente que el imbécil de su amigo estaba ahí sí o sí y encima de que no estaba haciendo nada de lo que habían acordado (Tal vez lo perdonaría si ya había tenido más acercamiento con el precioso Diamante), pero simplemente estaba seguro de que ni buscaba a Tam ni estaba con el Diamante. Llego al pasillo donde estaban 4 habitaciones, para lo que ganaban los dos francamente les alcanzaba para tener el departamento que se propusieran y bien hasta sirvientes a sus pies, autos a destajo y más cosas muy lujosas (Que por cierto algunas ni las utilizaban)

Se detuvo en seco cuando agudizo el oído y comenzó a escuchar voces, después de todo el desgraciado si estaba y con el alguien más, siguió caminando hasta acercarse a la puerta de los ruidos, acerco la mano a la perilla para abrir, pero la mujer corrió y le detuvo la mano para que no lo hiciera, se le puso enfrente impidiéndole el traspasar la puerta, pero Jordy como si fuera una cosa ligera la agarro y la hizo a un lado, la abrió y ahí estaba el estúpido que buscaba; en la cama con una mujer de piel blanca, delgada, de cabello largo hasta la cintura de color castaño claro, fue lo único que aprecio ya que estaba de espalda encima de su amigo teniendo sexo (Para ser realistas la mujer parecía desesperada y muy exagerada)

-ERES UN HIJO DE REMIL. TE ESTOY ESPERANDO COMO IDIOTA DESDE AYER PARA VER COMO VAS Y TU REVOLCANDOTE  —se puso los dedos en la cien y cerró los ojos, como si le doliera la cabeza.

-¡Con un carajo Jordy!  —hizo a un lado a la mujer.

-CON UN CARAJO QUE CABRON. DEBERIAS ESTAR TRABAJANDO YA QUE TU CABEZA Y LA MIA VAN A RODAR PRONTO SI NO ENCUENTRAS A TAMARA. TENGO UN MUY BUEN RATO LLAMANDOTE PARA QUE ME DES RAZON Y A TI TE VALE  —miro a la mujer que se cubría el cuerpo con la sabana de la cama  —NO TE PREOCUPES EN CUBRIRTE ESE CUERPO QUE LO QUE TIENES TU YA LO HE VISTO EN OTRAS MUJERES Y TAMBIEN EL  —apunto con el dedo al amigo que se bajaba de la cama  —Y para ser sincero he tenido mejores y tu francamente no me excitas —dijo con desaire.

-¡HEY! QUIERES CALMARTE DEJALA EN PAZ Y FUERA DE ESO  —dijo mientras terminaba de ponerse el pantalón.

-TERMINA DE CORRER HA ESTA Y SALES, ESTO SE ARREGLA AHORITA MISMO  —se dio la media vuelta y salió azotando la puerta.

Termino de vestirse, la mujer hizo lo mismo, la acompaño a la puerta y una vez que se fue entro a la sala donde Jordy estaba de pie mirando por la ventana.

-No había necesidad de montar un circo  —se sentó en el sofá

-Te parece que estamos en el mejor momento para que hagas tus putas locuras de siempre cabrón  —lo miro de reojo —Una cosa te digo incompetente, más vale que encontremos a Tamara y al médico que se la llevo, porque si no tu y yo vamos a tener un muy serio problema, te queda claro  —se dio la vuelta y salió de la sala.

<<Los Ángeles>>

Mientras David estaba en la cocina junto con Lissa en su casa, preparándole la cena, ya que había decidido no dejarla sola hasta que llegara Eve su madre, y la verdad era un momento perfecto para los dos estar completamente solos, sin miedo a que Richard los mirara y se infartara por lo que su mejor amigo estaba tratando con su hija.

-Aquí tienes  —le dejo el plato de pasta en la mesa.

-Gracias David  —le sonrió tímidamente.

-De nada  —la miro tomar el tenedor y enredar la pasta en el  —Lissa hay algo que tengo duda, cuando te dije que solo eras como las demás para tenerte por las noches...

-¿Qué?  —limpio sus labios con la servilleta.

-Dijiste que si yo quería sexo contigo debí habértelo pedido desde un principio...  —la mirada le volvió a brillar y el azul de sus ojos tomaba más intensidad.

-No mentí si es lo que piensas yo no sabía que estabas buscando un manera de cuidarme  —tomo de nuevo el tenedor.

-¿No mentiste?  —se acercó más a ella y le sonrió  —...Si fuera un hombre egoísta y que pensara solo en mis necesidades como humano, te aseguro que desde ese momento que respondiste eso te hubiera llevado a mi departamento  —la miro y le sonrió provocativamente.

Soltó el tenedor y lo miro, sentía que la sangre le hervía, que le quemaba las venas, el cuerpo reaccionaba antes su palabras, la manera en que este hombre le decía las cosas sin parecer vulgares la hacía a ella misma imaginarse en una cama con el (considerando que nadie le había hablado de la manera en que él lo hacía)

-Porque tendría que mentirte en algo que es verdad y que desearía cualquiera con un hombre como tú  —se acercó a él y puso su mano en su rostro acariciando su mejilla con el pulgar  —No me había sentido así con nadie nunca, ¿Dime que me estás haciendo Dav?

No contesto simplemente se acercó a ella, tomo su silla y la acerco más a él, la miro a los ojos contemplando ese color verde que le encantaba, después miro sus labios que tenía un nítido color rosa se acercó hasta que podía tener su aliento tan cerca que la tentación del deseo de besarse no podía más alargarse, planto sus labios en los de ella, no era un beso de pasión desenfrenada no, era un beso suave, lento con amor, ternura; ella se levantó se la silla y se sentó en las piernas de él y siguieron besándose, mientras ella rodeaba su cuello con sus brazos y el deslizaba su mano por su espalda y la otra tomaba su cintura.

CONTINUARA...