Capítulo LXXVI

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Mis ojos no se apartaban de Fire, quien, seguía debajo del marchito árbol recuperándose de sus heridas. Las astillas de madera que lo habían atravesado ya las había retirado las células, las plumas de sus piernas ya podían verse nuevamente, la máscara en su rostro que servía como protector de su cara ya no contaba con grietas, lo único preocupante era su cercenado brazo derecho.

Habían pasado ya dos horas desde que llegue a ésta caverna, y me seguía preguntado si Fire volvería a la normalidad. Además no podía olvidar a los pokémon que vi salir de la grieta, sobre todo después de notar la preocupación de Marshadow.

─Matt, relájate y da un poco de atención a tus demás pokémon ─dijo la pokémon en su forma de sombra─. Ellos también están preocupados por el estado de Fire, pero necesitan tu atención, en especial Lek. Recuerda que evolucionó de una manera brusca y muy distinta a como debería haber sido.

Marshadow tenía razón en cuanto a Lek. Mi pokémon eléctrico evolucionó de una forma muy distinta, luego de recibir los ataques y quedar muy herido, logró avanzar a su última forma, cuando no debería de haber sido así.

─Además debes hacer algo con tu conexión hacia Pink y Lek ─añadió Marshadow mientras veia a mis pokémon sobre la roca, viendo a su compañero herido─. El ataque de ira que tuviste, rasgo un poco la unión entre ustedes.

─¿Sabes qué hizo Zygarde exactamente? ─pregunte en referencia al hexágono negro en la frente de Lek, debido a que debía tener un círculo en vez de esa figura.

─Lo cubrió con sus células para protegerlo de morir, pero, el ataque en conjunto con las células y el poder de la runa, hicieron que tuviese un efecto secundario que termino en su evolución. ─explico Marshadow.

─¿Es bueno o malo que haya evolucionado así?

─No siento nada malo en él, pero debes tenerlo en vigilancia para ver si sucede algo anormal ─indicó la pokémon.

─Y... ¿qué puedo hacer con la conexión? ─pregunte al ver a Pink.

─Tardarás en renovar lo rasgado ─señaló antes de cambiar a su forma original y más pequeña─. Lo importante es que no se forme un bloqueo o pared entre tú y tus pokémon, sino, no habrá vuelta atrás.

Anteriormente me explicaron que mientras mantuviera fuertes emociones negativas, terminaría dañando la conexión entre mis pokémon y yo si mantenía la runa autómata activa, y, si se terminaba de formar una pared entre mi conexión con ellos, todo terminaría, no el aspecto de sus muertes o la mía pero si que no habría progreso si continuará entrenandolos.

─¿Cómo puedo hacer para renovar lo rasgado?

─Simplemente necesitas relacionarte más con ellos, después de un tiempo se habrá renovado ─respondió.

Me acerqué a mis pokémon y los vi a todos. Ellos estaban viéndome esperando que les dijera algo, pero, no sabia que decir, mi mente solo podía concentrarse en los recuerdos de ver a mis pokémon, en especial Fire y Lek quienes llegaron a los peores estados.

Finalmente fue Baty quien voló hacia mi y acarició su frente con la mía. Ese acto tan simple, fue lo que necesite para correr a abrazarla y después a mis demás pokémon, los cuales no se quedaron de brazos cruzados. Ditto fue el primero y con su acuoso cuerpo rosa, sentí como si abrazara una cama de agua; siguió Praga que antes de abrazarme, piso mi pie izquierdo aunque eso no arruinó el momento; y, por último Lek, su cuerpo me erizo los vellos y el cabello al contacto, además con su robusto cuerpo fue capaz de levantarme en el aire por unos segundos.

─Lek, se disculpa por no haber cumplido con tus ordenes ─expresó Marshadow tras mi pokémon me dejara en el suelo otra vez.

─Espero no vuelvas incumplir mis órdenes ─dije de la manera más seria que pude antes poner mi puño en su pecho─. De verdad lo espero.

Pokemon: Lejos de CasaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora