El camino para volver a casa no será simple, decenas de pruebas, misterios y batallas se interpondrán en la misión que Matt tiene para regresar a su hogar. Es alejado de todos los lugares que conocía por Palkia, ahora en esta nueva región llena de m...
El brillo de las estrellas se reflejaba en las calmadas aguas del océano, causando una extraordinaria ilusión, en la que el agua parecía fundirse con el horizonte haciendo que la pequeña barca marrón, donde un hombre con un pokémon, pareciera estar flotando entre las estrellas.
La ilusión pronto acabó, cuando el agua comenzó a agitarse. Aún así, la barca se mantenía inmóvil. El hombre de cabello blanco se levantó y posó sus castaños ojos, en una gran sombra que comenzaba a verse bajo la barca, mientras que el pokémon que lo acompañaba mantenía su mirada pérdida entre las estrellas, totalmente inmóvil.
─¿Quién osa en llamarme? ─preguntó una voz que calmó, las agitadas aguas del océano.
─¡Deidad de los mares! ¡Creador de la luna! ─exclamó el humano levantando sus brazos al aire, dejando que la toga blanca que traía puesta, se abultará en sus hombros─ ¡Yo, el último guardián del clan espiritual! ¡Osó llamarlo a usted! ─inclinó su cabeza pero manteniendo sus brazos hacia arriba.
Un silencio absoluto envolvió todo el lugar, mientras, la sombra se desvanecía.
─Has hecho bien, amigo. ─dijo el pokémon de plumas verdes y blancas.
La sombra volvió a aparecer y con ello el agua volvió a agitarse, pero, con muchas más violencia, aunque eso no perturbo a la barca.
El agua salió disparada hacia arriba, como un geiser en eyección, causando que tanto el guardián como el pokémon quedarán empapados. Cuando el agua se disperso, dejó ver a una gran criatura de color blanco con un vientre azulado. Sus alas gigante se movían lentamente, al igual que su cola.
─Si has venido directamente hacia mí ─expresó el recién aparecido pokémon, mientras decendia hacia la barca─, es porque has visto un futuro peligroso.
─Tal y como lo prometieron mis antepasados ─indicó el pokémon de la barca abriendo su pico─, he venido a avisarle sobre su futuro gran Lugia.
─Mi futuro ─dijo Lugia, ya con sus patas tocando y calmando el océano─, es el futuro del mundo. Tal como el futuro de Ho-Oh, es el futuro del mundo.
Totalmente empapado, el guardián se sentó con una mirada fija en, la deidad de los mares, quien también lo veía fijamente.
─Humano, ¿qué ves en mí? ─inquirió Lugia.
─Veo a un guardián y protector del mundo ─respondió el hombre bajando su mirada─. Eso es lo que veo.
─Un guardián identifica a otro guardián cuando lo ve ─señaló Lugia─. Has protegido muy bien a Xatu.
Haciendo uso de sus poderes, el pokémon Lugia eliminó todo rastro de agua en el humano, dejándolo totalmente seco.
─Lugia, es tiempo que le hable sobre el futuro ─dijo Xatu─. Las cosas no serán fáciles y la luz ─el pokémon hizo una extraña pronunciación al decir esa palabra─, esta por llegar.
─¿Soy el primero al que le has dicho? ─preguntó Lugia.
─No ─negó el pokémon volador.
─Entonces, es hora de prepararse ─Lugia comenzó a hundirse en el agua─. Espero podamos vencer a la luz, antes que sea tarde.
─Lo mismo espero, Lugia ─indicó Xatu, mientras envolvía la barca con sus poderes psíquicos─. Ya he preparado el camino de los faros.
─Eso quiere decir que ya los heraldos de la destrucción han llegado ─los ojos de Lugia se envolvieron en un brillo rojizo─. Debo embarcarme a la lucha.
En un abrir y cerrar de ojos, Lugia quedo solo en medio del océano mientras se preparaba para volver al fondo marino.
─No puedo permitir que la luz, ahogue éste mundo ─se dijo a si mismo el pokémon─. Ninguno de nosotros puede permitirlo. Es hora de erradicar la luz que ahoga a los mundos ─la luna ilumino durante unos instantes al pokémon, antes que acabará por hundirse en el océano─. Ya la pokémon de la luna, está aquí.
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