Zygarde llevo a Empoleon y a mi atraves de la roca, la cual a su tacto se comportaba como el agua, abriéndole paso a una velocidad increíble. Aún en su forma canina, el núcleo termino dejándonos a las orillas del lago, donde anteriormente me había encontrado con sus células.
El fuego seguía ardiendo y el agua del lago tenía decenas de escombros entre árboles y grandes rocas. Además en el aire había un olor extraño y nauseabundo acompañando al de madera y hojas quemadas.
─He identificado ocho de estos pokémon invasores, alrededor de todo el globo ─dijo Zygarde haciendo que todos lo viéramos─. Todos son muy peligrosos pero hay tres de los que deben cuidarse.
─Espera Zygarde... hablas como si nos fueses a dejar ─dije al notar lo rápido que habla.
─Matt, mi misión es proteger y mantener el equilibrio del planeta ─indicó Zygarde─, no andar de niñera, por eso debo dejarlos mientras ustedes se hacen cargo de hallar los fragmentos para volver a su mundo ─cada vez hablaba más rápido como si necesitará irse de inmediato─. Continuando, los tres pokémon son: el blanco de aspecto elegante que te atacó al principio ─al instante recordé a la criatura y su velocidad─; la que hizo arder los bosques de colores verdes; y por último, una pequeña criatura blanca con detalles amarillos y naranjas. Los dos últimos no atacan directamente pero no deben descuidarse, en cambio, la primera si ataca a la primera por lo que deben protegerse del aroma que emite. Ya por último no subestimen a ninguno de los demás, dejare una célula contigo ─expresó al verme a los ojos─. Ella les transmitirá mis mensajes.
Tal como a había aparecido en la caverna con el árbol marchito, Zygarde desapareció sin dejar rastro.
─Debemos comenzar a movernos hacia la capital ─señaló Marshadow emergiendo de las sombras─. No perdamos el tiempo... hay mucha energía legendaria por todas partes...
─¿Energía legendaria? ─pregunte al nunca haber oído tal termino.
No hubo tiempo para dar una respuesta, debido al estruendoso trueno que retumbo en el aire, a la vez que se notaba el gran resplandor. Seguido del relámpago, una fuerte y anormal brisa me lanzo a la arena de la orilla, mientras Empoleon evitaba caer como yo lo había hecho.
─¡Debemos salir de aquí! ¡El trío de las nubes, está cerca! ─grito Marshadow cubriendo mis piernas con una especie de nube oscura.
Sin percatarme ya estaba al otro lado del lago junto a Empoleon y Marshadow. El pokémon de Trexo me vio, produciendo luegos sus sonidos con su pico.
─Acaba de decir ─señaló Marshadow, después que Empoleon calló─ que debemos ir hacia las cuevas de Vorka, ya que de allí, es más fácil llegar a la capital.
Antes que pudiera hablar vi un inmenso rayo caer en el ardiente bosque, segundos después entre las nubes oscuras que cubrían el cielo nocturno, vi tres figuras muy poco identificables a excepción, de las nubes bajo ellas. Sabía muy poco sobre el famoso trío de las nubes, ya que mi interés sobre los mitos de Unova ─o Teselia como algunos tienden a llamar a esa región─, fueron muy pocos o vagos. Lo llamativo de la región donde aquel trío era venerado, desde mi punto de vista ─y el de inmensa mayoría─, son los mitos del poderoso dragón que se separó en tres partes, de los cuales se sabe su inmenso poder y que no cualquier persona puede llegar a estar con ellos, aunque eso no evita que las leyendas de los espadachines deje de ser llamativa, sobre todo después de haber conocido a Terrakion.
─Es mejor que nos movamos ─ordenó la pokémon─. Esos tres no tienden a llevarse muy bien, lo que probablemente los llevará a luchar entre sí.
Fuertes corrientes de aire comenzaron a arremolinarse donde el trío se encontraba, a la vez que los rayos de las nubes se unían al gigantesco tornado. No podía creer lo que veía.
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Pokemon: Lejos de Casa
FanficEl camino para volver a casa no será simple, decenas de pruebas, misterios y batallas se interpondrán en la misión que Matt tiene para regresar a su hogar. Es alejado de todos los lugares que conocía por Palkia, ahora en esta nueva región llena de m...