El juego.

Capítulo 51

-Espera,- llamé viendo como sus pasos se disponían a ir hacia donde estaba sentado Víctor a pocos metros de distancia- hazme daño a mí. Si la venganza que buscas es por mis actos entonces debo pagarlo yo.- ofrecí mirándolo con completa redención y buscando benevolencia con mis ojos. No quería presenciar la muerte de nadie y mucho menos de personas a las que quería. Tampoco consideraba que fuese algo justo, ya que realmente no le había hecho daño a aquel hombre, ni siquiera recordaba haber conocido a ningún Coronado antes de él, pero estaba dispuesta a dejar que me hiciese cualquier cosa con tal de salvarlos a todos. Vi como Víctor negaba mientras me observaba con preocupación y temor, mas no por él mismo, sino por lo que podría llegar a sucederme a mí en las manos de aquel hombre con sed de venganza.

    -Ver como la angustia nubla tus ojos únicamente me proporciona más gozo ante lo que voy a hacer. Ver como empiezas a sufrir me llena de ansias por culminar con esto. Llevo semanas planeando todo al detalle y tus súplicas son un añadido agradable con el que no contaba.

    -Pero yo no te he hecho nada. No hagas esto, por favor- pedí con desesperación al advertir como se acercaba a Víctor y se situaba a su espalda.

    -Un poco de súplicas está bien, demasiado me aburre. Tengo ya muchos años y poco tiempo que perder, es hora de que pasemos a la acción.- anunció con una sonrisa malévola posada en su rostro y acompañada de unos ojos maliciosos pintados con el reflejo burdeos de la sangre.

    -Señor, esto no es lo que habíamos planeado- recordó Jon con tono bajo girándose para encarar los ojos grises de Coronado que lo miraban con indiferencia.

    -Has hecho tu parte del plan de manera eficaz,- le premió sonriéndole con frialdad logrando que me estremeciera en mi sitio con el estómago encogido ante la anticipación- ahora no me sirves para nada.- declaró con tono solemne. El guardia que estaba detrás de mi hermano levantó su arma y disparó a Jon. El eco de la bala perforando la carne caló entre las paredes del lugar antes de ser opacado por el sonido del cuerpo de Jon cayendo con violencia contra el suelo que rápidamente se cubrió con un charco de sangre oscura. Gabbie sollozó bajo la tela que le cubría la boca mientras mi madre y mi hermano miraban asombrados y con el miedo brillando en sus ojos el cuerpo que había caído inerte a unos metros de distancia de ellos.

    Clavé mi atención sobre Víctor. Él podía hablar, mas parecía que le faltaban las palabras en aquel momento. Vi sus ojos cubiertos por una densa capa de lágrimas, pues al fin y al cabo acababa de presenciar cómo disparaban a su antiguo mejor amigo. Quise poder ir a consolarlo, pero me sentía abrumada. Demasiada información, demasiados sentimientos encontrados y solapándose en mi interior y muy poco tiempo para procesarlo todo.

    Los minutos corrían sin cesar y el ambiente en el polígono rezumaba la inminente muerte de alguien más.

    -Muy bien, veamos. ¿Qué sería mejor: matar en orden a las personas que más quieres o empezar a la inversa?- preguntó con indecisión mirándome como si me hiciese un favor al dejarme elegir ante tan horribles opciones- Supongo que empezar por la persona a la que más amas sería lo idóneo para que sientas con más intensidad como arranco a la persona que más quieres de tu vida y frente a tus ojos. Deberías darme las gracias,- sugirió con ironía, el poder rezumaba de todos sus poros al admirar la situación rendida y marcada en la que él claramente era el vencedor- después de esta todas caerán cuesta abajo, no las sentirás tan fuertes como la primera- afirmó con una sonrisa cargada de falsa benevolencia.

    El cuerpo me temblaba y mis ojos estaban nublados por la ira y la impotencia mientras veía como el hombre canoso se posicionaba delante de una sollozante Gabbie que me miraba con desesperación y con los ojos enrojecidos debido a las lágrimas.