Capítulo LXXIV

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Mi vista estaba fija en las líneas multicolores cubriendo el cielo nocturno, podía ver desde lo alto de la montaña gran parte de toda Sier, aunque el frío me eriza la piel, sufro de más escalofríos al estar cerca de Xatu. Su presencia no me gustaba pero, me tocaba aguantar y respirar hondo cada vez que usaba sus poderes para hablar conmigo, todo desde que el guardián del Clan Espiritual, me derrotó hace ya cuatro días.

─Cuando me hablaste de las luces, ¿era sobre esas líneas de colores? ─pregunte dudosa al guardián que estaba sentado en una roca cercana.

─Sí ─respondió fríamente─. Las cosas cambiarán bastante desde ahora ─se arreglo su blanco cabello y miro hacia las estrellas─. Será como un reinicio... bueno hasta donde vio Xatu, es así.

─Entonces, ¿nos basamos en el futuro que vio un pokémon? ─después de oír tanto sobre pokémon y el futuro en estos últimos días, ya estaba cansada de oír lo mismo una y otra vez─ Nunca fui amante ni seguidora de la religión o los clanes, aunque eso no evitó que los conozca bien.

─Se nota que estas cansada por lo que has vivido estos últimos días ─su mirada dejo el cielo para fijarse en mi─, pero las cosas pasarán de alguna forma ─al principio me costaron ver sus ojos castaños─. Hablando de cosas que pasarán... ¿nunca te preguntaste por qué tus ojos son rosados?

─Mi madre me contó que colocaba piedras rosadas sobre su barriga, para que yo naciera bien, al final ella pensó que el haber hecho eso... propicio al color de mis ojos ─respondí recordando las veces que mi madre me contó esa historia.

El guardián volvió a ver hacia la región de Sier, dejándome la duda de esa pregunta.

Pasaron unos minutos de silencio, en los que ambos solo veíamos las líneas a lo lejos, y después fuego arrasando los bosques. "Aún no entiendo la razón de no avisar a las autoridades de todos los países en el mundo. Siendo miembro de un clan, su voz hubiera sido oída y se fuesen tomado acciones al respecto, pero, tanto él como Xatu, decidieron no avisar de esta invasión... es increíble... de verdad es increíble que existan otros mundos además de éste. Nunca pensé que fuéramos los únicos en el universo, pero, jamás me paso por la cabeza que existieran otros universos", seguía viendo el fuego a lo lejos, quemando lo que debía ser el Bosque Pata de Dragón y el Bosque Bota.

─¿Por qué tan callada, Hil?

Esa pregunta me erizo la espalda. Al ver hacia arriba podía verse descender a Xatu apenas moviendo sus alas blancas, dejando ver las plumas verdes en su pecho.

─¿Cómo esta la situación? ─preguntó el guardián levantándose.

─Nada ha cambiado, todo va de acuerdo a mis visiones del futuro ─expresó el pokémon al tocar tierra─. El general quedará marcado; los hijos del líder comenzarán su verdadero viaje; los antiguos compañeros de Hil, se preparan; y, el chico...

─¿De verdad Kra y Rita, aun siguen vivos? ─pregunte─ Debido a la manera en la que los dos, me presentaron a esas criaturas pokémon de otro universo, tan fuertes y poderosas, pensaba ya ellos estarían muertos.

─Ninguno de los siete morirá ─comentó el guardián acercándose a Xatu.

─Recuerda lo que te dije, Hil ─indicó el pokémon viéndome con sus ojos negros─. Son necesarios siete faros para vencer a la luz.

─¡La luz! ─grite molesta al oír ese término nuevamente─ ¡La luz aquello, la luz esto! ¡¿A qué demonios te refieres con la luz?! ¡Maldición! ¡Ya estoy cansada de todo esto! ─me levante molesta con la mirada fija en Xatu─ Llevas cuatro días, ¡cuatro días! ─con rapidez mostré cuatro dedos en mi mano derecha─ Repitiendo lo mismo. Dices que vencer a la luz dará paso a un nuevo comienzo para el planeta, pero, ¡ni siquiera lo has visto bien! ¡Por Arceus! ¡¿Cómo sabes que necesitamos vencer a lo que sea la luz, si ya para entonces estás muerto?! ¡Dime!

Cuando termine para esperar la respuesta, me di cuenta de mi error.

El rostro del guardián, con sus ojos cansados y su mirada fría, se entristeció a tal punto que vi un lágrima salir de uno de sus ojos. Realmente lo había arruinado al hablar sobre la muerte de Xatu, un pokémon con el cual el último miembro del Clan Espiritual, tenia una relación tan estrecha y única.

Me sentí mal por él, debido a que tras pasar varios días en aquel salón dorado con Golurk, Sigilyph y el guardián, termine en cierta medida encariñandome con él, por la manera en que me trataba y hasta por contarme decenas de historias que jamás había oído.

─Mi muerte ya ésta destinada, pero, la de los siete pilares no ─respondió Xatu entrecruzando sus alas─. Hasta donde llega mi visión, justo antes de morir, tú y los otros seis faros, están apunto de combatir con la luz ─dejo de verme para ver las estrellas─. No se realmente lo que es la luz, solo que es muy poderosa y solo ustedes siete podrán vencerla, aunque antes de eso cada faro deberá superar su prueba para, poder iluminar el nuevo camino después de vencer, a la luz.

─Sigue siendo irónico que para vencer a la luz, se necesiten de faros ─expresó el guardián antes de dar una larga carcajada─. ¿Quién entiende?

Note de inmediato que él había dicho aquellas palabras con aquel tono, para evitar el dolor en su corazón. Debía estar triste, muy triste por saber que no podía hacer nada para cambiar las cosas.

─Nadie más que Arceus ─señale antes de volver a la roca donde antes estaba sentada─. ¿De verdad, no puedes decirme cuál será mi prueba? ─pregunte al pokémon─ Seria de ayuda saber.

─Hil, sabes que...

─¡Espera! ─exclamó Xatu interrumpiendo a su compañero─ Hil, ya te he dicho que tú eres el faro que guiará a los demás, así que creo es conveniente que conozcas las siete pruebas de los siete faros.

─¡¿Cómo?! ─pronunciamos a lo unísono el guardián y yo, mientras me sentaba.

─Para ser un buen guía, debes conocer el camino y por eso antes, debes ser guiada ─expresó calmadamente el pokémon dándonos la espalda y viendo hacia Sier─. Cada faro deberá superar su prueba, lo cual los cambiará dependiendo del camino que escojan. Las pruebas son sencillas, aunque con miles de resultados posibles ─agitó su cuerpo y después estiró sus alas antes de entrecruzarlas otra vez─. El faro del general, debe superar la prueba de la confianza; el faro de la hija, dar venganza; el faro del hijo, la prueba del acero; tu compañero, hallar la mente; tu compañera, ver la vida; el muchacho viajero, necesita obtener la balanza; y, tú ─en un parpadeo apareció frente a mi, haciéndome caer al suelo por el susto─, necesitas  abrazar a la muerte.

Quede atónita sobre el suelo, intentando pasar el susto y lograr entender todo lo que me había dicho. Confianza, venganza, acero, mente, vida, balanza y muerte, todas esas palabras rondaban mi mente, sin darme tiempo a entender o comprender, lo que debía hacer ahora que yo era la guía.

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¡Hola! ¡Hoy te traigo una nueva historia! Si eres fan de los cómics o te gusta el género de superhéroes, te invito a leer: Ira y Luz.

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Pokemon: Lejos de CasaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora