Capítulo 15

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Las horas pasaron con rapidez a medida que la manecilla del reloj giraba y pasaba sobre los números sin pararse a dar un descanso a los mortales que veíamos la vida y el tiempo avanzar sin poder ponerle ningún remedio.

    Acabé de comer en compañía de mi hermano y después vimos "Buscando a Nemo", para luego continuar y poner "Buscando a Dory", queriendo sentir el paso de los minutos más rápido hasta llegar al futuro que esperaba; pero incluso podríamos haber puesto "Buscando a Marlín" porque era más posible que saliera antes la película a que la rubia llamará, ya que parecía que no tenía intención de dar señales de vida.

    Mi madre había llegado de trabajar agotada y con una sonrisa cansada pintando su felicidad al vernos a ambos tumbados en el sofá viendo películas de caricaturas infantiles, mientras en el exterior había ganado la oscuridad densa y profunda rota por las pequeñas haces de luz que creaban las estrellas diminutas en el inmenso universo y yo seguía sin tener noticias de la rubia.

    Mamá nos llamó a ambos para cenar y aún así mi móvil permaneció en silencio sin ninguna notificación de mensaje o de llamada entrante irrumpiendo en la apagada pantalla del dispositivo.

    Me senté a un lado de mi madre mientras mi hermano quedaba frente a mí. Por fin, después de días, comía algo que no estaba precocinado ni salido de una bolsa de plástico envasada en una fábrica. Mamá había preparado verduras al horno con seitán casero y crujiente. Mi hermano iba sirviendo en los platos de los tres mientras nuestra madre contaba como le había ido su día en el hospital, lo cual dentro de la normalidad de un edificio en el que cada día se vive al límite, no había tenido nada excesivamente destacable.

    -Tengo algo que deciros- anunció captando la atención de ambos y dejando mi tenedor cargado de patatas a medio camino de llegar a mi boca- Sé que las navidades estos últimos años no han sido las mejores entre el trabajo que tenía vuestro padre y el que tengo yo, mucha libertad de horario no teníamos ni siquiera durante los días festivos. Y después de estos últimos meses tan duros y difíciles para todos... Sé que vais de escondidas a fiestas casi cada noche y que esa es la única diversión que encontráis durante estos días festivos mientras yo me paso el día trabajando... De verdad, lo siento, siento haber estado tan volcada en mi trabajo y no haberos dado unas vacaciones como os merecéis.- ambos intentamos hablar para contradecir sus afirmaciones, pero ella nos interrumpió alzando suavemente sus manos frente a nuestros rostros y frenando de esa manera nuestras palabras.- Así que he decidido que este año será diferente. Me he cogido lo que queda de vacaciones de días libres y...- dejó una pausa dramática y tensa antes de finalmente anunciar- ¡Vamos a pasar las navidades en Londres!

    Después de eso me atraganté con una patata que consiguió nublarme la vista ante la falta de oxígeno.

    Mi hermano corrió hacia mí rodeando la mesa manteniendo una expresión de asombro en su rostro y me golpeó suavemente la espalda haciendo que dejara de toser y que escupiera el alimento mortal cubierto de saliva sobre la mesa. Mi madre nos miraba sonriente y con un nuevo brillo en los ojos, ignorando el hecho del tubérculo asesino en mi garganta que había estado a punto de fastidiar aquel momento familiar.

    -¿Mamá?- la llamé con duda y sonando más como una pregunta con la voz grave debido al reciente incidente- ¿Va en serio lo del viaje?- interrogué intentando reprimir la ilusión que quería recorrer todo mi cuerpo e inundar mis venas y que contenía para no desbordar antes de tiempo debido a un malentendido.

    -Nunca lo habría dicho más en serio- afirmó causando que mi risa feliz se viera opacada por el grito agudo que soltó mi hermano al escuchar la confirmación. Luego de que Alex se sonrojara todas empezamos a reír y a abrazarnos como si jamás en años lo hubiéramos hecho. Hacía años que no habíamos hecho un viaje en familia y hacía años también en que la navidad consistía en lo que mamá había descrito: fiesta, resaca mal disimulada y algún que otro regalo.

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