【VIII: El valor de la Familia】

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- Pero no quiero esperar más, papá.... ¿Cuándo vuelves?...-

Elgart tomo aire mientras hablaba con el chico por teléfono. Había sonado el celular varias veces en el día. El niño empezaba a extrañar en serio a su padre.
Todos los días hablaban por celular, en largas llamadas, pero ese día había estado llamando a cada rato, tomando el celular de su madre cuando ésta no miraba. Patrick tenía una paciencia y amor sin límites, y hablaba tranquilamente con el niño, tranquilizandole con cariño, haciéndole reír y dando consejos.

Yo estaba sentado al escritorio, revisando papeleo y trabajando, mientras el castaño se ocupaba de revisar sus armas y leer informes de cazadores y la información que se tenía de insurgentes alemanes.
A todas luces se veía que estaba harto y odiaba hacer esa clase de trabajos.

En un momento dado se levantó, dejando su celular.

- James, voy a ir con los de Inteligencia un momento. Tengo que hablar algo con ellos y prefiero no llevar el celular. Si mi hijo llama, ¿Me harías el favor de contestar?, Está algo enfermo y lleva tres días en cama, así que está aburridisimo - Explicó, mirándome directo a los ojos en una mirada a la que no podía negarme.

Suspiré.

- Está bien, Patrick, haré lo que pueda -

Sonrió y se fue, con aire tranquilo y confiado que me dejo algo tenso.
No tenía idea de qué hablar con un niño.

Transcurrieron los minutos y yo seguí trabajando. Tenía tres días de retiro, pero no me iba a quedar de brazos cruzados. Confiaba en que Henry me haría saber cuándo quisiese salir.Los papeles eran densos, había mucho trabajo, y era el de días acumulados. 

Estaba muy concentrado, cuando un rock clásico sonó con fuerza sacándome de enfoque.
Alzando la vista, vi el celular de Patrick con la pantalla encendida...

- Demonios... - Toda mi esperanza no había valido la pena. Había dado mi palabra, así que deje los papeles a un lado y alargué el brazo, tomando el aparato.
Suspiré y tomé la llamada.

- Hola?... -
- ¡PAPÁ, SOÑÉ QUE VOLVÍAMOS A ALASKA, Y YO TENIA MI PROPIA ESCOPETA! -

El gritó me causó un sobresalto y casi se me resbalaba de los dedos el celular. Lo sostuve y tome aire.

- Eh, Patrick, soy James - Dije con aire calmo, mientras suspiraba y trataba de no regañarle por gritar al teléfono.

- Eh, ah? ¿Y papá?, ¿Por Qué tienes su celular? -

- No me tutees, Patrick. Tu padre fue a una reunión. Dejó su celular acá -
La voz me salió realmente seria, y por unos segundos me maldije a mí mismo, segundos en los que también el chico guardó silencio.

- Oh... Lo lamento, tío, pero necesito decirle algo a papá... -

Tamborilee la mesa con los dedos.

- Patrick, no puedo interrumpir a tu padre. Dime qué es y yo le explicaré cuando vuelva para que te llame-
Trate de ser lo más comprensivo posible. No comprendía del todo su apego. A esa edad yo solo trataba de evitar a toda costa ver a mi padre.

- No sé.... ¿Puede?... -

La voz del pequeño tembló un poco. Padre e hijo eran realmente parecidos. Si el lenguaje corporal y detalles sonoros también lo era, -tal y como yo había comprobado al conocerlos- entonces ese suave temblor no indicaba nada bueno.

- Claro que sí, Patrick. Y lo encerraré para que te llame y nadie los interrumpa - Sonreí, tratando de poner un tono más vivo y no tan serio.
Oí una suave risa. Al parecer mi intento había resultado. No pude evitar sentir cierta satisfacción.

Patrick Elgart, el Cazador.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora