Patrick Elgart, el Cazador.

【XV: La Gran Cristal】Parte 2-

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—De parte de numerosos Cazadores, Agentes, Científicos, Vigías, Mensajeros y otros familiares de la Corporación, el Cazador Patrick Shay Elgart ha sido acusado de homicidio a sus propios compañeros, abuso de rango, abuso psicológico, dejadez en el trabajo, irresponsabilidad, robo de información, insubordinación, salvajismo y la mas importante de todas, traición —

Mire a Elgart desde mi sitio. El estaba encadenado de pies y manos, rodeado de otros Cazadores y Agentes. Me había confiado a la escopeta Elena y se hallaba totalmente desarmado. Mire a Haytham a mi lado. Sus ojos no revelaban nada. A mi otro lado estaba Samantha, que se notaba un poco mas nerviosa.

Collins y Quentin también estaban allí. Cada uno de nosotros tendría que hablar en algún momento. Sobre las galerías, dispuestas en forma de coliseo, de manera que todos veían todo (Elgart estaba al centro), estaba el público. El Gran Padre, los Grandes Maestros Cazadores de cada país con su respectivo equipo, los Lideres Agentes de cada país, los Científicos de alto rango. Todas las figuras importantes de la orden.

Elgart miraba al juez de manera ausente.

El juez miro al castaño.

—Tu, ¿tienes algo que decir?—

Me puse mas nervioso.
Haytham observaba todo atentamente. Se puso de pié.

—El acusado no puede hablar. Propongo interrogantes para los testigos— Su voz sonó clara y fuerte en toda la habitación.

— ¿Haytham, que haces?— Le susurré.
—Tranquilo— Sus labios esbozaron una maléfica sonrisa —Yo me encargo. ¿No te dije que estudie leyes?—

Abrí mucho los ojos.
Todo el día anterior había estado diciendo que no movería un dedo por Elgart.

El juez clavo sus ojos en nosotros y sonrió.
Lo reconocí inmediatamente.

Aaron Clance me odiaba profundamente.
Y yo a el.

Desde allí el juicio progreso de forma muy neutral. Haytham trataba de llevarlo a una mejor postura para nosotros, pero los que estaban en contra tiraban bastante. Se planteaban dudas e interrogantes de todo.

Yo me estaba estresando.

— Planteo un hecho. — Dijo uno de repente. —Varios Agentes y Cazadores confirmaron la historia. En el ultimo asalto a una casa Insurgente, en busca del secuestrado Cazador Lee, fueron evidentes la locura y salvajismo de el Cazador Elgart—

Se sintieron rumores de asentimiento en todo el tribunal.

Elgart permanecía imperturbable. Ninguna emoción, mas allá de la confusión, se veía en sus ojos.

— Hay grabaciones que muestran la brutalidad. No tengo estómago para enseñar fotos de los restos mortales, pero Insurgentes y otros miembros de la Corporación, resultaron heridos y asesinados por el descontrol del acusado. Es una bestia.—

— Interrogante. ¿Tiene acá las fotos o grabaciones? A pesar de que es cierto, es morboso mostrarlas, queremos saber si realmente existen dichas pruebas— Haytham se lanzo sobre el comentario de su contrincante.

Un paquete apareció sobre la mesa y fue entregado al juez.

El lo abrió y miro las imágenes. El Gran Maestro observaba todo y miro también las imágenes.

Aaron fijó su vista en mi y luego guardó las fotos.  Se volteo hacia el Gran Padre y se dijeron algo.

Clance se levantó.
Iba a dar un veredicto.