Capítulo LXXIX

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Los tres aros que tenían a los pokémon, se fueron haciendo cada vez más pequeños hasta llegar a tener una poco más de mi tamaño. Aunque eso no evitaba que se notarán, las siluetas de los pokémon.

─Estos tres serán más que suficiente para vencerlos ─indicó Hoopa mientras se elevaba por los aires─. ¡Espero me diviertan una última vez! ¡Salgan Raikou, Suicune y Entei!

─Los... los... famo... sos...

─¡Matt, reacciona! ─grito Marshadow, haciendo que volviera en mí.

Había oído y leído historias de los tres pokémon que habían fallecido en la Torre Latón, después de un terrible incendio y luego revivieron por los poderes de Ho-Oh. Esos tres pokémon recorrían el mundo ayudando a otros pokémon, y, a los humanos que tuviesen un buen corazón. Se dice que si ellos tres se unieran con los espadachines místicos, ningún pokémon sufriría más de la maldad humana, pero, jamás han llegado a encontrarse.

─¡Matt! ─exclamó Marshadow nuevamente.

─¡El chico está asustado! ─vociferó Hoopa riéndose a carcajadas.

"Me preocupa el estado de Fire... pero... necesitamos salir de ésta a como de lugar. Hoopa por lo visto es muy superior a Marshadow, por lo que imagino ella debe tener un plan, ya que, mis pokémon y yo tenemos un límite, en especial al uso de la runa... solo cuento con tres usos... ya que luego pierdo fuerza física y mental", deje mis pensamientos a un lado, al ver a los tres perros legendarios, salir de los aros.

Entei apareció con su cuerpo marrón erguido, con la mirada puesta sobre mis pokémon. De su lomo se podían ver varias formas, aludiendo a un volcán gracias a la presencia de un pelaje blanquecino y gris, que recorre todo el lomo del pokémon. En cada una de sus patas tiene un grillete negro, antes de sus blancas patas.

Lo primero que note en Raikou fueron sus largos colmillos, seguido de la melena en su espalda, muy similar a una nube de tormenta. Luego su pelaje amarillo con aquellas rayas negras, le daba un aspecto intimidante y feroz que se complementa con su mirada fría y largas garras. Su cola parece la viva imagen de un relámpago, siendo lanzado desde la melena de sus lomo.

Finalmente admire a Suicune, quien con su estilizado cuerpo azulado con manchas similares a diamantes, dejaba ver un aire de nobleza y belleza. Sus colas se movían lentamente hacia el frente, mientras su melena lo hacía lentamente en dirección contraria. Lo más interesante era aquella cornamenta helada sobre su cabeza, que por mucho tiempo dejo a todos pensando que era del tipo hielo.

Los tres perros legendarios, al principio calmados de pronto agudizaron sus rostros mientras sus ojos se tornaban rojos, una señal que Hoopa ya comenzaría su ofensiva, por ello, estando ya de vuelta a la realidad, tome la pokeball de Fire, dejando únicamente la de Baty conmigo.

─¡Sal Fire! ─exclamé, llamando la atención de los pokémon.

─¡Ya volvió el chico asustado! ─señaló Hoopa volviéndose a reír.

─Espero tengas un plan para salir de aquí ─dije mientras veia de reojo a Marshadow─. Recuerda que mi límite con la runa es de tres tiros, después me siento demasiado cansado.

─No te preocupes ─respondió Marshadow─, tengo un plan.

─Bien ─fue lo único que me límite a decir mientras tocaba la mega pulsera en mi muñeca izquierda─ ¡Megaevoluciona, Fire!

Una calidez invadió mi corazón y luego un resplandor cubrió a Blaziken, quien tras luego del brillo apareció, con su nueva forma. Los dos picos rojos sobre su cabeza, se habían unido en un solo pico que seguía unido al pico. La alargada cabellera que cubría su espalda se había erizado en forma de puntas, dejando su espalda al descubierto. El plumaje de su estómago se había vuelto rojo, al igual que las plumas en la parte inferior de sus piernas, mientra que por otra parte las plumas en la parte alta de su pecho y la zona superior de sus piernas, tomaron una tonalidad negra. Finalmente en ambas muñecas, dos llamaradas largas e intensas, aparecieron de golpe.

Pokemon: Lejos de CasaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora