Brayan se marchó dejándome sola en la habitación hecha un mar de lágrimas. No podía parar de llorar, todo lo que estaba pasando era mi culpa, mi esposo se sentía inseguro y gracias a eso, él estuvo a punto de forzarme y lo peor es que lo justifico. Creo que, si él no me amara, no se hubiese podido controlar. Pude sentir como él se dejaba dominar por la ira y la rabia, y me odio por qué por mi culpa él está actuando de esta forma. Escuché como tocando la puerta, ni siquiera abrí la boca para decir que pasen. La puerta fue abierta y la persona que entró fue Meylin, seguida de Karen, Elina y Jenny.
Ellas corrieron hasta mí y me abrazaron, estábamos todas sobre la cama, ellas acariciaban mi cabello y me miraban fijamente, se podía sentir la tristeza reflejado en sus ojos, sé que el verme en esta condición les hace daño, porque ellas se preocupan mucho por mí.
-Nena, tienes que calmarte para que podamos hablar, dinos qué fue lo que sucedió para que estés así. -pregunto Jenny.
Les conté con lujo de detalle lo que había pasado entre Brayan y yo.
-Ese maldito, te juro que les pateare sus bolas por hacerte esto. -refuto Karen muy enojada.
Karen, no entiendes, yo justifico su comportamiento porque soy la culpable de todo, yo tengo la culpa de que todo esto esté pasando, nunca debí de dudar de mi amor por él, pero no puedo sacar a Kenny de la mente.
-No confundas el amor con agradecimiento, la razón por la que no te has sacado a Kenny de la cabeza es porque estás consciente de todos los sacrificios y de todas las cosas que hizo él para que tú y los tuyos estén a salvo, el no poder agradecérselo debidamente te sientes así. -dijo Elina con voz firme.
-Claudia, que sentiste cuando Kenny te beso? -pregunto Meylin mirándome fijamente.
El beso fue agradable, pero realmente no sentí nada, lo único que pude pensar es que estaba mal que el me besara y me puse nerviosa, por lo que había pasado.
-Te das cuenta?, ahí está tu respuesta, no lo amas, sólo estás confundida por la forma en que él te trato, por lo bien que él te hizo sentir cuando estuvieron juntos. -respondió Jenny.
-Ahora mismo te vas a levantar de esa cama, te vas a duchar y cuando salgas, nosotras vamos a estar aquí para ponerte bella y hermosa, para que te encuentres con tu esposo y los dos puedan hablar y arreglar las cosas.
Meylin, eso no será tan sencillo. No creo que las cosas se arreglen tan fácil después de lo que ocurrió hace 1 hora y media en esta habitación.
-Ya basta, ahora mismo te vas a levantar. -exclamo Karen subiendo el tono de voz un poco exasperada conmigo por mi actitud negativa.
Karen y Meylin me tomaron de los brazos y me levantaron de la cama, cuando me quitaron la sabana de encima se quedaron congeladas.
-Ese maldito me va a escuchar ahora mismo. – estaba furiosa, parecía que iba a votar humos por las orejas, las chicas trataron de impedir que Karen saliera de la habitación.
-Suéltenme maldita sea, que ahora mismo le voy a patear las bolas a ese estúpido, como se atreve a dejarte esas marcas tan feas. -ella se veía muy enfadada, no recuerdo la ultima ves que la vi ponerse de esta forma.
-Karen ya compórtate, que cuando estamos en acción con nuestros esposos, también nos dejan marcas. Expreso Jenny con rostro divertido.
-El problema es que ella no disfruto de esas marcas, no entienden. -se detuvo, respiro profundo me miro a los ojos y su rostro suavizó sus facciones.
-Está bien ahora no are nada, pero me va a escuchar. No me voy a quedar callada. -dijo Karen más tranquila.
-Bien, Claudia por favor entra al baño a ducharte, nosotras te esperaremos aquí. -me dijo Elina sonriéndome y le hice caso.
Entré al baño, me duché, al terminar, salí muy relajada, las chicas me esperaban en la habitación con todo preparado. La ropa estaba tendida en mi cama, el maquillaje sobre el buró y ellas esperando para hacer magia.
Después de media hora ya estoy lista.
Quedaste hermosa amiga. -decían ellas, muy orgullosas de su trabajo.
Gracias chicas, no sé qué haría sin ustedes a mi lado.
Nos dimos un abrazo grupal y luego nos separamos.
Ni que lo digas, eres nuestra hermana, siempre estaremos para ti, te amamos. -esa palabra, me llenaron de valor y ánimo para enfrentar lo que venía.
-Ahora ve a arreglar las cosas con ese imbécil, pero eso sí, no le pongas las cosas tan fáciles, ¿eh?
Karen, no puedo hacer eso recuerda que todo esto está pasando por mi culpa.
-No importa quien tenga la culpa, hazle el amor, déjalo sin aliento, toma el control y muéstrale quien es la que manda, ah, y dile que se prepare porque cuando lo vea le voy a dar un buen puñetazo.
No pude evitar reírme ante las ocurrencias de Karen.
-Ya es tiempo, así que vamos a llevarte al lugar donde te vas a ver con él. -dijo Meylin con una sonrisa de pura picardía, como cuando tramaba algo.
De qué hablan, el esta aquí en la casa.
-No, nuestros esposos prepararon una hermosa velada para los dos.
No esperaba menos de ellos y ustedes. -sin más salí de la habitación al encuentro con mi esposo. Cuando salí de la casa vi que había una limusina, un hombre salió de esta, abrió la puerta para mí, lo saludé y entre. El recorrido dura 42 minutos. El chofer sale, abre mi puerta, me señalo el camino por dónde debo ir, me despido y sigo caminando hacia me encuentro.
Después de seguir por un sendero de flechas, llego a un hermoso lago, visualizo una mesa y dos sillas lista para dos acompañantes, todo esta tan hermoso, empiezo a sentir como los nervios comienzan a hacer estragos en mí.
Siento las piernas como gelatina y mi corazón comienza a latir como si fuera caballo en plena carrera, cuando escucho la voz del hombre que amo.
-Buenas noches.
Ya no me queda ninguna duda, solo el puede hacer que mi cuerpo responda de esta manera con tan solo escuchar su sexy y ronca voz.
Lo amo.
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Me insulto (Terminada)
RomanceMaldita sea la hora en que me mude al lado de el. La primera vez que nos vimos con solo una mirada me insulto y desde ese entonces me hace la vida de cuadritos, hasta que las cosa dieron un giro inesperado. NO adaptación. NO copiar. NO robar histo...