Capítulo XXIV

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Unas cuchillas rosadas emergieron desde las cucharas que sostenía Alakazam y rápidamente golpearon a Camerupt. El pokémon de fuego chilló de dolor pero decidió contraatacar con el movimiento pirotecnia. Varias bolas de fuego salieron disparadas desde la espalda de Camerupt hacia el pokémon de Cit, quien con sus poderes psíquicos detuvo y dispersó el ataque.

─¡Ahora si te encendiste, viejo! ─grito emocionado el pelirrojo de lentes oscuros─ ¡Ataca con roca afilada! ─ordenó a su pokémon.

─¡Repite psicocorte! ─exclamó el mayordomo.

Los ataques de los pokémon impactaron, haciendo una explosión por el contacto. Alakazam comenzó a hacer girar sus cucharas rápidamente y Camerupt empezó a pisotear el suelo con brusquedad.

─Ese Camerupt es muy fuerte ─dijo Zygarde en mi cabeza.

─Sí... ─afirmó Marshadow─ pero la situación en el pueblo es caótica ─suspiró─. Matt, debemos movernos de aquí rápido.

No dije ninguna palabra pues Camerupt se lanzó hacia Alakazam. El pokémon pelaje naranja volvió a usar pirotecnia y los poderes psíquicos de Alakazam detuvieron las bolas de fuego, pero éste último pokémon, no pudo reaccionar a la embestida de su contrincante.

Un fuerte golpe hizo que Alakazam cayera al suelo pues había perdido la concentración, por ello Camerupt levantó sus patas delanteras velozmente para aplastar a su enemigo.

Cit ordenó a su pokémon usar protección.

Una barrera traslúcida protegió a Alakazam de ser aplastado y le dio la oportunidad de moverse a otra posición cercana a su entrenador.

─¿Estás bien, Alakazam? ─preguntó Cit, y su pokémon asintió─ Bien. ¡Usa psicorrayo!

─¡Camerupt, tierra viva! ─gritó el pelirrojo.

Los ataques fueron tan rápidos que ninguno de los dos pokémon tuvo tiempo de esquivar el movimiento de su adversario. Camerupt retrocedió bastante mientras se tambaleaba. Alakazam luego de la explosión quedó desorientado y se movía de un lado al otro. Cuando ya los pokémon recuperaron la compostura se miraron fijamente.

El ambiente que de por sí ya estaba muy tenso, se tornó más pesado y aterrador debido al grito que ambos pokémon se lanzaron el uno al otro.

─¡Hey chico! ─gritó el miembro del N1 mientras me apuntaba con su índice─ ¡¿Dejarás que este vejestorio, pelee por ti?! ─sonrió de manera burlona─ ¡No seas cobarde, si eres capaz de controlar a dos Noibats debe ser por una razón! ¡Lucha, idiota!

Mi cuerpo reaccionó furioso ante su provocación. Apreté los puños y los dientes mientras sentía como el enojo se apoderaba de mí, por tal provocación. Di un paso adelante y erguido grite:

─¡Ditto, usa transformación en Camerupt!

Mi pokémon comenzó a resplandecer y a transformarse en el pokémon del pelirrojo.

─¡No chico, no! ─grito Cit cuando Ditto ya se había convertido en Camerupt.

Ditto transformado en Camerupt, cayó con fuerza al suelo haciendo temblar al mismo.

─¡Imposible! ─exclamó el miembro del N1─ ¡Un Ditto!

El pelirrojo conmocionado retrocedió un par de pasos.

─¡Embiste a su pokémon, Ditto! ─ordené.

Gelatino pasó corriendo a mi lado con fuerza.

─¡Matt, no tenías que hacer eso! ─exclamó con furia Cit─ ¡Por Arceus! ¡Alakazam, psicocorte!

Pokemon: Lejos de CasaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora