Recordar y vivir.

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Muchas veces hemos caído, pero gracias a nuestro amor nos hemos vuelto a levantar. Nunca pensé que con aquella mirada con la que me sentía insultada, mi vida comenzaría a dar un giro inesperado, en aquel momento nunca imagine que viviría todo lo que he vivido hasta ahora. Todo empezó con el traslado de donde vivía con mis padres hasta aquel piso que mis padres compraron para poder estudiar en una ciudad Nueva, luego de eso conocía a mi vecino, quién ahora es el amor de mi vida, luego la búsqueda de empleo donde conocí a mis hermanas Karen, Meyling, Jenny y Elina. Cómo olvidar aquella fiesta donde la asiática con tetas planeo un juego macabro para unirnos, a mí odiosos vecinos y a mí.

Aún recuerdo la primera vez qué el estúpido vecino odioso y yo tuvimos sexo por primera vez, estábamos borrachos, pero yo pude recordar todo completamente, la forma en que me tocaba y la forma en que lo hicimos nunca la podré olvidar, desde ese día mi cuerpo lo reconocida y lo reclamaba como su dueño.

Aún recuerdo la primera vez qué el estúpido vecino odioso y yo tuvimos sexo por primera vez, estábamos borrachos, pero yo pude recordar todo completamente, la forma en que me tocaba y la forma en que lo hicimos nunca la podré olvidar, desde ese dí...

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¡¡¡Dios!!!

Aún recuerdo cómo me tocaba, siento como mi piel se eriza al recordar sus caricias.

Creo que moje mis bragas al recordar aquello, y peor aún mis mejillas están rojas hasta las orejas.

Escucho como unos pasos se acercan a la puerta y luego se detienen. Una sonrisa se forma en mi rostro al saber quién es la persona que está a punto de entrar a la habitación.

¿Como sé que es él?

Bueno, es simple, desde aquí puedo oler su embriagadora colonia varonil que me enloquece.

La puerta fue abierta por el hombre que hace que mis bragas se mojen con tan sólo un pensamiento sobre él asaltando mi piel.

-Bella mía qué haces aquí tan so...

No terminó de decir aquellas palabras porque se dio cuenta de lo sonrojada que estaba.

-¿No tengo que ser un adivino para saber que ese sonrojó es solo y únicamente por mí, en qué estabas pensando, mi pequeña pervertida?

No puedo negar que me encanta la seguridad de mi hombre, sabe que sólo él puede provocar estás reacciones en mi cuerpo.

Recordaba la primera vez que estuvimos juntos, sólo en pensar en la forma descarada que tocaba mi cuerpo me hizo sonrojar y hasta mojar mis bragas.

Una sonrisa de oreja a oreja decoraba su rostro, cuando me escuchó decir aquello. El hombre que me vuelve loca, se acercó a mí con una sonrisa ladina y una mirada de pervertido.

-¿No te gustaría revivir aquel momento en este instante?

Eso me encantaría.

¡Goloso!

-¿Qué?, Goloso yo?

-¿Pero si la que estaba mojando las bragas excitada por solo un pensamiento eres tú cariño, dime quién es la pervertida y golosa aquí?

Me insulto (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora