Capítulo XXXVIII

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Hoy se cumplen cinco días desde que la guerra comenzó, perdimos contacto con el viajero y robaron el fragmento del prisma. La situación no era nada buena para Sier, el país estaba totalmente militarizado, la capital estaba protegida hasta los dientes al igual que el resto de ciudades y pueblos.

Los trenes y transporte de alimentos y medicinas, estaban bajo el estricto control militar, literalmente los soldados protegían todas las vías y carreteras de la región.

Después de la pérdida de las ciudades de Rubí a manos de Novaca y Estrella por parte de Diciem, al sur, se aumentaron en gran medida las fuerzas de defensa alrededor de éstas zonas. Por otra parte seguían los ataques a los pueblos de Esmeralda y Po al suroeste, aun estos no habían sido tomados por el reino de Novaca por militarización que hay en estos pueblos por su cercanía a la montaña Diglett, lugar donde se mantiene una base aérea militar. Además después de múltiples complicaciones, logramos volver a tener contacto con los soldados y personal gubernamental, ubicado en el pueblo Gema; nos indicaron que el pueblo y cercanías de éste, se encontraban bajo un estricto control militar por parte de Novaca.

En el mar nuestro dominio mantenía a raya los ataques del reino de Novaca al occidente, pero, en el oriente se tenían medidas especiales debido a que el reino de Diciem no había realizado ningún ataque naval. En los cielos, al principio tuvimos muchos problemas, aunque después del apoyo del Equipo Zoom obtuvimos mayor estabilidad, en nuestros espacios aéreos.

Salí de mis pensamientos cuando fui zarandeado. Al volver a la realidad, lo primero que note fueron los ojos verdes de John, el presidente.

─¡Al fin volviste a la realidad! Llevaba hablando sólo casi dos minutos. Esas cosas no se hacen, Noah.

Vi como John comenzó a mover rápidamente el bolígrafo que tenia en su mano. Ambos estábamos en la sala privada de emergencias del presidente, que es él lugar más seguro en el país, se mantiene a cientos de metros bajo tierra, siendo un bunker capaz de aguantar cualquier ataque pokemon y también cualquier movimiento terrestre. La sala era la más sencilla de todas. Paredes blancas, suelo gris, un escritorio con un computador y tres sillas, la sala daba un aspecto muy desolador y vacío.

─Disculpa, John. Estaba recordando todo lo sucedido en los últimos cinco días. De verdad que la situación, es muy complicada ─arregle mi trasero en la incomoda silla de acero─. Deberías pedir otras sillas más cómodas. Estás son horribles.

─Tienes razón ─se río pocos segundos, antes de poner su típica cara de seriedad y preocupación. Desde que había comenzado el ataque, por su seguridad fue enviado a está sala, donde recibe los informes y manda las órdenes─. Bueno, Noah. Gracias al equipo Zoom, hemos mantenido el control aéreo, pero, sabes que no me agradan que los soldados se junten mucho con sus miembros, ellos tienden a ser muy persuasivos para obtener más miembros.

─Sí, lo sé. No debes recordarme lo hábil que son con las palabras.

─Bueno, habrá que hacer algo rápidamente, ya que, uno de nuestros barcos en el océano de Troya, está ahora bajo el control de ellos. Lograron hacer que casi toda la tripulación se uniera a su ideal...

─¿Cuándo fue eso? ¡No podemos dejar que algo como eso pase! Ya es suficiente que les entregaramos a Latios, para que ayudarán.

─Bueno es un mal menor, haber entregado a ese pokemon. Conozco lo complejo y difícil, que resulta crearlos y entrenarlos ─comento John antes de acomodarse su castaño cabello─. Se me informo ayer de la situación, acerca del barco, junto a que varios miembros de Zoom fueron atacados por dos desconocidos en la playa, cercana a la montaña Espadal. La situación no llego a mayores, pero, ya envié a varias soldados a esa zona.

Pokemon: Lejos de CasaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora