Capítulo XLI

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Llevamos todo el día dentro de las cuevas practicando y platicando. Las pláticas fueron mayormente sobre nosotros, para así disminuir la desconfianza que aún existía entre Thomas y yo. Mi nuevo compañero tiene veinte, lo que lo hace dos años mayor a mi, me lleve una sorpresa al escuchar eso debido a que su aspecto da a pensar que es más joven, además que pensé era mucho mayor; por otro lado y como era de esperarse hablamos sobre nuestros pokemons, primeramente Thomas preguntó acerca de Combusken y Ditto que eran los que más llamaban su atención, yo le explique que ambos me fueron otorgados por mis padres -claro después de haber explicado, gracias a Zygarde que no era de este mundo, lo que llevo también a una larga conversación, que por mucho que parezca fue complicada de tratar, por las constantes preguntas que hizo Thomas referente a mi mundo y a Hoenn-, por ende eran lo que en este mundo llaman de categoría gratis, después le indique que Noibat también lo había capturado en estado salvaje ─decidí evitar el tema de Diancie para no alargar mi historia, ya que, llevaba hablando más de dos horas entre mi mundo y mis pokemon─ y finalmente le comente que Electabuzz lo obtuve como un regalo por parte de un guardabosques.

Thomas, luego de oírme durante casi tres horas, decidió hablar sobre su historia y pokemons. No se refirió a nada de su infancia, excepto que a los doce años recibió de sus padres a Froakie, un pokemon que su padre había recibido de su abuelo como su primer pokemon; después de eso salto directamente al momento que sus padres fallecieron.

─Mis padres eran de buen dinero, por lo que trabajan en proteger la fauna y flora de la región. Mi padre que tenia a Darkrai con él, lo hizo un entrenador muy temido con el cual muchos decidían no pelear ─suspiró con fuerza y en ese momento se detuvo de golpe─. Hay un pokemon cerca...

─Deja que Noibat se encargue ─la luz que producían las linternas que ambos llevábamos no nos dejaban ver todo el túnel que ambos caminamos, por lo que, el cuidado y preocupación eran lo esencial─. Si es otro Golbat o Diglett, ella podrá ─la pokemon dragón que llevaba rato volando sobre nosotros se dirigío directo a la oscura penumbra, a la cual nuestras linternas no llegaban.

─Confías mucho en tus pokemon. Además ellos te entiende, aunque tú no logres comprender su voz ─dijo con cierta voz apagada─. Bueno mientras Noibat se encarga, creo que deberíamos descansar aquí por hoy, yo haré la primera guardia y luego tú, ¿te parece?

En ese momento se oyeron los chillidos y golpes de la batalla que daba lugar a varios metros de nosotros. No tardó mucho para que el silencio volviera y Noibat apareciera volando otra vez, sin ninguna herida en su cuerpo.

─Ella es bastante fuerte, apesar de no tener modificaciones. Es como me dijiste que era tu mundo, que los pokemon salvajes son muy fuertes, y no necesitan ninguna modificación en sus genética para ser más fuertes ─mi compañero decidió sacar a Charmeleon de su pokeball─. Deberíamos usar a nuestros pokemon de fuego para que hagan guardia mientras descansamos en este túnel.

─Sí, ya que dormiremos aquí seria una buena idea ─libere a Fire─. Tú de la derecha y yo de la izquierda ─para evitar la confusión señale la dirección a la que iría mi pokemon─. Como tres metros seria suficiente, mientras hacemos la comida y eso.

─¡Perfecto! Buen plan. No me parece mala idea. ─respondió animado y luego le indico a su pokemon que hiciese guardia.

Nos sentamos después que Combusken y Charmeleon estaba a la distancia iluminado los lugares donde estaban. Al ser una caverna, no había mucho que describir, más que rocas grises y marrones, un suelo áspero y seco de color arenoso y siendo lo único llamativo la gran distancia que había desde el suelo a techo, además que la distancia entre las paredes era de casi tres metros.

Como Darkrai no estaba, Thomas cargaba una mochila mas grande que la mía, de color púrpura, donde cargaba comida enlatada, objetos personales y médicos. Gracias a la cantidad de comida y ropa que tenia en la mochila deduje que Darkrai no volvería en un buen tiempo, y, Thomas también lo creía. Por mi parte al sentarme saque todo lo que llevaba adentro, dejando todo ordenado, la caja con las megapiedras; las tres pokeballs que cargaba conmigo -me las había dado Cit, durante la semana que entrene con él-, ya que las dos ultraballs y los carameloraros que mis padres me habían dado, estaban bajo el cuidado de Marshadow, quien me dijo que me las entregaría justo en el momento que los necesitará, realmente; la ropa y los zapatos de un lado; las medicinas que mantenía conmigo y finalmente la desgastada piedra del conocimiento que coloqué sobre la caja con el símbolo de mi familia.

Pokemon: Lejos de CasaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora