Patrick Elgart, el Cazador.

| Eres padre, Shay |

Otra vez.

Eran las 4:19 de la madrugada, y Shay Jack Elgart, o Shay Jack Patrick Elgart, como a su padre le gustaba recalcar, esperaba su tercer hijo.

Suspiró.
Habría sido mas fácil si su esposa hubiese estado allí. Pero estaba enferma. El se habría quedado, pero sus hijas hacían un buen trabajo. No eran las mas delicadas enfermeras, pero para tener cinco años, lo hacían bien.

Miro al hombre sentado ha su lado.
Su padre.

Ludwig Shay Elgart. El Lobo Albino.
Estaba sentado, aparentemente dormido, y de vez en cuando arrugaba la nariz. Sus cabellos eran blancos, así como su piel. Y tras los párpados se hallaban dos ojos rojos como rubíes.

No sabia bien su edad, pero si que había sido soldado en la Segunda Guerra, y toda su vida había sido un cazador formidable. Gran Maestro Cazador de la mas alta graduación, Ludwig era muy famoso.

El, su hijo, también lo era. Una cuestión familiar eso de ser Cazadores. Los Elgart tenían un talento y habilidades naturales para ello, aunque también era debido a los experimentos del Proyecto.

Una enfermera salió, y Shay se puso en alerta.

-Ya pueden entrar, lo sacaremos de la incubadora.-

Ludwig ya estaba despierto. Vería a su tercer nieto. Y presentía que era especial.

Pasaron la puerta y la mujer, llamada Jodie, los guió entre cientos de estaciones, donde varios niños reposaban, y, cruzando un arco, una sala llena de incubadoras, pero solo una estaba ocupada.

- Allí está - Jodie sonrió, parecía estar muy entusiasmada.

Shay se acercó. Dentro de la incubadora un bebe dormía.

-Es algo grande- atinó. No sabia como reaccionar, ya que.... Bueno... Este niño tenia sangre suya y de su esposa, pero aun así, había sido hecho en un laboratorio.

Ludwig se acercó también.
-Va a ser un chico fuerte... - Volteó a la enfermera - ¿Que edad tiene? -

- Once meses, la próxima semana serán doce-

Shay miró otra vez al bebe y asintió.
-Eso tiene mas sentido -

La enfermera río.
-Este niño es una obra de la ingenería genética, tendrá grandes cualidades- Se acercó a la incubadora. -Desde su creación en los Alpes, creció cuatro meses en Inglaterra. Y el resto acá en Estados Unidos.

-Me dijeron que llego a esta base antes de ayer.-

-Si- repuso Jodie Tham - Aunque estábamos preocupados por el impacto climático, se adapto bien a la temperatura de Alaska. Bueno, técnicamente, nació en los Alpes- Río.

Ludwig lanzó una mirada reprobadora, pero a el espacio vacío a su lado.

Shay suspiró.
-Bueno, saquelo, Ana quiere verlo-

Padre y Abuelo observaron todo el proceso. La enfermera era muy cuidadosa con el bebé, y su mirada era casi maternal.

A Shay le causaba escalofríos.
No le habían explicado bien lo que iban a hacer con el pequeño, pero sabía que era diferente. Iba a ser todo un reto.

Bianca y Ellie estaban muy emocionadas con las perspectivas de tener un hermanito. Y su esposa, Ana, también.
La familia crecía.

Su hermano mellizo, Cazador en Nueva York, quería conocer cuanto antes al retoño.

Era agotador.

-Aquí está - La enfermera llego con un bultito de mantas.

Shay se acercó olfateando un poco. Tomo el bultito entre sus manos y sintió como el corazón le martilleaba. Era un bebe grande, pero delicado. Un bebe siempre era delicado.