Capítulo IV

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Tras una rápida visita al baño, me coloque unas sandalias marrones cerradas que se encontraban dentro de la habitación al costado de la cama. Las sandalias tenían una excelente comodidad y además por el tipo de material con el que estaba hecha, se sentían cálidas.

Habiendo dejado atrás, la puerta dorada de la habitación, tuve que dar rápidos parpadeos para que mis ojos se adaptaran a la luz exterior. Un gran ventanal dejaba ver un gran y extenso jardín, donde varias flores, estatuas, fuentes y bancos hacían de decoración al terreno que mis ojos visualizaron. Por otro lado, el suelo del pasillo tenía una alfombra roja con detalles dorados mientras la pared se mantenía de un espléndido blanco, donde varias pinturas de paisajes y pokémon, adornaban la pared.

─Nuestra familia ─comentó Zeraz mientras caminaba por el pasillo con su pokémon al lado─, es muy adinerada. A mi madre le gustan las pinturas, así que vas a ver que cada pared de la mansión tiene una pintura, a excepción de ciertas habitaciones, pues ella, no logró encontrar una pintura que fuera acorde a lo que la habitación representaba.

─Entiendo. ─fue lo único que pasó por mi cabeza mientras seguía a la chica que cada vez se alejaba más rápido.

La pelirroja parecía sentirse muy bien con la familia que tenía y en la que se había criado, pues, sin que yo le dijera alguna palabra, ella comenzó a contarme cosas de su familia como si de mi parte, ya tuviera conocimientos de ella. La familia Norte, parecía estar dedicada a los trabajos de exploración e investigación lo que llevó a la familia, alrededor de hace cien años acumular una gran fortuna y fama.

Internamente me preguntaba: "¿Cómo nunca había escuchado de los Norte, antes?". Mis padres eran investigadores y exploradores, pero, ellos nunca me nombraron algo o conocieron a la familia Norte. No, que yo supiera, y, yo sabía bastante de lo que hacían en sus viajes.

─No había anteriormente escuchado sobre tu familia, Zeraz ─dije mientras volvíamos a pasar por otro gran ventanal─. Mis padres también son exploradores y viajeros del mundo ─la chica se detuvo de golpe viendo hacia el exterior─. Ellos nunca mencionaron a tu familia. No, que yo recuerde.

─Hay muchas personas hoy. ─expresó Zeraz con cara de pocos amigos.

El comentario de la pelirroja llamó mi atención, por lo que vi hacia el exterior. Más allá del jardín, en una zona empedrada parecida a una plaza, habían varias estatuas (de diversos pokémon de agua y acero) en paralelo y separadas por unos cinco o diez metros entre ellas, se podían ver alrededor de unas veinte personas en una fila. Me pareció extraño ver esa escena.

─¿Qué hacen esas personas de ahí? ─pregunté mientras veía a las personas comenzar a avanzar en la fila.

─Son entrenadores ─respondió fríamente─. Vienen a retar a mi padre por su medalla ─sus ojos azules se clavaron sobre mí con cierto enojo que luego desapareció velozmente─. Esto es casi todos los días pero aun así casi nadie pasa la prueba que él impuso, por lo que son pocos los que al final logran combatir contra él.

─¿A qué liga, él pertenece? ─inquirí mientras volvía a ver a las personas.

─A la liga de Sier ─respondió para luego continuar avanzando─. Dijiste que tus padres son exploradores, pues yo jamás he oído de alguna persona de apellido Franco que sea explorador ─sin verme la chica agitó sus manos de una manera extraña─. Y mira que usamos todos nuestros recursos para dar con algún familiar tuyo.

El nombre de la liga, me pareció extraño y más aun que no fueran dado con mis padres, pues ellos son conocidos del famoso doctor Oak.

─¿Dónde queda la liga Sier? ─solté la pregunta mientras dábamos una vuelta en una esquina. Varias plantas adornaban el nuevo pasillo─ Además, ¿contactaron con el profesor Oak? Él es un conocido de mis padres.

Pokemon: Lejos de CasaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora