Capítulo LXX

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El gigantesco pokémon movía las diversas partes de su cuerpo, en varios sentidos mientras mantenía sus ojos en mi y Fire, quien ya estaba listo para combatir.

─¡Fire, usa doble patada con patada ígnea!

La velocidad de mi pokémon era muy superior a la de Steelix, quien, no tuvo oportunidad de esquivar las dos patadas que dejaron marcas negras en su cuerpo. Aún así, el pokémon acero y tierra atacó con su cola pero, no acertó ni un golpe.

Tuve que girar para ver como iban los demás combates antes de terminar de escapar, sabia que Fire tendría la ventaja sobre Steelix por lo que di ese último vistazo, para luego correr lejos. Mi sorpresa fue ver al terrorífico Tyranitar levantar a Aggron y después dejarlo caer mientras usaba su cuerpo para caer sobre el pokémon rival, fue increíble de ver como el pokémon de Trexo chocó contra la tierra a la vez que era aplastado por Tyranitar.

─¡Debes huir! ─exclamó Zygarde haciéndome girar nuevamente hacia Fire, quien se hallaba sobre la cabeza de Steelix.

Comencé a correr para alejarme de aquello.

─¡Fire, vamos!

Mi grito vasto para que Blaziken propinara un fuerte y poderoso golpe que dejó a Steelix, sobre la tierra.

Mi pokémon no tardó en alcanzarme, gracias a sus largas zancadas.

─¡El bosque esta frente a nosotros! ─indicó Marshadow mientras veia el otro bosque a varios metros.

El ruido del combate no paraba a pesar de estar a una distancia, bastante considerable, los gritos y explosiones no paraban aunque ya se oían lejanos.

─¡Detente! ─grito Zygarde.

Al instante me detuve pero, por el ritmo y la velocidad a la que corría no pude evitar caerme y dar giros sobre el campo hasta detenerme con la cara en la tierra. El dolor de los golpes y los rasguños se hicieron notar al instante pero fue allí, cuando una sensación horripilante recorrió mi espalda.

─¡¿Qué demonios es ésto?! ─exclamaron Zygarde y Marshadow.

Rápidamente Fire me ayudó a levantarme mientras el núcleo se bajaba de mi hombro y dejaba ver su cuerpo, además que Marshadow tomó la forma original de su cuerpo ─esa forma pequeña con la que fue conocida en las noticias─ y se detuvo a un lado de Zygarde. Ambos veían al cielo nocturno y por inercia yo también lo hice.

─¡¿Qué?!

Fue lo único que llegue a decir tras ver una inmensa y alargada línea zigzag, en lo alto del cielo con una variedad de colores. Al mismo instante a lo lejos, pude ver que los combates se habían detenido.

─Es energía muy condensada ─indicó Zygarde─, en extremo condensada, parece que es tanta que esta resquebrajando el cielo.

─Tienes razón ─admitió Marshadow─. Nunca había... ¡¿Qué es eso?!

Admire como aquella grieta que se extendía a lo largo de cielo y parecía no tener fin, comenzó a abrirse creando más fisuras en el cielo. Jamás había visto algo como aquello e igualmente Zygarde y Marshadow, tampoco lo habían visto.

─Esto no es bueno... ─ indicó Marshadow─. Siento energías desconocidas provenientes de esa fisura.

─Yo también ─afirmó Zygarde─. Son diferentes a todas las que anteriormente he sentido... ninguna es similar o parecida a los demás pokémon.

─¿De qué hablan? ¡Debemos continuar! ─exprese con ansias de continuar.

─Hay cosas vivientes que jamás he sentido, allá arriba ─señaló Marshadow antes de voltear a verme con sus rojizos ojos.

Pokemon: Lejos de CasaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora