Capítulo LXXI

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Corrí con todas mis fuerzas saltando entre los derribados árboles y ramas, para llegar hasta Fire. Realmente me preocupa más la grave situación de mi pokémon, que el destrozo alrededor.

─¡Fire! ─exclamé al llegar a él y ver las heridas en su cuerpo─ ¡Maldición! ¡Maldición!

El brazo derecho de Fire ya no estaba, sólo una negra quemadura. Sus piernas ya no contaban con plumas, por lo que podía ver aquello que alguna vez estuvo bajo las plumas, unas patas similares a las de su primera forma, Torchic. Además de la sangre que brotaba por algunas heridas ─causadas por las astillas y ramas que atravesaban partes del cuerpo de mi pokémon─, la máscara roja que cubria su cara y pico, se hallaba agrietada.

─¡No te mueras, Fire! ─grite a todo pulmón.

Mi pokémon abrió uno de sus ojos, y de inmediato me fui en lágrimas al ver como el también lloraba. Podía sentir su miedo a la muerte, su miedo a dejarme y su enojo por haber fallado, todas sus emociones y sentimientos se entremezclan con los míos haciendo que mi corazón lata, cada vez más rápido.

─¡No vas a morir! ¡No lo harás!

Mis manos temblaban pero al ver que en ella tenia una pokeball, decidí guardar rápidamente a Fire, para poder salir de allí con él hacia un lugar donde curarlo.

─Pokémon ya atrapado ─dijo la voz robótica de IA.

─¡Maldita sea! ¡Está no es la pokeball! ─recordé vagamente que planeaba usar la pokeball pero, la guarde en mi bolsillo derecho y rápidamente comencé a sacar las otras pokeball en mis bolsillos para, hallar la de Fire─ ¡Ya vamos a ir a un centro pokémon! 

Un rayo rojizo hizo desaparecer a Fire, dejando solo una tierra llena de sangre.

Me levante y vi en todas las direcciones, viendo las llamas que quemaban algunos árboles caídos, además de ver que una gran parte del bosque había sido destruida de alguna manera. Adicionalmente podía ver varios ataques y pokémon luchando donde debían estar las colinas, en las cuales hacia rato había luchado contra un entrenador del tipo eléctrico.

─¡¿Estás bien, Matt?! ─exclamó un recién llegado Zygarde en su forma canina─ ¡Vi la explosión y vine tan rápido como pude!

─¡Fire! ¡Fire, necesita ayuda! ─le grite a Zygarde─ ¡Está muy herido!

─¡Zygarde, necesitamos salir rápido de aquí! ─exclamó Marshadow saliendo de varios árboles caídos─ ¡Estos tipos son muy peligrosos!

Al ver a Marshadow ─en su forma original y pequeña─, salir de los árboles quemados y caídos, note que los pokémon con la danza extraña, volvían a aparecer atravesando los árboles destruidos en la tierra. Aún mantenían ese extraño baile.

─¡Los desgraciados pueden hacer volar sus cabezas, y parece que buscan robar la energía vital! ─señaló la pokémon.

─¡Marshadow, Fire esta herido! ─grite nuevamente sosteniendo su pokeball en mis manos.

─¡Ya lo sé! ¡No pude protegerlo de la explosión de estos malditos! ─explico Marshadow viendo de reojo─ ¡Lo importante ahora es salir y dejar a estos pokémon atrás, sino Fire morirá!

La imagen de mi pokémon herido gravemente, cubrió todos mis pensamientos.

─¡Estos no son los únicos problemáticos, Marshadow! ¡Hay otros! ─exclamó Zygarde─ ¡Debes llevar a Matt al sur del lago Unido! ¡Mis células los llevarán a un lugar seguro!

─¡Vamos, Matt! ─la sombra de Marshadow me envolvió y me inmovilizo─ ¡Son del tipo fuego y fantasma!

Tras esas palabras de Marshadow, la pokémon se movió con rapidez entre los árboles dejando atrás a Zygarde, quien comenzaba a lanzar ataques a los cinco pokémon con cabezas esféricas y múltiples colores.

Pokemon: Lejos de CasaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora