La extraña y hermosa mujer de ojos castaños y cabello rubio, tenia su mirada centrada en mi. Parecía ser de aquellas mujeres que dedicaban mucho tiempo a mantener su aspecto, por la manera en la que mantenía el vestido fucsia con varios encajes celeste, además aquel rojo que note al principio en sus labios debía ser algún labial por la intensidad de aquel color.
─Crei que despertarías cuando llegará, pero por lo visto, ya llevas un rato despierto, Matt o debo decir... viajero.
Mi corazón que ya latía con fuerza por la belleza de aquella dama, se detuvo en seco al oír mi nombre y la manera en que me llamaban los soldados y Tim aquel día en Sal. Sentí como cada fibra de mi cuerpo perdía fuerza y estabilidad. Sudaba a gran velocidad, por el extraño calor que sentí luego que mencionara mi nombre. No sabia que hacer, ni que decir.
─Me comentaron que no eres mudo, por lo que espero alguna palabra o al menos un hola ─indicó la mujer─. Además te recomiendo que te calmes, de pronto empezaste a sudar. Tranquilo que no te pasara nada ─su mano derecha tocó mi hombro y un frio recorrió mi cuerpo, haciendo que a mi mente vinieran los recuerdos de aquel día cuando luche contra aquella entrenadora con el Drifblim, que luego luchó contra la dueña del Deoxys.
─¡¿Quién... quién... eres?!
Mi voz estaba quebrada. Un miedo antinatural viajaba por todo mi cuerpo, pidiéndome huir lo más lejos posible de la mujer frente a mi. No sabia específicamente la razón, pero, todo mi ser deseaba correr lejos, muy lejos de la persona frente a mi.
─Tienes una bonita voz ─dijo la rubia de vestido fucsia─, eso no me lo habían comentado ─retiró la mano con lentitud, mientras lo hacía el miedo se fue reduciendo lentamente─. Mi nombre es Trexy, y, soy la sublider del alto mando.
"Ella es como Lisa, aquella científica de Sal que investigaria a mis pokemon y a mi. Si es así, mis pokemon... mis pokemon", vi rápidamente la marca en mi mano derecha y aun la runa brillaba.
─¿Dónde están mis pokemon? ─mi voz había regresado a la normalidad. El solo hecho de imaginar que clase de cosas podría estar realizando, aquella científica, me preocupaba─ ¡Necesito a mis pokemon!
─No estás en una posición privilegiada para, pedir.
Al oír eso sabia que no me diría la posición de mis pokemon, por lo que debía huir de allí, tal como mis sentidos me decían. Rápidamente empuje a la mujer por los hombros y comencé a correr con todas mis fuerzas por el pasillo de paredes azuladas, sin mirar atrás.
─¡Eres buen corredor! ─escuche la voz de la mujer y luego sentí su mano tomando mi brazo─ Pero no eres lo suficientemente rápido...
Después de esas palabras sentí un intenso dolor en mi espalda y cabeza, estaba sobre el piso, y, la mujer llamada Trexy aun sostenía mi brazo.
─Parece que tienes alguna mejora en tu cuerpo. Probablemente fue eso lo que te permitió vencer al hijo de Trexo y luego sobrevivir a esa caída en las montañas Triangulares ─libero mi brazo que cayó al piso─. A veces hay que ser calmado y paciente ─segundos después arrojó sobre mi pecho cinco pokeballs─. Esos son tus pokemon. Levántate para que puedas ir con Fory y por el resto de tus cosas. Hoy no estoy de humor.
La mujer continuó caminando por el pasillo, mientras yo tomaba las pokeballs y me levantaba.
─¿Cómo se que son mis pokemon? ─pregunte mientras me apoyaba en una pared, aun mi espalda y cabeza dolían.
─¡Es absurdo preguntar eso! ─se detuvo y volteó a verme─ Un entrenador que no reconozca las pokeballs donde guarda a sus pokemon, no merece llamarse entrenador.
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Pokemon: Lejos de Casa
FanfictionEl camino para volver a casa no será simple, decenas de pruebas, misterios y batallas se interpondrán en la misión que Matt tiene para regresar a su hogar. Es alejado de todos los lugares que conocía por Palkia, ahora en esta nueva región llena de m...