【XII: Ojos abiertos, despedidas.】

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El tiempo se detuvo por un segundo para mi...

Un sinfín de pensamientos y emociones se arremolinaron en mi pecho.

¿Confusión? ¿Traición? ¿Tristeza? ¿Miedo?...

- Aunque... - Ella sonrió ligeramente - Aunque mi objetivo inicial era Elgart, me despido de ti, James.

Alcé los ojos nuevamente mirándola.

- Entonces si hay algo personal - Al final, solo sentí... vacío. Nuestras miradas se encontraron. Sentí a Patrick toser y caer al suelo tras de mí.

La rubia sonrió. - Pues sí. El Padre no favorece a muchos, James. Y todos saben quien es su niño favorito - Cambiaba rápidamente de arma mientras me decía esas palabras con suavidad y también la más absoluta frialdad.

No pude evitar sonreír. Así que se trataba de eso... Me daba un pésimo sabor de boca.

Mire por sobre mi hombro, Patrick estaba peleando para controlarse...

- Entonces.... Me vas a matar, para quitarme de en medio - La mire nuevamente. Su sonrisa se amplió.

- También fui criada por él, crecí por el lado de los Agentes, y tu por el lado de los Cazadores. Soy la más prometedora de mi generación... No me costaría seguir escalando y convertirme en el siguiente cabeza de la Corporación... Si no fuera por ti. -

Sus ojos eran fríos, su sonrisa era descarada... No era nada la amable chica que me había recibido al llegar a Nueva York. Baje la vista... Realmente había caído en su actuación. No me gustaba pensar ni dar vueltas a eso, pero el Gran Padre era mi padrino, mi tutor desde pequeño, y siempre me dio todo su apoyo. Fruncí el ceño.

- Nunca supe de ti - La observe... Nunca la vi... No nos conocíamos sino hasta que me asignaron la misión de Elgart.

Su risa me hizo tragar saliva, y me sacó de esa suerte de aturdimiento que el shock me había causado.

- Por supuesto que no. Él sabía que un día uno mataría al otro, ¿quien no quiere llegar a la cúspide? Para ser el siguiente Gran Padre tendrías que haber hecho algo conmigo, y él siempre lo dijo, eres demasiado amable, eres bueno, correcto, siempre perfecto, cumpliendo todas las órdenes, masacrando sin dudar si es que era el momento. Oh, si eres su favorito, escuche demasiado de ti, James - Cada vez sonaba más enojada. Frustrada.

Suspire...

- Exageraciones, no soy tan bueno - Era vergonzoso oír eso - Seguir órdenes no es nada especial - Recordé de golpe a Henry y mi decisión en Nueva York de no matar a Patrick. Sonreí - Y ni siquiera eso lo hago bien del todo -

Resoplo. - No seas modesto ahora. El que estés aquí junto a ese animal es... - Guardó silencio de repente.

Y algo conecto en mi mente.

- ¿No estabas tu asignada a Elgart? Por eso estabas en Nueva York - Parpadee.

Ella ordenaba sus misiones, recibía y entregaba reportes... Era la Agente asignada a el Cazador Elgart... ¿Pero luego me enviaron a mi?.... Porque... Patrick nunca confió del todo en ella, y no la dejaba ir a las misiones con él por supuesto...

- Ya veo... Fracasaste en tu misión de acercarte a él y analizar si era un riesgo para la Corporación. - Estaba sorprendido, y a la vez algo divertido en lo más profundo. Debieron haber previsto que Patrick no dejaría a nadie acercarse sin más. Al final, forzarle un compañero era el único modo de vigilarlo.

Apretó los dientes mirándome con rabia.

- ... Así es... -

Patrick rio un poco y apenas detrás mío.

Patrick Elgart, el Cazador.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora