【XV: Tormenta】

55 7 21
                                    

El aeropuerto tembló con la explosión haciendo que mi corazón diera un salto. Me levanté sorprendido mientras Patrick imitaba mi gesto.

— Donde... Oh, carajo — Elgart abrió mucho los ojos mirando uno de los grandes ventanales a un lado y voltee a la misma dirección.

El fuego devoraba dos aviones partidos a la mitad por las explosiones, robándome el aliento de la impresión. No había sido un accidente, pero...

— Los insurgentes de Alemania no hicieron esto... — Murmure. Lo que sabía de ellos, es que al menos no habrían arriesgado civiles. Patrick asintió de acuerdo. La gente comenzó a correr asustada y voltee hacia las pistas de avión de nuevo. Uno de esos era nuestro vuelo.

— Vamos, debemos encontrar a los otros — Dijo Elgart tomándome del brazo, mirando alrededor con aprehensión. — Los insurgentes deben estar entre los civiles — Tiró de mí, arrastrándome por el aeropuerto mientras guardias y personas corrían por allí y allá, inspeccionando a la gente. Fruncí el ceño impactado, ¿nadie estaba tratando de calmar a los civiles? Había gente que no entendía nada de nada, incluso vi más allá un padre tomando a su hijo en brazos, observando alrededor en confusión para luego marcharse rápidamente a las salidas, hablando sin parar con el niño.

No se porque, pero esa imagen me causo mayor desaliento e inquietud.

— ¿Sabes donde están? — Le pregunte mientras caminábamos en dirección adonde Haytham se había marchado instantes atrás.

— Deben estar donde mismo los deje yo al ir a buscarte, a la entrada del vuelo — Me respondió mientras me llevaba hacia unas escaleras mecánicas y bajábamos llegando a un espacio abierto donde estaban los cazadores y agentes que íbamos a Nueva York en los aviones que habían explotado. Haytham estaba entre ellos, y se acercó rápidamente, seguido de Phillip.

— ¡¡James, Patrick!! ¿Están bien?! — Dyer se lanzó sobre nosotros y nos revisó rápidamente. Lo calme asintiendo, mientras que Haytham habló con Patrick.

— No son alemanes, ellos jamás harían algo tan expuesto, y que pusiera en riesgo a tanta gente. — Tenía una expresión molesta, pero también preocupada.

— ¿De qué país te suenan estos locos? — Phillip miró a Haytham con miedo.

Lo miré por igual, viendo cómo su expresión cambiaba ligeramente, y los demás cazadores y agentes alrededor también le miraron esperando una respuesta al escuchar la pregunta de Phillip. Todos estábamos sorprendidos, y algunos parecían incluso asustados. Lo comprendía, eso nunca pasaba.

Jamás había visto un ataque tan abierto. En ningún lado, y ninguno de ellos tampoco por lo visto, nada que afectara tanto a civiles como a gente de la Corporación.

Haytham miro a todos y luego a mi.

— Diría que, me suenan a los de la Orden Insurgente Australiana — Respondió finalmente, luciendo preocupado por ese hecho.

Parpadee.

— ¿También hay australianos? —

Patrick suspiro.

— En todos lados, realmente. Donde esté la Corporación están ellos y donde no también —

Mire a Hache, él asintiendo fríamente.

— Así es, y los australianos no son precisamente cautos — Dijo con una mueca.

Me quedé mudo al oír todo eso. Si estaban tan lejos de su hogar, entonces estaban siendo de refuerzo para los Insurgentes alemanes. O vengándose.

Esa realización cayó pesada sobre mí, sintiendo que la gravedad parecía volverse peor, empujándome al suelo.

A la vez, el tiempo se ralentizó, y alce la vista viendo como desde el piso de arriba una figura apuntaba su pistola hacia mi. Fue un pánico instantáneo que me hizo dar un salto, empujando a los demás a un lado.

Patrick Elgart, el Cazador.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora