Pokemon: Lejos de Casa

Capítulo XLIV

Golurk y Golett mantuvieron la distancia entre nosotros mientras comíamos y mis pokemons reponian fuerzas. Ditto y Noibat eran quienes más daño habían sufrido, Ditto sufrió fuertes quemaduras y Noibat daño a sus alas y orejas, pero gracias a Zygarde la pequeña dragona de color morado se recuperó rápido y sin ningún daño secundario.

Ya me había colocado la camisa y la chaqueta, ya que el frío se mantenía en aquel desconocido lugar.

Sigilyph y Zygarde estaban a punto de dar una explicación, sobre el éter y la misteriosa energía.

─Bueno comenzará Sigilyph con lo relacionado al éter ─dijo Zygarde─. Te dará un poco de su éter para que entiendas sus palabras.

Pude un pequeño hilo verde salir desde el ojo superior del pokemon guardián, hasta llegar a mi donde se desvaneció.

─Hola ─la voz del pokemon resultó ser la de un adulto de muy avanzada edad─. Primero quiero disculparme por los daños que deje, realizar a Golurk. Realmente no sabíamos quienes eran hasta que Zygarde hizo uso de su poder.

─No te preocupes, Sigilyph. Ellos entenderán que fue un error ─hablo rápidamente la masa verde con el núcleo azul en su cuerpo.

─Bueno. Esta bien ─aún no asimilaba que la voz de Sigilyph fuese parecida a la de un anciano─. El éter es en pocas palabras, energía. Una energía sin igual, pues veras que es justo lo que desprende cualquier pokemon al evolucionar, y, lo que todo ser vivo y no vivo posee, ya que el éter esta en todas partes. Todos en esta sala, tenemos una cantidad de éter y la misma sala tiene éter. La cuestión es que esta energía tiene diversas densidades, dependiendo del lugar y el ser que la tenga...

Zygarde interrumpió a Sigilyph, diciendo:

─La cosa viene con que, la densidad varía según tu cercanía al principio de la creación, mientras más cerca estés de allí mayor será la densidad de éter que tengas; por ejemplo: Palkia, Dialga y Giratina, poseen una enorme densidad en su éter, ya que ellos se encuentran cerca de los albores de la creación. Un humano y un pokemon de la actualidad deberían de tener una densidad mucho menor, aunque valen las excepciones que han sucedido...

─Pero tú vas más allá de esas excepciones ─dijo Sigilyph─. No debería de haber ningún ser, a excepción de algunos pokemon, capaces de mantenerse tanto tiempo en esta sala con la densidad de éter que había. Date cuenta tu compañero quedo inconsciente, segundos después de entrar, en cambio tú pudiste entrar y salir. Si te desgasto, pero lo hiciste, hiciste algo increíble que ni yo puedo hacer.

─Sí hablan de densidades y éter. Que si aquellos pueden y otros no pueden, Matt, ¿dónde se encuentra de densidad? ─preguntó Thomas.

─Es extraño que lo diga ─comentó Zygarde─, pero, es... inconsistente. Cuando entro en la sala era alta la densidad, pero, cuando pateo a Golett fue mucho más alta, casi llego al nivel de lo que ustedes los humanos llaman legendario, y, hay...

─Hay es cuando entramos en el otro problema, contigo Matt ─volvió a tomar el hilo Sigilyph─. Además del denso éter, expulsas una energía muy misteriosa y particular, pero diferente al éter. Es como si fueses un punto luminoso en una oscuridad.

─Por eso me acerqué a ti aquel día en el reino de Diancie ─comentó Zygarde de pronto─. Lo que noto Diancie fue lo denso de tu éter, pero, no la energía extraña. El éter esta dentro de ti, forma parte de ti, pero, esa energía parece querer salir y escapar. Entonces los que somos muy sensibles a las energías, logramos observar eso.

En este punto mi cabeza había hecho como una cotufa. Mis pensamientos eran como un tren descarrilado, un nido de abejas yendo de acá para allá, no entendía ahora lo que sucedía conmigo o que era realmente.